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Briana se preparó mentalmente para lo que sabía sería una confrontación difícil y emotiva con Angie. Sentía un nudo en el estómago, pero sabía que ya no podía postergar más esta conversación. Demasiadas preguntas sin respuesta y demasiadas mentiras descubiertas la habían llevado a este punto. Era hora de enfrentarse a Angie y exigir explicaciones.

Angie llegó al departamento de Briana unos minutos después de haber sido citada. Se notaba algo inquieta, pero aún así, llevaba su característica sonrisa amable. Al ver a Briana, intentó acercarse para abrazarla, pero Briana dio un paso atrás, levantando una mano para detenerla.

—No. Hoy no hay abrazos —dijo Briana con voz firme, su mirada clavada en Angie—. Hoy hablamos. De verdad.

Angie la miró, sorprendida, pero luego asintió lentamente, tomando asiento en el sofá sin decir una palabra. Briana se sentó frente a ella, manteniendo una distancia clara. Respiró profundamente, tratando de controlar las emociones que se agolpaban en su pecho.

—Quiero saber la verdad, Angie —comenzó Briana, su voz temblando ligeramente por la tensión—. Y no quiero más mentiras. ¿Por qué hiciste todo esto? ¿Por qué nos manipulaste a todos y me hiciste creer que Samantha me había traicionado?

Angie bajó la mirada por un momento, mordiéndose el labio como si buscara las palabras correctas. Finalmente, levantó la vista y dijo:

—Briana, yo... yo solo quería protegerte. Sabía que Samantha no era la persona adecuada para ti. Siempre estaba en su mundo, con sus cosas de Twitch, sus seguidores... No podía verte sufriendo cada vez que ella estaba demasiado ocupada para ti.

Briana la miró incrédula. —¿Protegerme? ¿Así le llamas a lo que hiciste? Les mentiste sobre mi salud, a mi sobre mis amigos, sobre Samantha. Me hiciste creer que todos estaban en mi contra, que no podía confiar en nadie. ¿Eso es protegerme?

—No, no es eso... —balbuceó Angie, tratando de mantener la calma—. Yo solo... tenía miedo de perderte. ¡Tú eres la persona más importante para mí! Cuando vi que te alejabas por Samantha, no podía soportarlo. Yo... me volví desesperada.

—¿Y pensaste que la mejor forma de mantenerme cerca era alejarme de todos los demás? —replicó Briana con sarcasmo—. ¿Haciéndoles creer que estaba enferma, que necesitaba de ti para seguir adelante? Angie, ¡eso es enfermo!

Angie soltó una carcajada nerviosa, claramente sintiéndose acorralada. —Briana, por favor, no lo entiendes... Yo solo quería estar contigo. Pensé que si tú veías cuánto me importabas, cuánto me preocupaba por ti, lo entenderías.

Briana negó con la cabeza, sintiendo una mezcla de rabia y tristeza. —No, Angie. No es así como funciona. No puedes manipular a la gente para que te quieran. ¡Eso no es amor, es control!

Angie se tensó, su expresión cambiando a una más defensiva. —¡Yo no estaba tratando de controlarte! Solo... estaba tratando de hacerte ver la verdad. Samantha no es quien tú piensas. Ella solo se preocupaba por sí misma. Si realmente te amara, nunca te habría dejado tan fácilmente.

—Ella me dejó porque tú la manipulaste también —dijo Briana con dureza—. Le enviaste esa foto falsa para hacerle creer que la había traicionado, que estaba contigo. ¿Qué clase de persona hace eso?

Angie pareció dudar por un momento antes de responder. —Una persona que te ama tanto que haría lo que fuera para estar contigo. —Su voz sonaba rota, casi desesperada—. Briana, yo... nunca quise hacerte daño. Te juro que no quería que nada de esto terminara así.

—Pero lo hiciste, Angie. —La voz de Briana era más suave ahora, pero aún llena de determinación—. Lo hiciste, y no puedes simplemente disculparte y esperar que todo vuelva a ser como antes. Has destruido relaciones, has lastimado a la gente. Me has lastimado a mí más de lo que puedo siquiera explicar.

Angie se cubrió la cara con las manos, sollozando suavemente. —Lo siento... lo siento tanto, Briana. Pensé que estaba haciendo lo correcto... Pensé que si Samantha se alejaba, tú verías que yo era la única que siempre estuvo a tu lado.

Briana respiró profundamente, sintiendo una ola de tristeza invadirla. —Eso no justifica nada de lo que hiciste. Si realmente me hubieras amado, habrías querido mi felicidad, no una versión retorcida de ella donde todos están en mi contra. —Se levantó, sintiendo la necesidad de poner fin a la conversación—. Angie, ya no puedo confiar en ti. No después de todo esto. Y no sé si alguna vez podré perdonarte.

Angie levantó la cabeza, con lágrimas corriendo por sus mejillas. —Briana, por favor... por favor, dame una oportunidad para arreglar esto. Haré lo que sea... cualquier cosa.

Briana negó con la cabeza, sintiendo un peso enorme en su pecho. —No es tan simple. No puedes simplemente arreglar esto con palabras. Has roto algo que no sé si se puede reparar.

Con esas últimas palabras, Briana se dirigió hacia la puerta, abriéndola para que Angie se fuera. Angie, todavía sollozando, se levantó lentamente y se dirigió hacia la salida, deteniéndose un momento antes de salir.

—Solo... por favor, no me odies —susurró antes de salir por la puerta.

Briana no respondió, cerrando la puerta detrás de Angie y apoyándose contra ella, dejando que las lágrimas finalmente fluyeran. Había sido un enfrentamiento doloroso, pero necesario. Ahora, con la verdad finalmente expuesta, tenía que encontrar una manera de seguir adelante y sanar las heridas que Angie había dejado en su corazón. Sabía que sería un proceso largo y difícil, pero por primera vez en mucho tiempo, sentía que había dado el primer paso hacia la verdadera curación.




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De telenovelas este pedo

OCULTO [Rivers & I] 2DA TEMPORADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora