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Después de que Osvaldo se fue, Briana sintió una mezcla de emociones. Había tanta confusión y dolor acumulados en su interior que apenas podía respirar. Necesitaba respuestas, y sabía que Rodrigo podía tener algunas de ellas. Con un nudo en la garganta, tomó su teléfono y marcó su número. No tenía idea de cómo iba a empezar esta conversación, pero tenía que hacerlo.

El tono de llamada sonó varias veces antes de que Rodrigo contestara.

—¿Briana? —preguntó, sonando sorprendido.

—Sí, soy yo —dijo ella, tratando de mantener su voz estable—. Rodrigo, necesitamos hablar. Hay... hay cosas que no entiendo, y necesito que me aclares algunas cosas.

Hubo un momento de silencio antes de que Rodrigo respondiera, su voz sonaba más suave, casi cautelosa.

—Claro, Briana. Dime, ¿qué es lo que necesitas saber?

Briana tragó saliva, sintiendo que su corazón latía con fuerza. —¿Por qué ustedes dos... tú y Aldo... han estado tan distantes conmigo? Sé que tiene algo que ver con lo que Angie les dijo. Pero no entiendo qué es lo que les dijo exactamente para que me alejaran de esa manera.

Rodrigo suspiró, un sonido pesado y lleno de tensión. —Mira, Briana, es complicado... Angie... ella nos dijo que estabas muy enferma.

Briana frunció el ceño, su corazón se hundió un poco más con cada palabra. —¿Enferma? ¿Qué quieres decir?

Rodrigo parecía dudar al otro lado de la línea, como si estuviera eligiendo cuidadosamente sus palabras. —Nos dijo que tenías un problema en el corazón, algo grave. Dijo que cualquier tipo de estrés emocional podría... bueno, podría ponerte en peligro, incluso matarte.

Briana sintió que su estómago se revolvía. **¿Problema en el corazón?** Eso no tenía sentido. —Eso es... eso es una mentira, Rodrigo. Yo no tengo ningún problema en el corazón. Nunca he tenido.

Rodrigo hizo una pausa antes de responder, como si estuviera procesando lo que acababa de escuchar. —Angie nos lo dijo con tanta convicción. Ella... parecía tan preocupada por ti. Dijo que por eso no podíamos decirte nada que pudiera alterarte. Dijo que Samantha y tú... que lo mejor era que no volvieran a hablarse porque... porque podría ser demasiado para ti.

Briana se sentía mareada. **Nada de esto tenía sentido.** ¿Por qué Angie mentiría sobre algo así? —Rodrigo, ¿realmente creyeron eso? ¿Que yo estaba tan enferma?

—Al principio... no lo sé, Briana. Queríamos creerle porque... bueno, porque parecía que ella realmente se preocupaba por ti. Cuando te hospitalizaron después de... de lo que pasó con las pastillas, eso solo reforzó lo que ella nos había dicho. Pensamos que... que era verdad y que cualquier cosa podría hacerte daño.

Briana sintió que las lágrimas comenzaban a formarse en sus ojos. —Entonces... por eso no me dijeron nada. Porque creían que estaba enferma... porque Angie les dijo eso.

Rodrigo exhaló lentamente, como si estuviera dejando salir toda la tensión acumulada. —Sí, Briana. Estábamos asustados. No queríamos ser la causa de que algo malo te pasara. Angie... ella era la que siempre nos decía que te mantuviéramos protegida de cualquier cosa que pudiera afectarte emocionalmente.

Briana se llevó una mano a la boca, tratando de contener un sollozo. —Rodrigo, yo... no sabía que todos ustedes pensaban eso. Me siento tan... confundida.

Rodrigo asintió al otro lado de la línea, aunque ella no podía verlo. —Lo sé. Todo esto es muy confuso. Pero, Briana, necesitas hablar con Samantha. Yo no puedo decirte más. Hay cosas que solo ella puede explicarte.

Briana sintió una oleada de desesperación. —¿Pero por qué? ¿Por qué Samantha no vino a mí? ¿Por qué Angie les dijo eso a ustedes?

