Toma de decisiones

¡Todo salio bien! parte 2

Llego el momento de cumplir las últimas partes del trato y ustedes van a ayudarme.
Zeus acerco sus manos a los cuerpos de los tres caballeros haciendo salir sus almas, el primero fue Camus un alma color aguamarina con matices verdes.
-Primero separare la de él- el dios Zeus tomó el alma con sus manos y en un rápido movimiento de manos, frente a él, aparecieron dos bolas de luz de los mismo colores pero separadas.

-Poseidon tú te encargarás de cuidar estás dos hasta que llegue el momento indicado- el dios de los mares se acerco y en dos pequeños cofres y resguardó dichas almas.
Tu turno Hades, el dios ahora saco el alma del juez que brillaba con su luz dorada, hizo el mismo procedimiento, más no separó el alma, sino que la unió, fusionándo el alma del juez de Kardia y el juez de Milo. El dios del inframundo también guardó esa alma.
Y por último estaba Milo- a quien dejó al final- Gracias por cuidar a mi niña con tanta devoción desde la era del mito, por ser un digno caballero de Athena y ser leal a tus convicciones de protegerla aún a costa de tu vida. Tú y los demás caballeros tendrán siempre mi agradecimiento por cuidar de mi tesoro en la tierra, te prometo no volver a permitir que la discordia y el mal entre en los corazones de ninguno de los dioses, ninguno se atreverá a destruir la paz de la tierra por la que ustedes tanto lucharon y les daremos una vida tranquila para vivir en sus próximas reencarnaciones.
Del pecho del escorpión salió una luz entre morada, amarilla y azul, Zeus separó el alma de Kardia y Milo e hizo una nueva alma con la poca luz dorada que existía. Es tu turno hija mía estas son las almas bajo tu cuidado, la joven diosa también las guardo.

Estas almas están bajo su resguardo, les pido las protejan hasta encontrar a los seres humanos dignos de poseerlas, pertenecieron a guerreros valerosos que sirvieron a los dioses y ahora son libres para hacer con su vida lo que ellos quieran.
Nos veremos hasta entonces.
Todos asintieron y otro rayo fuerte y luminoso se dejó ver, haciendo desaparecer a todos los dioses presentes.
Todos los caballeros tendrían el mismo destino, los dioses separarían las almas de quien fuera necesario para que todos vivieran felices, claro con todos los matices que la vida conlleva.
Así pasaron muchos años en los que los dioses no hallaban a quien entregar esas almas.
Artemisa y Athena se encontraban mirando la tierra.

-Athena ¿esos jóvenes no se te hacen conocidos?

-Oye tienes razón, pero que están haciendo- los jóvenes a los que observaban se besaron apasionadamente, provocando que las diosas desviaran la mirada.

-Hermanita parece en encontramos a los jóvenes perfectos, para ser padres de los dueños de tus almas.

-Si, eso parece, esperemos a que terminen de darse cariño y luego los visitamos.
Los jóvenes estaban que lanzaban fuego de su encuentro de amor y cuando al fin quedaron exhaustos la joven diosa, acompañada por su hermana, bajaron a hacerles una visita.
La diosa Athena se paró sobre el joven de cabellos azules y sacó su cofre con las almas.
Mis queridos caballeros llego el momento, sus memorias pasadas de la guerra serán borradas para que puedan vivir en completa paz, creen nuevos recuerdos y busquen a sus amados, ellos son lo único que recordarán, aunque puedan tardar en hacerlo.
Con la ayuda de su hermana abrió los cofres y estos de inmediato se dirigieron al vientre del joven dormido frente a ellas, resplandeciendo con gran fuerza para rápidamente desaparecer.
Las diosas sonrieron y se retiraron de inmediato.
Los jóvenes ahí dormido no tenían idea de lo que estaba pasando y que su vida cambiaría para siempre.
Hades y Poseidón, habían hecho lo mismo con sus respectivas almas, meses atrás, el primero fue Poseidon por lo tanto los primeros en nacer serían los acuarianos.
En el Olimpo se encontraron

-Está  hecho ahora solo a esperar que ellos se encuentren- hablo el dios de los mares.

-No creo que eso sea difícil, todos los dejamos en Grecia ¿no?- la diosa Athena hablo.