VII

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Una semana atrás, Samy decidió abrir su corazón ante sus padres y Osvaldo, compartiendo lo que había estado sucediendo en su interior, aunque omitiendo la parte relacionada con Briana. Para su alivio, todos comprendieron bien sus sentimientos y le aseguraron que no tenía nada de qué asustarse; amar era normal, aunque su manera de amar fuera diferente a la de ellos.

Samy se sintió aliviada, como si un gran peso hubiera sido levantado de sus hombros. Sin embargo, aún quedaba la carga de Briana en su vida. Supo por Osvaldo que Briana lo había rechazado, pero esto no lo había afectado notablemente; solo lo hizo sentirse tonto por confundir amistad con coqueteo. Con el tiempo, la amistad entre Briana y su hermano volvió a la normalidad, y ahora Briana pasaba casi todos los días en su casa. Aunque no le incomodaba, la intimidaba tenerla tan cerca todo el tiempo.
Briana le coqueteaba, Samantha lo tomaba a broma ya que no quería seguir involucrándose de esa manera, ambas se volvieron amigas, pero Samantha jamás estaba cómoda con el hecho de que sus sentimientos siguieran creciendo por más que ambas se tomaran algo de cariño.

—La fiesta es mañana, ¿ya sabes qué te pondrás o quieres ir a comprar algo? —preguntó Samantha a su amiga Ari.

—Hmm, aún no estoy segura. Lo que sé es que quiero verme bonita porque irá el amigo de tu hermano y la verdad me atrae mucho —dijo Ari con una expresión de emoción.

—¿Juan?,Estás peque, tú no puedes noviar todavía —dijo Samantha en tono burlesco.

—Cállate, si no fuera por tu hermano ya te le hubieras lanzado encima a Bri —rió Ari, y Samantha solo hizo una mueca antes de lanzarle una almohada a la cara—. ¡Auch! Pues es la verdad. Desde que hablaste con tu familia sobre tu sexualidad, te ves más libre con el tema de que siempre te gustaron las chicas. Pero cuando por fin puedes estar con quien quieras sin miedo, resulta que te enamoras de la misma chica que tu hermano. De verdad que eres una salada en el amor, hermosa.

Samy se rió, pero no lo negó. Aunque su hermano había aceptado que era un amor unilateral y no iba a hacer nada al respecto, Osvaldo estaba enamorado de Briana. Así que Samantha ignoraría sus propios sentimientos hasta el día en que desaparecieran. Podía soportar que cualquiera la odiara, pero no Osvaldo; eso la destrozaría.

Llegó el sábado.

La fiesta comenzó y los invitados empezaron a llegar. Algunos eran streamers, otros amigos de la infancia de los hermanos. Todo iba bien, todos se lo estaban pasando bien y nadie, por el momento, había vomitado.

—Men, ¿y si le digo a Bri que me dé un beso de despedida para dejarla ir? —decía Osvaldo, ya borracho, a su hermana.

—Déjate de cosas. Si te rechazaron, acéptalo, wey —Samantha también había bebido, pero no tanto como Osvaldo.

—Mira, está viniendo para acá. Voy con ella —dijo sin esperar respuesta antes de irse—. ¡Hola, hermosa!

—Hola, Valdo. ¿Ya estás borracho? —Briana reía al ver las mejillas rojas del chico.

Samantha, por su parte, la observaba reír, la veía demasiado cerca. Estaba celosa. ¿Por qué, si ya lo había rechazado, se comportaba como si le gustara? Samantha no estaba totalmente consciente, y por eso pensaba cosas incongruentes. Su sangre hervía por alguna razón entre los celos y el alcohol.

—¡Hey, Rivers! —escuchó a su lado Samantha.

—¡Patty! —Samy reconoció a su amiga y la abrazó, feliz de verla.

Briana, mientras hablaba con Osvaldo, miró a Samy, muy cerca de una chica desconocida para ella. Sonreía y la abrazaba mucho. Briana sabía que Samy no era fan del contacto físico, como los abrazos. Verla abrazando a alguien que no fuera Ari —lo cual era comprensible, ya que, ¿quién no ama los abrazos de Ari?— la tenía muy mal. Sintió su cara arder y formarse un nudo en su estómago al ver eso. Samy volteó a verla, cruzaron miradas. Ambas estaban celosas. Samy había pasado mucho tiempo intentando que Briana no le hablara como si coqueteara, pero nada funcionaba. En su ceguera por el alcohol, hizo algo que partiría en mil pedazos a la otra chica.

—Patty, no lo tomes personal, ¿está bien? —dijo y, al recibir un asentimiento por parte de su amiga, la besó.

Se aseguró de que Briana la estuviera viendo. Lamentablemente, así era. Briana vio cada detalle de ese beso, se disculpó con Osvaldo y se fue del lugar. Samantha la vio salir y se separó de su amiga.

—¿Y eso por qué? —preguntó Patty.

—Necesitaba que alguien viera eso. Es largo de explicar, lo siento —dijo Samy.

—No te preocupes. Ya me besé con todas nuestras amigas aquí, así que no te sientas mal —dijo Patty, haciendo que Samy riera.

Mientras ella reía, Briana estaba en el baño del antro, con un dolor en el pecho pero siendo incapaz de soltar alguna lágrima. Su corazón dolía como mil agujas clavándose en él. Se sentía tonta, pensaba que podía ganarse el corazón de Samy. Vomitó, sintiendo asco de sí misma, sintiendo cómo todos sus sentimientos reprimidos se juntaban en su estómago, causándole náuseas.

Se lavó la cara y la boca y, al salir del baño, se encontró frente a alguien abriendo la puerta.

—Lo siento, voy saliendo —se excusó Briana.

—Pensé que te habías ido.

Briana volteó. Era ella, Samantha.



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Gracias por leer,espero lo disfrutaran!💕

OCULTO [Rivers & I] 2DA TEMPORADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora