Peticiones concedidas

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-Mi señor ha llegado esta carta de parte de Radamanthys- Aiacos se acercó al dios del inframundo para hacer entrega de dicho papel.

"Mi señor, el momento llego, pido por favor permita a mi alma, salir del cuerpo del caballero de acuario, para poder explicarles a ambos la situación y si puede estar presente también, se lo agradecería"

Radamanthys de Wyvern.

-Ja, ja si que tenías prisa Radamathys.
Pandora saldré al Santuario de mi sobrina, dile a Minos que me acompañe junto con Aiacos, nos iremos lo más pronto posible.

-Enseguida señor- la joven salió de inmediato del salón del trono y aviso al juez.

En el santuario, Camus aún sin creer lo que estaba pasando se encontraba buscando la manera de explicárselo a su esposo.

-"Ya deja de darle vueltas al asunto, más tarde llegará el dios Hades y él me ayudará a explicarles"

-"No puedes darme un adelanto"

-"Pero que ansioso eres Camus, pero no, debes esperar"

Se dirigió a la habitación y abrió un poco la puerta, Milo aun dormía, así que fue a la cocina a preparar un pastel de esa manera le daría la noticia, eso si no se lo comía primero.
Un par de horas después el pastel estaba listo, lo guardo en el refri y comenzó a preparar el desayuno.
Que consistía en pan tostado con queso y aceitunas, acompañado con té negro, fruta, huevo duro y algo de yogur tradicional.

El griego despertó cuando sus fosas nasales recibieron el exquisito sabor de la comida, caminando de inmediato al comedor donde su amado dragón de hielo lo esperaba leyendo un libro y tomando un poco de cafe.

-Bonjour mon dragon de glace bien-aimé (buenos días mi amado dragón de hielo)- se acercó a darle un beso en la frente- ¿como te sientes hoy?

-Camus dio un sorbo a su café- estoy mejor, gracias por preguntar mi amor, ahora quiero que desayunemos ya que después quiero hablar contigo.

Esto encendió las alertas del escorpión.

-¿Hablar sobre qué? Te pasa algo, hice algo mal, te lastime o hice enojar, ¿que es lo qué pasa?

-Traquilo no es nada malo, o bueno depende de cómo lo veas, pero primero desayunemos si.
<< créeme que yo también quiero saberlo Moun amor, pero estoy igual que tú >>

-<< estúpido gato, dijo que no habría problemas y este parece uno, qué tal que Camus ya se arrepintió y quiere el divorcio, piensa Milo, piensa, que pudiste haber hecho mal, será porque soy demasiado sexoso, pero nunca se ha quejado, ya sé tal vez aún soy demasiado infantil, o será porque aún soy un poco desordenado o por la comida chatarra que no puedo dejar de tragar, si es eso, dejare de comerla, pero que él se quede conmigo, por favor dioses>>

-¡Milo, Milo te estoy hablando!- el grito del francés lo saco de sus pensamientos- ¿estás bien? Porque no me estás prestando nada de atención.

-Lo siento mi copo de nieve, me perdí en mis pensamientos.

-Está bien desayuna y después hablamos, iré a bañarme- el francés se retiró dejando al griego solo hundido en un mar de malos y dolorosos pensamientos.

En eso estaba cuando sintió un cosmos familiar en el templo de su diosa, saliendo de inmediato de su templo para ir al encuentro de su diosa y protegerla de ser necesario.
Al llegar ahí vio que Athena y Hades estaban ahí junto a los dos jueces, sentados alegremente compartiendo el desayuno.

-Caballero de escorpio muchacho ¡qué gusto verte! ¿Cómo estás tratando a mi juez, todo se encuentra bien?

-Buenos días dios Hades, el... creo que está bien.

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