Las ramas chocan contra el ventanal con violencia guiadas por el fuerte viento que provoca el fenómeno atmosférico. En la televisión hablan sobre la tormenta mientras piden a todos que se mantengan en casa por seguridad.
Sin embargo, aún estando sentado en cama frente a la ventana, ¿Por qué me siento tan vulnerable?
No es un deja Vu, es solo otro otoño que se torna igual que los pasados incluso si esperaba que fuera distinto por muchas razones. Sin mucha emoción tomo mi mobil y aunque estoy a punto de marcar el mismo número de siempre, lo pienso.
Ella no va a contestar, y yo ni siquiera sé qué decir.
Esa es la razón por la que abro el cajón de la comoda y lo dejo en su interior, evitando sentirme afectado por los recuerdos de las últimas semanas que tornan cada vez más este otoño como un marco de sucesos lamentables.
En lo que me he convertido estos días me ha llevado a volver a casa de mi padre pero ni siquiera le hablo, y no porque vaya a llamar mi atención sino, por miedo a hacerlo sentir avergonzado.
Mi cuerpo cae sobre el gélido colchón y miro al techo vacío intentando aclarar mis ideas.
—Sinceramente... ¿Vivo condenado a esto por siempre? Estoy cansado.
No espero respuesta porque sé que no soy capaz de darla, así que mi mejor opción es cerrar los ojos y dejar que el sueño se apiade de mí y evite que me siga transtornando al menos por algunas horas.
***
Mis ojos duelen cuando me pongo de pie tambaleando debido al sueño y los abro, siendo encontrado de inmediato por los violentos rayos de sol.
—¿Qué hora...?
Voy a la comoda y saco mi teléfono, sentándome en la cama poco después.
4 de la tarde, ¿Cómo pude dormir tanto?
Busco mis pantuflas debajo de la cama y luego de ponermelas, salgo de la habitación. El lugar se encuentra en total silencio y eso se me hace extraño.
—¿Papá?
No obtengo respuesta incluso si toco la puerta de su oficina, voy a la sala y tampoco veo señales de él, así que me dirijo de inmediato al único lugar donde podría estar.
—Pap...
Mi llamado no termina, dos lugares fueron servidos en la mesa aparentemente con la intención de que comiéramos juntos. Puedo notar un papel adhesivo pegado sobre la silla en la que suelo sentarme, así que camino hasta ella y lo tomo, leyendo con cuidado:
"Hice tu comida favorita, ¿Estabas muy cansado? Lamento no haberte esperado, comamos juntos esta noche."
Me siento culpable al palpar su preocupación en cada palabra. Quizá no lo diga, pero he notado cada uno de sus intentos por animarme durante estos días. En mi afán por evitar que se culpara por lo que sucedió, decidí que hacerme cargo de ello era más factible pero eso solo lo hizo pensar que no confío lo suficiente en él.
El timbre de casa suena y miro con curiosidad, ¿Quién podrá ser a esta hora?
Incluso si es una casa enorme, nadie más vendrá a abrir la puerta a menos que lo haga yo, pues el personal de servicio viene únicamente cuando no estoy en casa. Camino sin prisa a la entrada y una vez salgo, solo puedo caminar un poco hasta el gran porto antes de ver a las 4 personas que me miran con arrepentimiento.
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Quizá, el próximo octubre
RomanceMichael Stewart no solo destacó por su inteligencia, belleza y su posición en la sociedad al ser hijo del abogado penal más famoso de la ciudad, sino también por el rumor de que este... tiene un miedo irracional hacia las mujeres que no le permite s...