IX

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Tres días habían pasado desde aquella tumultuosa fiesta, y las heridas emocionales todavía estaban frescas. Briana apenas había salido de su cuarto, tratando de asimilar todo lo sucedido. En su teléfono, los mensajes de Samantha se acumulaban, cada uno más desesperado que el anterior.

 En su teléfono, los mensajes de Samantha se acumulaban, cada uno más desesperado que el anterior

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A pesar de las disculpas, Samantha mantenía su postura de no querer involucrarse sentimentalmente con Briana

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A pesar de las disculpas, Samantha mantenía su postura de no querer involucrarse sentimentalmente con Briana. Y Briana, dolida y agotada, optaba por ignorar cada mensaje, sin fuerzas para enfrentar una conversación que solo le traería más dolor.

En contraste, Angie se había convertido en un pilar de apoyo constante. Desde aquella noche, no había dejado sola a Briana, insistiendo en que no era culpa suya haber desarrollado sentimientos por Samantha.

—Briana, debes entender que sentir algo por alguien no es malo —le decía Angie, mientras paseaban por el parque, buscando un poco de tranquilidad—. Es una parte natural de ser humano. No tienes por qué castigarte por ello.

Briana agradecía el consuelo y la compañía de Angie. La amistad que estaba floreciendo entre ellas le daba un respiro de la tormenta emocional que había vivido. Angie la hacía sentir comprendida y aceptada, algo que en esos momentos necesitaba desesperadamente.

Por otro lado, Samantha estaba desolada. Se había refugiado en Ari, buscando una comprensión que parecía escurrirse de sus manos.

—No debiste hacer las cosas de esa manera, Samy —le reprochó Ari una tarde mientras tomaban café en la casa de Samantha—. Sé que estabas borracha, pero eso no justifica herir a Briana de esa forma.

—Lo sé, Ari. Me siento horrible —respondió Samantha, sus ojos rojos e hinchados de tanto llorar—. Pero no sé cómo arreglarlo. No puedo darle lo que quiere y no quiero perderla como amiga.

Ari suspiró, sintiendo la tensión del momento. Samantha estaba atrapada entre su amor por su hermano Osvaldo y sus propios sentimientos confusos por Briana.

—Tienes que hablar con ella cara a cara y dejar de decir que no quieres perder su amistad, porque ambas sabemos que no es lo que realmente quieres —aconsejó Ari—. Los mensajes no son suficientes. Necesitas ser sincera, pero también darle su espacio para sanar. Esto no es algo que se arregle de la noche a la mañana.

Osvaldo, por su parte, se encontraba en un limbo de confusión. Había notado el cambio en la dinámica entre su hermana y Briana, pero no lograba entender la raíz del problema. Cada vez que intentaba comunicarse con Briana, sus mensajes quedaban sin respuesta.

—No sé qué está pasando —le dijo a Ari una tarde—. Briana no me responde y Samy está hecha un desastre. ¿Qué me estoy perdiendo?

Ari lo miró con empatía, sabiendo que la verdad eventualmente saldría a la luz.

—Osvaldo, hay cosas que no son fáciles de explicar. A veces, necesitamos tiempo para entenderlas nosotros mismos antes de poder compartirlas con otros —le dijo, tratando de suavizar el golpe que sabía que eventualmente llegaría.

El tiempo continuaba su marcha implacable, y cada uno de los involucrados luchaba por encontrar un equilibrio en medio del caos emocional. Las palabras no dichas y los sentimientos no confesados seguían tejiendo una red de dolor y esperanza, esperando el momento en que finalmente pudieran desatarse.

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Briana siguió el consejo de Angie y decidió al menos responder a Osvaldo. Había pasado mucho tiempo ignorando sus mensajes, pero sabía que no podía seguir huyendo. Angie le había sugerido ser sincera con él, pero sin revelar lo que Samantha le había confesado; eso era un asunto que Samy debía abordar por sí misma cuando estuviera lista.

