XII

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Los días seguían su curso, aunque tanto Briana como Samantha sentían que vivían en un caos emocional constante. Briana, en un intento desesperado por poner distancia entre ella y el dolor, se enfocaba en abrirse a quien realmente la amara. Angie, que había estado a su lado desde el principio, comenzó a tratarla de una manera más íntima, sus gestos llenos de una calidez que iba más allá de la amistad. Aunque Briana percibía el cambio, decidió ignorarlo, prefiriendo no complicarse con sentimientos que no estaba lista para corresponder.

**Una tarde en la casa de Angie**

Briana estaba sentada en el sofá, su mirada fija en el televisor, aunque su mente estaba en otro lugar. Angie se acercó silenciosamente, sentándose junto a ella. Se inclinó hacia Briana, colocando una mano sobre su pierna de manera casi imperceptible, un gesto que Briana sintió más de lo que le gustaría admitir.

—¿Quieres ver otra película? —preguntó Angie, su voz suave, casi susurrante.

Briana asintió, pero en realidad no estaba prestando atención a la pantalla. Sus pensamientos vagaban en dirección opuesta a la mujer a su lado, hacia alguien con quien había compartido demasiados recuerdos y ningún futuro. Sintió el peso de la mano de Angie en su pierna, pero no dijo nada. A pesar de que sabía que Angie comenzaba a sentir algo más, Briana prefirió dejar las cosas como estaban, incapaz de abrirse de nuevo al amor tan pronto.

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Por su parte, Samantha seguía con su vida, tratando de disimular su tristeza detrás de las pantallas de sus streams. Se esforzaba por mantener una sonrisa y dar lo mejor de sí para su comunidad, pero quienes la seguían desde hace tiempo notaban que algo no estaba bien. Los mensajes de apoyo se acumulaban en su bandeja de entrada, palabras de ánimo que lograban sacarle una sonrisa genuina, aunque fugaz.

**Una tarde en el chat de su stream**

—Chicos, hoy es un buen día para morir... en el juego, claro —bromeó Samantha, forzando una risa mientras veía el chat inundarse de mensajes cariñosos.

"Samy, te queremos, ¡ánimo!"
"Si necesitas un descanso, tómalo. Estamos aquí para ti."
"Recuerda que tu felicidad es lo más importante."

Samantha pausó el juego por un momento, tocada por el apoyo de su comunidad.

—Gracias, chicos. No saben cuánto significan para mí... De verdad, gracias.

Sus ojos se humedecieron, pero rápidamente los secó antes de volver al juego, decidida a mantener su fachada.

Con el año nuevo llegó una pequeña reunión organizada en el nuevo departamento de los hermanos Palacios. Habían invitado a varios streamers y amigos cercanos, creando un ambiente de celebración y camaradería. Briana, sin saber que la reunión sería en el nuevo lugar de Samantha y Osvaldo, aceptó asistir acompañando a Angie. La nueva dirección no le dijo mucho, pero decidió no hacer preguntas.

**La noche de la reunión**

Cuando Briana llegó, vio caras conocidas y algunas nuevas. Su corazón dio un vuelco al reconocer la figura de Samantha entre los invitados, pero trató de mantener la compostura. Todos la saludaron con afecto: Ari, Rocío, Aldo, Roier, Roberto, Juan, Carrera, Komanche y, por supuesto, Osvaldo. La conversación giró en torno a videojuegos, nuevos proyectos, y más de uno la animó a crearse una cuenta de Twitch.

—Briana, deberías intentarlo —le dijo Roier mientras le pasaba un vaso—. Eres genial en los juegos y la gente te amaría.

—Sí, además, imagina las colaboraciones que podrías hacer con nosotros —añadió Rocío con una sonrisa—. Sería épico.

Briana sonrió, agradecida por el apoyo, pero en su corazón sabía que no estaba lista para dar ese paso.

Más tarde, mientras la fiesta seguía animada, Briana se sintió abrumada y decidió salir al balcón a tomar aire. El lugar era hermoso, con una vista que se extendía sobre la ciudad iluminada, pero ella no la miraba; su mente estaba demasiado ocupada luchando contra el malestar que se negaba a abandonar su pecho.

OCULTO [Rivers & I] 2DA TEMPORADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora