Toma de decisiones

Preparativos

Afuera la mirada gélida de Camus sobre el juez no se hizo esperar.

Mi amado dragón negro, iré con Afrodita a pedirle nos ayude con todo lo relacionado a la boda, en un momento regreso.
Milo le dio un tierno beso en los labios y lo dejo un momento mientras se acercaba a Afrodita.

Camus aprovecho para acercarse a él.

-¿Te ves demasiado feliz y confiado Radamanthys?

-No me veo, ¡lo estoy!

-Ah si y a qué se debe tanta confianza, no creerás que realmente dejaré que te quedes con Milo ¿o si?

-No es necesario que me des permiso para ello, pero eso no me corresponde a mí decírtelo, espera un poco y tal ves te lleves una sorpresa.

Camus arqueó una ceja, Radamanthys se disponía a retirarse pero Camus lo tomó del brazo.

-No te relajes tanto porque pienso pelear hasta la muerte por él.

Radamanthys se solto del agarre miro a Camus con autosuficiencia y se retiró para alcanzar a su escorpión.

Camus quería ir tras el juez, pero Shura lo detuvo.

-Camus será mejor que dejes así las cosas, dudo que Milo quiera algo contigo se ve bastante enamorado de ese juez.

-No te metas Shura, el que tú te hayas resignado a perder a tu gato no quiere decir que yo haga lo mismo y se retiro del lugar.

" Milo eres mío no voy a dejar que te vayas con ese maldito juez, sé que me estás mintiendo y solo me estás probando porque no pudiste olvidar tan rapido lo que sentías por mí y menos por esa lagartija de pantano.

Mientras Milo con Afrodita

-Afro ¿puedo hablar contigo?

-Oh bichito hasta que te acuerdas que tienes amigos, solo te la pasas con ese juez de aquí para allá.

-De eso quiero hablarte Afrodita... me voy a casar con él.

Afrodita tiro el sorbo de café que acababa de tomar en la cara de Deathmask.

-Pero que diablos te pasa Afrodita me ensuciaste todo.

-Cállate idiota ¿que acaso no escuchaste lo que acaba de decir el bicho?

-Si dijo que se va a casar con el juez del inframundo ¿que tiene de malo? -Deathmask habló sin mucho interés cuando terminó de analizarlo también puso una expresión de desconcierto.

-¿Que acabas de decir bicho y qué pasará con Camus?

-¿Él que tiene que ver aquí? Él tomó su decisión ustedes lo vieron y yo la respeto y él que respete la mía.

-Bicho ¿seguro que no estás con el juez por despecho?

-No Afrodita yo también lo creí al principio, pero conforme iba pasando el tiempo me he dado cuenta de que Radamanthys y yo tenemos muchísimas cosas en común, pero sobre todo el sí sabe que es lo que quiere, me da la seguridad que nunca sentí con Camus es igual de romántico y apasionado que yo.

Me gusta todo lo que hace y lo que es, amo sus ojos que me recuerdan el calor del sol, sus labios rosados cual ambrosía de dioses, su cabello cual brillo matutino, su piel suave como la más fina seda, su sonrisa que me inspira a soñar, su risa escandalosa cuando se ríe de mis tonterías, su gran capacidad de amar, la seguridad que irradia y sobre todo lo mucho que me demuestra que me ama sin tener que pedirlo, sin tener que entenderlo, simple y directo, lo amo y si bien no puedo negar que Camus siempre tendrá un lugar especial en mi corazón está restringido y aunque no lo estuviera, el amor que sentí por él, sería arrasado por el huracán de sentimientos que mi dragón del Infierno me hace sentir.