Toma de decisiones

Batalla

Los demás caballeros y dioses habían llegado al lugar de la batalla solo para presenciar la triste escena.

Milo gritó su nombre con dolor y desesperación
¡¡¡Radamanthys!!!

-No por favor, abre los ojos, dragón abre los ojos, no me hagas esto, yo te amo, quiero que estés a mi lado, tienes que cumplir tus promesas, ¿que clase de caballero eres para no cumplirlas? ¿por que Radamanthys? ¿que no te importa mi dolor?
¡Eres un idiota! no tenías que dar tu vida por mi, ¿que no entiendes que sin ti, mi vida no tiene sentido? por favor maldita sea abre los ojos necesito verlos, escuchar tu voz, necesito que me abraces.

-Mi-Milo... dejalo el ya no está, debes ser fuerte el amor que sientes por él te debe dar fuerzas para seguir, aún tenemos un asunto que arreglar, después puedes seguir con tu dolor.

Camus intento acercarse a él- no me toques, no ahora Camus, tal vez después, pero no ahora-Además te equivocas él está bien, solo está tomando una siesta, porque está exhausto, él es muy dormilón -sus ojos de cielo estaban cargados de lluvia- en cuanto acabe con esos dos, despertará y volverá a sonreírme como siempre lo hace, me va a dejar ver sus ojos de sol, volveré a besar sus labios, terminaremos la boda y nos iremos de viaje a Inglaterra, donde por fin lo amaré de pies a cabeza y quizá encarguemos un dragoncito igual de hermoso o más que el de Aioria- el llanto se hizo presente con fuerza, el cielo azul de sus ojos mostraba una terrible tormenta cargada de lluvia y dolor- duerme mi amor en un momento te llevaré a casa y dormiremos abrazados como tanto te gusta -le beso en la frente mientras acariciaba sus cabellos- te amo Dragón negro te veo en un momento.

-Milo por favor basta, debes ser fuerte, aún hay algo que hacer aquí-el galo de nuevo intentó ayudarlo para levantarse obteniendo un manotazo de parte del griego- que no me toques - le lanzó una mirada de desprecio- estoy demasiado molesto con esos dos y contigo, porque si tú no hubieras sido tan idiota de dejar que tu maldito amigo hiciera todo esto y hubieras acabado con él desde el principio esto no hubiera pasado...
No quiero desquitarme contigo, ¿te preocupa lo qué pasó? ¿te preocupa lo que pienso y siento? Pues entonces haz lo que debías hacer desde hace tiempo y después de hacerlo olvídate de mí porque no sé si quiero volver a verte en mi vida.

El galo estaba por contestar hasta que Surt interrumpió

-¡Ay que momento tan triste! -dijo el dios guerrero con burla- si ya acabaron de llorar podemos seguir y no te preocupes Milo, pronto le harás compañía a tu lagartija.

-¡Maldito seas! Te arrepentirás de haberte metido con las personas que más he amado en mi vida, te voy a hacer pagar lo que teníamos pendiente antes y lo que acabas de hacer -el escorpion comenzó a aumentar su Cosmo el cual fluía por todo su cuerpo, en su corazón tenía una sensación de fuego, un fuego alimentado de furia, dolor, tristeza y amor, un amor que jamás iba a morir hasta que su corazón dejara de latir -levantó su mano con Antares asomándose peligrosamente- primero usó el ataque restricción para impedir que ambos oponentes se movieran enseguida lanzó su ataque- aguja escarlata dando las primeras cinco agujas en el blanco- así siguió hasta asestar catorce de las quince agujas.

Valentine -comenzó a escupir sangre- lo cual provocó en el escorpión una expresión de gozo y sadismo, pues parecía disfrutar mucho del sufrimiento de ambos oponentes pero en especial del maldito que le había arrebatado a su gran amor, su dragón negro.
Mientras "Milo" se entretenía haciendo sufrir a la harpía, Surt se levantaba con dificultad para atacar por la espalda al escorpión quien se encontraba cegado por la ira y el dolor.

-No te atrevas Surt, tu oponente soy yo, querías vengarte del dolor que te provoque al hacer que perdieras a tu hermana, pues aquí estoy inténtalo.

-Camus extendió los brazos a los lados dejando su pecho descubierto- el dios guerrero sonrió con furia y se lanzó al ataque- iniciando también ellos su batalla, una que se debían desde hace bastante tiempo.
Milo estaba por asestar el último golpe pero el dios Hades lo detuvo.