Rodrigo titubeó antes de responder. —No lo sé, Briana. Angie siempre parecía saber más de lo que decía. Pero ahora que mencionas esto, me doy cuenta de que quizás hay más cosas que no sabemos... o que no entendemos.

Briana asintió lentamente, a pesar de que Rodrigo no podía verla. —Tal vez. Pero necesito saber la verdad, Rodrigo. Necesito saber por qué todo esto sucedió.

Rodrigo se quedó en silencio por un momento antes de hablar nuevamente, su voz un poco más suave. —Entonces tienes que hablar con Samantha. Ella es la clave para entender todo esto. Yo... lo siento, Briana. Realmente lo siento.

Briana cerró los ojos, sintiendo las lágrimas correr por sus mejillas. **Había tantas preguntas sin respuesta, tantas mentiras y secretos.** —Gracias, Rodrigo. Aprecio que me hayas dicho esto.

—Cualquier cosa que necesites, Briana, estaré aquí. Aldo también. Estamos aquí para ti.

—Gracias —murmuró Briana, colgando la llamada.

Se quedó sentada en el sofá, sosteniendo el teléfono en sus manos, sintiéndose más perdida que nunca. Sabía que tenía que enfrentarse a Samantha. Sabía que la verdad estaba cerca, pero no sabía si estaba lista para enfrentarse a ella. Por ahora, todo lo que podía hacer era esperar y reunir el coraje para lo que vendría después.

El día que Briana finalmente se preparó para confrontar a Samantha, la tristeza y la ira se mezclaban en su corazón, formando un torbellino de emociones que la tenía en vilo. Sentía miedo de lo que podría descubrir, de las respuestas que Samantha podría darle, pero también necesitaba saber la verdad para poder seguir adelante. Durante los días que siguieron a la conversación con Rodrigo, Briana se esforzó por mantener a Angie cerca, en parte para investigar qué más podría descubrir y en parte porque soltarla era una tarea extremadamente difícil. Angie había sido su mayor apoyo y su amiga más cercana, pero ahora todo se sentía contaminado por las mentiras y manipulaciones.

Días después, al recibir el mensaje del número desconocido, Briana se sintió como si el suelo se abriera bajo sus pies. La claridad que le proporcionó ese mensaje no solo la sorprendió, sino que también la llenó de un nerviosismo que no había experimentado antes.

El mensaje decía:

"Pensé que me llamarías después de que te abrieran los ojos sobre toda esta situación. No podía dejar de mirar mi teléfono esperando que las llamadas que me entraban dijeran 'Briamor'. Traté con todas mis fuerzas de estar lejos de ti, pero simplemente no puedo. Necesito que todo esté aclarado porque la culpa me consume día con día, y más por enterarme de todo lo que ha pasado en tu vida."

El apodo "Briamor" fue un golpe directo a su corazón. Era un juego de palabras que Samantha había inventado, combinando el nombre de Briana con "amor". Todo encajaba, el número desconocido, las palabras reconfortantes, el seguimiento constante de su vida. Samantha estaba detrás de todo esto. Briana sintió una mezcla de dolor, enojo y confusión. A pesar de su rencor, aún sentía un doloroso amor por Samantha, lo que complicaba aún más sus sentimientos.

Decidió que, si iba a hablar con Samantha, lo haría solamente para buscar respuestas, para entender por qué las cosas habían sucedido de la manera en que lo hicieron. Con una determinación fría y calculada, le respondió al mensaje de Samantha con una dirección, una fecha y una hora.

El día de la cita, Briana llegó al parque antes de la hora acordada. Eligió un rincón tranquilo bajo un gran roble, donde podía sentarse y despejar su mente antes de enfrentar a Samantha. El parque, situado a las afueras de la ciudad, era el lugar perfecto para evitar cualquier posibilidad de que Angie se interpusiera en la reunión.



☀️
Ojalá les esté gustando, cada día me cuesta un poco más seguir la trama porque me quedo sin ideas😞

OCULTO [Rivers & I] 2DA TEMPORADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora