Toma de decisiones

Fusión

Milo despertó de golpe, aún tenía en los labios la sensación del beso de Radamanthys.

-Mi amado dragón, aún no estoy convencido de que esto sea lo correcto.

Mientras en el inframundo Hades le había dicho a Camus que pensara bien si haría la fusión de almas y de ser así lo harían al día siguiente.

Camus se encontraba en la habitación prestada.

-Degel ¿que harías tú en mi lugar? pregunto al aire cómo si su antecesor pudiera escucharlo- yo me siento totalmente seguro de esto, no me
Importa compartir mi cuerpo con Radamanthys si de esa forma ambos podemos tener a quien amamos y quien nos ama, no pienso esperar hasta la próxima reencarnación, quiero a Milo conmigo y ahora.
Se puso a leer un libro y tiempo después también  cayó dormido.

Mundo onírico

Camus, Camus despierta- una voz lo llamaba a lejanía y el galo volteó su mirada hacia el lugar de donde provenía la voz- ¿quien eres, como sabes mi nombre? Me llamo Degel, ¿te suena el nombre?

-¡Pero si eres mi antecesor!

-Así es, lamento mucho que te haya pasado lo mismo que a mí, todo por no saber manejar de manera correcta las emociones. Yo también perdí a Kardia...
Y todo por un malentendido, me encontraba igual que tú de confundido, creí estar enamorado de mi mejor amigo Unity, un día el vino de visita, me pidió salir a dar un paseo al pueblo, pues quería decirme algo importante, ese día me confesó sus sentimientos, yo no supe que decir, pero al parecer él me conocía mejor que yo mismo... me dijo que sabía perfecto, que yo estaba enamorado de alguien más, pero que al menos le dejara darme un beso, para que por completo me diera cuenta de que, lo que sentía por él, era un cariño profundo de amigos y nada más, no creí que fuera una mala idea, solo sería un beso, el se daría cuenta que no le correspondía y yo aclararía de una vez por todas mis sentimientos por Kardia él escorpión de mi época.
Más no contaba con que ese mismo día Kardia y nuestro compañero Manigoldo regresarían de la misión y justo llegaran al pueblo cuando eso sucedió... Albafica me lo dijo, ese día Kardia renunció a mi e inició su relación con el juez Radamanthys. Por más que quise arreglar las cosas no lo logré, tiempo después lo hallé entregándose a él y entendí que ya era demasiado tarde, él se veía feliz y eso para mi basto para no insistir más en recuperarlo.
No puedo estar mucho tiempo contigo, pero quiero que sepas que a pesar de que Radamanthys era el enemigo, era un digno merecedor del amor de Kardia y que si me hubieran dado la opción que tú tienes, también la habría tomado, así que si estás seguro adelante, solo te pediré que pidas una condición, se acerco a su oído para hablarle.
Ahora regresa al mundo real y ya sabes que hacer.
Poco a poco el francés fue despertando, una vez despierto se dirigió con el dios Hades para darle una respuesta.

-¿Esa es tu decisión definitiva? De ser así tendré que hablar con Zeus para que me dé una respuesta, espera aquí un momento le haré una consulta rápida.

El dios desapareció ante los ojos del acuariano, unos
minutos después volvió a hacerse presente.

-Me alegra decirte que Zeus acepto, se cumplirá tu petición, por ahora iniciemos el ritual para la fusión de almas, que en realidad es algo súmante fácil, necesito que te recuestes y cierres los ojos mientras piensas en todo lo hermoso que te ha pasado en la vida.

Camus se acosto sobre la mesa que estaba frente a él.
Al cerrar los ojos lo primero que vino a su mente fue la sonrisa de su amado escorpión, sus ojos, su cabello y cada uno de los momentos agradables que pasaron juntos, provocando que una sonrisa asomara en sus labios.

Hades abrió una pequeña caja de cristal que tenía una luz amarilla muy brillante la cual era el alma del
Juez, abrió la caja y la luz quedó suspendida sobre el pecho de Camus.

La diosa Athena y Poseidon se hicieron presentes juntaron sobre Camus sus armas con Nike al centro y el tridente de Poseidon y la espada de Hades a los lados.

El alma que se encontraba suspendida fue arrastrada por una nueva luz de color aguamarina que emanó de las armas de los tres dioses, pues era el alma de Camus, una danza etérea se llevó a cabo entre ambas almas, danzaron juntas hasta unificarse en una sola.
Una vez juntas, las armas de los tres dioses las tomaron volviendo a colocarlas sobre el pecho de Camus empujándolas al mismo tiempo hasta que la luz por fin desapareció por completo en su pecho.

Camus sufrió una serie de cambios que demostró a los dioses que el ritual había tenido éxito. Su cabello seguía igual de aguamarina pero con las puntas rubias al igual que sus cejas se habían vuelto de ese color. Lentamente abrió sus ojos los cuales brillaban más de lo usual, y cambiaban de color entre amatista y ámbar.
-¿Camus? Pregunto el dios del inframundo - el mencionado miro al Dios y de inmediato se postro frente a el- mi señor Hades podría decirme ¿qué pasó y porque estoy aquí?

-¡Radamanthys! Exclamaron los tres dioses al unísono.

-Si, soy yo, pero no entiendo ¿que hago aquí? ¡yo debería estar muerto!

-Radamanthys ponte de pie, te explicaré, fusionamos tu alma con la de Camus, ahora tú y el comparten el mismo cuerpo, esto será hasta que perezcan, entonces y solo entonces sus almas se separarán.
Y espero eso sea durante muchos años más y disfruten su vida al máximo. Solo que tú y Camus deberán ponerse de acuerdo para "salir a la luz" ya que cuando tú estés fuera los rasgos físicos cambiarán para diferenciar a uno del otro.

-Ahora entiendo porque mi cuerpo se siente más ligero, me siento más pequeño y el porque del cabello tan largo.

-Ahora juez -habló la diosa- debes concentrarte para encontrar la voz de Camus dentro de tu cabeza y poder iniciar los acuerdos para su sana convivencia.

El juez cerró sus ojos y concentró su mente en localizar la voz de Camus, un par de minutos después lo logró.

-¿Camus?

-¿Radamanthys?

Oye no es que no agradezca esto, pero ¿porque lo hiciste? Tú pudiste haberte quedado con Milo como te lo pedí, sin tener que compartirlo conmigo.

-Sí, tienes razón pude haberlo hecho así, sin embargo hubieran sido solo mis deseos, Milo te ama y sufrió mucho tu pérdida, tanto que quiso quitarse la vida, además tú también sufriste bastante y no desde ahora sino desde hace siglos, creí que también era justo para ti, solo te pido que logremos llevarnos bien para que él sea feliz y nosotros con él.

El juez no pudo evitar derramar algunas lágrimas de agradecimiento.

-Camus está es la prueba más grande de amor que pudiste darle, muchas gracias por él y por mí.
Ahora ¿cómo será la interacción con él?

-Había pensado en tres dias que pase contigo y tres dias conmigo y el día restante puede ser mitad y mitad, o interactuar al mismo tiempo.

-Eso me parece bien, pensaste en todo.

-Aún hay una sorpresa más, pero esa se dará a conocer en su debido momento. Por ahora considero que tú seas quien primero lo vea y le de la noticia.

¿Cómo creen que lo tome Milo? Espero les guste el capítulo. Nos seguimos leyendo