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"Di algo más, por favor, cariño"
Has estado atrapado aquí durante una hora, con sus muslos derramándose sobre los de Togame mientras dibuja pequeños corazones sobre su piel afelpada. Sus gafas se deslizan por su nariz y sus dedos se sienten sudorosos y pegajosos por el calor, pero a Togame no parece importarle demasiado nada más que tú en este momento.
"Estoy cansado, Jo", te quejas, y es la verdad. Si hubieras sabido que hablarle francés a Togame lo convertiría en un francófilo pegajoso y obsesivo, te habrías guardado tus raíces francesas para ti.
" Por favor mami", dice arrastrando las palabras, "tu voz suena aún más bonita en francés".
Oh, Togame. Serías un demonio si te resistieras a él cuando suplica tan impotente, con el pelo pegado a la nuca mientras su pulgar roza la parte interna de tu muslo en un gesto necesitado. Dios, era patético.
Suspiras, pones los ojos en blanco mientras tiras de su cuello; la nuez de Adán se mueve mientras él traga,
"Estoy cansado de ti mi amor. Por favor déjame ir"
Tu voz sale como un gemido arrastrado, y por un momento casi puedes escuchar por qué tu perverso novio estaba tan desesperado por tu voz. French moja tus palabras en un panal y las escupe con una capa de azúcar y Togame Jo ha hecho de este tratamiento su nueva y extraña adicción.
Togame sacude la cabeza y la arroja hacia atrás contra la cabecera, riendo, "Dios, eres tan hermosa".
"Y tú estás tan enfermo, mon amour"
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