Briana y Osvaldo acordaron encontrarse en su café habitual, un lugar que les traía buenos recuerdos de sus tiempos juntos. La ansiedad de Briana era palpable mientras esperaba en una mesa junto a la ventana, recordando todas las veces que habían reído y compartido secretos en ese mismo lugar. Cuando Osvaldo llegó, parecía tranquilo pero curioso, evidentemente preocupado por su amiga.

—Gracias por venir, Osvaldo —dijo Briana, tratando de mantener la voz firme.

—Claro, Bri. Me alegra que hayas decidido hablar. Estaba preocupado por ti —respondió él con una sonrisa amable.

Tomando una profunda respiración, Briana comenzó a hablar. Le contó sobre sus sentimientos hacia Samantha, cómo ella había llamado su atención en el primer stream que se animó a ver de él,donde apareció Samy, disculpándose porque él había pensado que a quien admiraba era a él. Le contó cómo cada día que iba a su casa y pasaban tiempo juntas sus sentimientos eran más claros y fuertes, no pudo evitarlo, tenía una hermana encantadora aún con su personalidad fuerte y altanera.Le relató la confusión y el dolor que había sentido al descubrir que sus sentimientos no eran correspondidos y cómo todo se había intensificado durante la fiesta.

Osvaldo escuchaba en silencio, sus ojos reflejando una mezcla de sorpresa y comprensión. Cuando Briana terminó, había un largo silencio entre ellos.

—No sabía que te sentías así, Bri —dijo finalmente Osvaldo—. Estoy sorprendido, pero no decepcionado. Creo que entiendo mejor ahora.

—Lo siento, Osvaldo. No quería lastimarte. Y siento que Samy también te haya herido de alguna manera —Briana se mordió el labio, insegura de cómo seguir.

Osvaldo suspiró y miró hacia la ventana por un momento antes de volver su mirada a Briana.

—Para ser honesto, Bri, ya había superado mis sentimientos por ti. Hace un mes que me rechazaste empezó ese proceso, y aunque fue doloroso al principio, he comenzado a conocer a alguien nuevo. Pero lo que realmente me duele es ver cómo mi hermana y tú están sufriendo por esto.

Briana frunció el ceño, sorprendida por su respuesta.

—¿Entonces... ya no sientes nada por mí?

—No de la misma manera. Me importas muchísimo como amiga, y eso no cambiará. Pero también me he dado cuenta de que ustedes dos, tú y Samy, están atrapadas en algo que podría ser resuelto si fueran honestas la una con la otra —Osvaldo hizo una pausa, buscando las palabras correctas—. Creo que ambas sienten cosas por la otra, pero lo ocultan para protegerme. No necesito protección. Quiero que sean felices.

Briana sintió un peso levantarse de sus hombros. La sinceridad y el apoyo de Osvaldo eran más de lo que había esperado.

—Gracias, Osvaldo. De verdad. No sabes cuánto significa esto para mí —dijo con una sonrisa triste.

—Solo quiero lo mejor para ti, Bri. Y para Samy también. Quizás es hora de que hablen de verdad, sin miedo —Osvaldo se inclinó hacia adelante, tomando sus manos—. Pero por ahora, sé que esto es un proceso. Tómate tu tiempo.

Briana asintió, sintiéndose un poco más ligera. Mientras terminaban su conversación, ambos sabían que el camino por delante no sería fácil, pero al menos ahora había una posibilidad de resolver las cosas.

Cuando Briana salió del café, sintió una chispa de esperanza. No todo estaba perdido. Angie tenía razón: sus sentimientos no eran malos. Y con el apoyo de Osvaldo, quizás algún día podría encontrar la manera de hablar sinceramente con Samantha y descubrir qué podría ser entre ellas.





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Faltan pocos capítulos para concluir este sufrimiento, pero viene lo peor😞

OCULTO [Rivers & I] 2DA TEMPORADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora