Convivencia

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Después de su anhelado beso y platica, se dispusieron a dormir, Milo abrazo a su dragón de manera posesiva y lo pego a su cuerpo, el juez solo se dejó consentir, se sentía pleno y seguro en esos brazos que lo llenaban de amor y calidez.

La noche transcurrió tranquila y llegada la madrugada, Rada cambió el lugar con Camus.

-"Radamanthys no me siento seguro de estar con él así"

-"Por favor no seas infantil Camus, si ya hasta fuiste suyo y resulta que ¿ahora te da pena?"

-"Eso fue diferente, él y yo éramos más unidos y además estábamos ebrios"

-"Aja si, justifícate con el alcohol, pues no me interesa, dije que dormirás con él, de todas formas debes acostumbrarte o ¿acaso piensas esperar a que se casen?"

"El acuariano se sonrojó hasta las orejas-¿casarnos? No había pensado en esa posibilidad, no desde que iba a casarse contigo-el juez solo le sonrió."

-"Pues yo aún planeo casarme con él y eso te incluye a ti, así que vete haciendo a la idea y vete quitando la pena, porque aunque no quisieras, serás su esposo al igual que yo y también volverás a ser suyo"

Camus mantuvo su postura fría, pero en realidad moría de felicidad, casarse con el escorpión era su sueño, desde la primera vez que besó sus labios, y ahora por fin se cumpliría su tan anhelado deseo.

Después de esa platica con Radamanthys, Camus se quedó más tranquilo abrazando a Milo, quien dormía profundamente con una hermosa sonrisa en su rostro.
Al amanecer Milo fue el primero en despertar, notando que su copo de nieve, estaba abrazado a su pecho con fuerza. Milo lo besó en la coronilla de la cabeza y después bajo lentamente a sus labios.

-Despierta príncipe durmiente de hielo, debemos desayunar e ir a entrenar, además debo ir a hacer algunas cosas que tengo pendientes.

El francés levantó la mirada para encontrase con el cielo de las pupilas de su amado escorpión, perdiéndose en ellos, lentamente se fue acercando a Milo y lo besó suavemente en los labios.
El escorpión de inmediato correspondió el beso.
El beso se prolongó un poco más hasta quedar sin aliento, separándose para poder respirar.

-Que hermosa forma de despertar- susurró el galo sobre los labios de su escorpión-quiero despertar así todos los días.

-No te preocupes así será todos los días- volvió a besarlo- o tal vez mejor- dijo de manera seductora provocando el sonrojo de su copo de nieve.

Se dirigieron hacia la cocina cocinaron en conjunto y se sentaron a comer, mientras recordaban sus días juntos como amigos y sus muchas aventuras.

-Camus, ¿cuando les dirás a los demás lo que hiciste? ¿No crees que alguno te reproche el haber hecho eso por mi? Y más aún después de como te traté.

-Son mis compañeros y amigos los admiro y respeto, pero eso no quiere decir que deban meterse en mi vida privada y las decisiones que tomo, esto lo hice por mi, en mi deseo egoísta de tenerte conmigo.

-No digas eso, tú no eres egoísta de ninguna manera, sinceramente dudo que alguno de ellos pudiera hacer algo así, por eso aun creo que no te merezco, merecías a alguien mejor que no te dañara nunca.

-Eso es tonto, somos seres humanos imperfectos, siempre dañaremos a otros aún sin intención, así que ya dejemos el pasado en paz y disfrutemos de nuestro presente y futuro, estamos juntos los tres y que Athena me perdone, pero incluso le he tomado cariño a tu juez, es una gran persona y ahora entiendo el porque también se gano tu corazón, no imagino mi vida de otra manera, esto es lo que decidí y me siento feliz con ello además-se acerco provocativamente al escorpión- así te puedo disfrutar más- el escorpión trago saliva con dificultad.

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