Toma de decisiones

Confesión

Milo al sentir el alboroto se levantó para encender la luz, al mismo tiempo que Shura entraba a la habitación, encontrando una escena algo cómica.

Camus estaba tirado en el suelo sobándose la cadera, mientras un juez estaba asustado cubriéndose con la sábana y Milo parado a un lado conteniendo la carcajada que estaba por salir.

Camus/Radamanthys: ¿qué demonios haces aquí??¿Yo? ¿Más bien tú qué haces aquí?

-Milo quiero una explicación de esto ¿que hace el juez en tu cama?

-No, no, mejor dime ¿quien te crees que eres Camus, para abrazarme de esa manera y decirme esas cosas al oído?

-No era para ti imbecil, creí que eras mi bicho por eso te abracé y te hablé al oído yo que iba a saber que estabas en su cama y ahora una explicación.

-Pues no hay ninguna Camus lo siento, Rada y yo nos quedamos platicando hasta tarde y nos quedamos dormidos juntos no hay más que decir.,

-Y lo dices así como si no hubiera pasado nada.

-Pues no pasó nada, solo dormimos ¿qué hay de malo en ello? Cómo si contigo no lo hubiera echo antes, dormir juntos.

-¡Eres un maldito cínico!

-Camus no tengo ganas de discutir, así que vete, además no tienes derecho en primera de reclamarme nada, porque tú y yo no somos nada y en segunda no tienes derecho de entrar de esa forma a mi habitación, así que por favor lárgate y llévate a tu cobarde y traidor amigo contigo no los quiero ver.

Milo yo necesito hablar contigo-hablo suplicante el caballero de la espada.

-Shura no quiero escucharte, vete por favor y llévate al otro traidor contigo.

Milo escúchame-ahora fue Camus.

-¡Camus vete!

Está bien me iré, solo quiero que sepas que me iré a Asgard para solucionar esto de una buena vez, pero quiero que tengas bien claro, que si decido quedarme allá no quiero que después estés molestándome y recuerdes la actitud con la que me estás tratando ahora, actúas como un niño y ¿así no quieres que prefiera a alguien más?

Si bien Camus hablaba por el coraje y dolor que sentía en él momento, el griego no lo sabía, así que sin más los tomó del brazo y sacó a ambos caballeros de su habitación cerrando la puerta de golpe.

Camus se quedó con su coraje atorado y aunque quiso volver a entrar Shura no se lo permitió .

Camus será mejor que lo dejes así, lo que dijiste no fue lo mejor y solo empeorarás las cosas mejor vámonos y soluciona esto de raíz, además tú amiguito también me la debe a mí -Camus suspiró y se retiraron.

-¿Milo estás bien?

-No te preocupes Radamanthys, estoy perfecto además aún es muy temprano ¿quieres que volvamos a dormir?

-¿Estás seguro de eso?

-¿Porque no habría de estarlo? si quieres puedes regresar a tu habitación yo si seguiré durmiendo

-No es eso, solo que creí que después de lo qué pasó ya no querrías verme.

-En este momento lo que más necesito es cariño y en tus brazos me siento protegido y tranquilo ¿puedes quedarte conmigo?-esto lo dijo con una linda carita tierna- por lo cual el juez no pudo resistirse así que volvió a acomodarse junto al escorpio y siguieron durmiendo.

Todo esto sucedía en el santuario, mientras en el humilde hogar de Kanon las cosas también iban viento en popa.

Aioria despertaba de su sueño, no supo en qué momento se había quedado dormido, pero despertó cubierto con una sábana.