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Hajime Umemiya te devuelve el favor después de que le dibujas en la piel.
Por mucho que a HAJIME UMEMIYA le guste que dibujes sobre él, le encanta devolverte el favor aún más. Ya sean pequeños garabatos trazados suavemente sobre tu piel o dibujos tontos en servilletas o post-it, siempre tendrás una pieza de su arte para llevar contigo.
Hay veces en las que tu bolso se llena de servilletas, con pequeños garabatos dibujados por tu novio. Él tiene un don para el dibujo, siendo su especialidad sobre todo corazones, estrellas y lo más importante...
Plantas. Hajime Umemiya era un romántico de corazón y dibujaba constantemente iniciales, corazones y pequeñas plantas donde podía.
Cuando Umemiya llega al apartamento que comparten, te sienta en cualquier superficie cómoda, ya sea el sofá o la cama, y ahora tu trabajo es ser su lienzo.
Es tan íntimo, la forma en que tú y Umemiya alcanzan los bolígrafos y marcadores de colores que se encuentran en su mesita de noche, quitando lentamente algunas piezas de ropa hasta que ambos se sientan en ropa interior, turnándose para convertir el cuerpo del otro en una obra de arte .
Los garabatos varían según su día. Si tiene un mal día, pasará la mayor parte del tiempo dibujando corazones alrededor de tus brazos y clavícula, y las iniciales tuyas y suyas alrededor de tu línea de la V. Si tiene un gran día, tu cuerpo será como un invernadero, con tu estómago, brazos y espalda cubiertos de plantas, tomates y flores.
Hajime es un verdadero artista.
Llega un día en el que Umemiya vuelve a casa, radiante y con una sonrisa en el rostro. Sabes que ha tenido un gran día cuando te abraza, te da un beso rápido en la mejilla y saca una servilleta arrugada de su bolsillo para entregártela.
"Tuve que pasar por Pothos para hacer unos recados y tuve tiempo para dibujar".
Era una planta de tomates con algunos corazones, igual a las que cultivaba con orgullo en la azotea de Furin.
Una idea se te ocurrió cuando cogiste la servilleta arrugada de su mano. Llega el día siguiente y te preparas para tu aventura espontánea. Pero ¿es realmente espontánea si la planeaste con unas doce horas de antelación? No puedes decir que fue impulsiva, ¿ verdad?
Tuviste que pedirle ayuda a Tsubaki, ya que el estudio más cercano estaba en la calle Keisei. Después de recibir instrucciones de él, saliste en cuanto recibiste un mensaje de texto de tu novio diciendo que había llegado a Furin.
Es mejor pedir perdón que permiso ¿verdad?
No es que tuvieras que pedirlo, tu cuerpo era tuyo para decorarlo, pero no estabas segura de cómo reaccionaría tu novio. Umemiya te ama por lo que eres, entonces ¿por qué no te amaría ahora?
Después de un doloroso procedimiento, ya estabas en casa esperando a que regresara Umemiya. Escuchas el tintineo de las llaves cuando tu novio abre la puerta y te saluda con un beso breve y dulce. Baja la mirada hacia el extraño vendaje transparente que rodea tu brazo y...
Espera . ¿Es eso..?
"¡Sorpresa!", sonreíste, "Espero que no estés enojado, Haji. Lo conseguí porque quiero que nuestro amor florezca, y esto es como un pequeño recordatorio".
Umemiya jura que siente lágrimas formándose en sus ojos, mientras sus dedos trazan suavemente los bordes de la segunda piel, admirando la planta con dos pequeños tomates y corazones en su piel.
"¿Es real?"
Asientes y dices: "Muy real, cariño. Llevé tu servilleta a un estudio y me la hicieron. Un tomate eres tú y el otro soy yo".
"¿Quieres decir que somos dos pequeños tomates?"
Umemiya está más feliz que nunca. Habla sin parar sobre cómo en dos semanas tendrá un dibujo permanente para colorear y cómo puede colorear cada tomate de forma diferente según su etapa de crecimiento. Verde, amarillo, rojo... lo que se le ocurra, Umemiya ya está preparando sus rotuladores de colores.
Para su sorpresa, cuando tú y él se acuestan en tu cama y él te quita la camisa, su mandíbula casi cae al suelo mientras prepara sus bolígrafos y marcadores.
Tu espalda tiene un poquito...algo. Algo así como...
Su nombre . Cuidadosamente tatuado en tu espalda.
Un rubor carmesí se extiende lentamente desde sus mejillas hasta las puntas de sus orejas, mientras su mente comienza a correr. Si fuera por él, te propondría matrimonio en este mismo instante, ya que el mero hecho de que tatuaras su nombre sería como una propuesta para ser tu pareja de por vida. Quiere trazar cada letra: Hajime Umemiya quiere mostrarte cuánto te ama.
—¿Te gusta, Haji?
"Me encanta", sonrió, "deberías mostrar tu espalda más a menudo".
"¿Debería?", bromeas.
"Es eso o más disparos por la espalda, solo necesito ver mi nombre en ti más a menudo o me volveré loco ".
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