Toma de decisiones

Epilogo

Cinco años después

-¿Porque tenemos que irnos a Grecia? Aquí están mis amigos, mi vida, mi todo.

-Camus no seas exagerado, apenas tenemos 5 años, además nuestros padres consiguieron buenos trabajos, y siempre es bueno aprender de otras culturas.

-Si claro, el perfecto Dégel como siempre aceptándolo todo.

-Basta niños, su padre consiguió un muy buen trabajo en esa nueva empresa inglesa que hará su nueva sede en Athenas. Y yo daré clases de francés en la universidad.
Al menos inténtenlo, quien sabe qué cosas buenas puedan encontrar.

El mellizo menor, se cruzó de brazos y frunció el ceño, ¡jamás podré ser feliz en ese lugar!- se fue corriendo a su habitación.

-Tranquila mamá, él estará bien y ya verás que se acostumbrará y lo disfrutará.

-Gracias mi cubito de hielo, ahora vamos a bajar las maletas ya no tarda en llegar su padre para irnos al aeropuerto.
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-Padre, es necesario que vayamos a ese país, aquí está mi vida, mis amigos, nuestros demás familiares, esto es todo lo que he conocido y amado.

-Mi querido Radamanthys, solo te pido un año y si no te sientes a gusto o no encuentras un motivo para quedarte sin duda dejaré que regreses a este tu hogar con tus amigos y familia.
Por ahora tu madre y yo seremos tu compañía, y sé que algo bueno has de hallar en ese nuevo mundo.

-Está bien Padre, iremos entonces pero esta dicho si no encuentro nada de valor, volveré aquí.

-¿Están listos para partir?- Esta vez fue la peli negra quien habló

-Madre te ves demasiado feliz, ¿porque? ¿Que no extrañaras nuestra casa y a los abuelos?

La mujer miró a su hijo con ternura- mi niño tengo la corazonada de que algo bueno va a suceder, y no sé porque siento que tú serás muy feliz.

El pequeño dragón, como le decía su papá, se sorprendió ante tales palabras y sintió ahora sí, la necesidad de llegar ya, a ese lugar, pues sabía que su madre tenía algo así, como un séptimo sentido.

Llegaron al aeropuerto y el pequeño dragón miró por última vez su país, con el corazón en la mano y la ilusión de encontrar algo de felicidad como su madre le había dicho.

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Unas horas después llegaban al aeropuerto de Athenas. Para después dirigirse a la que sería su nueva casa.

-Antares hijo ¿donde estás?

-Ecarlate ¿que te pasa? Porque buscas con tanta emoción a tu hijo.

-Hola mi amor perdóname, pero es que tendremos nuevos vecinos, la mansión esa que parece de terror la que nos gusta tanto a Antares y a mí, cuando venía para acá vi que estaba un camión de mudanzas y estaban arreglando todo.

-¿En serio papá? ¿Por fin podríamos conocer la casa por dentro?

-Si cariño mío, te parece si buscamos algo que llevarles y con ese pretexto conocemos la casa.

-Si papi- el niño salto de alegría- vamos a buscar algo- lo jalo a la cocina para buscar algo que llevarles.

-Papi, papi, ¡tendremos nuevos vecinos! Llegaron corriendo el peli azul y peli morado

-Si mis niños, ya me dijo su padre que la mansión será ocupada.

-No papi, la casa de enfrente, mira- jalaron a Mystoria para que se asomara por la ventana y efectivamente vio que ahí también había camión de mudanzas.