Elena:
Elena: No eres tan inteligente como creía.
Entrecerró los ojos, dando un paso más, podía sentir su respiración, no quería provocarlo, Dimitri si era de temer, con él ni de broma le hablaría como lo haría con Guido.
Elena: Como Fiscal Suprema, tengo toda la autoridad para establecer leyes para la mafia.
Dimitri: ¿De que hablas?
Elena: Así como tú te has atrevido a meter en el hospital dro..ga como medicamento, tengo el poder para hacer Leyes de la Mafia.
Enredó sus dedos en mi cabello atrayéndome hacia él, metí mis manos tocando su abdomen, pero sus labios se fueron hacia mi frente presionando con fuerza. Se apartó bajando la mirada hacia mi. Me soltaba el cabello con una sonrisa que parece que le gustó lo que le había dicho.
Dimitri: Nunca te haría daño.
Elena: Ahora lo dudo. ME APUNTASTE CON UN ARMA.
Dimitri: Lo volvería hacer si veo que tienes dudas.
Crucé los brazos, si, como supuse, Dimitri no juega con esas cosas, podía pasarme cualquier cosa, hasta desplantes o niñerías mías, pero tratando de negocios las cosas cambiaban. Cada uno estaba echado a perder a su manera, la diferencia es que por el giro que tienen en sus negocios no podían confiar ni en su misma sombra.
Tomé la carpeta negra con todo lo que tenía en su interior, la abracé mirando directamente a Dimitri, tenía que mantener mi confianza en ellos, no podían dudar de mi en estos momentos si estoy aquí es por algo que ellos así lo decidieron. Caminé hacia la puerta, era momento de empezar a prepararme para la salida con las chicas, abrí la puerta.
Dimitri: Elena.
Di la media vuelta, viendo como Dimitri guardaba su arma, rodeaba la mesa tomando el respaldo de la silla sentándose, sacó la cajetilla de cigarrillos encendiendo uno, señaló si quería uno, negué con la cabeza, la dejó sobre la mesa inhalando a profundidad. Sacó el humo mirándolo.
Dimitri: ahora nos perteneces.
Elena: ¿Cómo?
Dimitri: si fueras más inteligente hubieras leído las clausulas de lo que acabas de firmar.
Entrecerré los ojos, ahora usaba mis mismas labras. Abrí la carpeta…
Dimitri: No eres de mi propiedad, pero al firmar, te hace parte de nosotros, y la confidencialidad es muy importante entre Abogado- Cliente. Eso tú nos lo has enseñado. Así que antes de informar a Bastian de algo, de cualquier cosa, pasa primero ya sea con Daemon, Guido o conmigo. Si descubro que sale información que Bastian no debe saber, tendrás consecuencias.
Elena: Quedamos que se le debe informar, él siempre debe estar al tanto.
Dimitri: Ya no de lo que pase entre nosotros. No te digo que no le informarás.
Le dio un toque al cigarrillo, sonrió sacando el humo, se levantó caminando hacia donde me encontraba que era la salida, se acercaba demasiado a mi, nunca me había sentido intimidada por nadie, pero Dimitri no me la estaba poniendo para nada fácil, es de esos hombres más buen del mundo pero en un dos por tres pasaba a ser el demonio que muchos tenían, no lo había en su máximo esplendor, pero ya con lo que estaba viendo me era suficiente. Reposó su mano sobre la puerta, escuché que la cerró sin tanto ruido, dejó un beso pequeño en la punta de mi nariz…
Dimitri: si llego a descubrir, que le informas a Bastian de algo que no debiste, no habrá segunda oportunidad. Estas hecha para la convivencia con nosotros, lo veo Elena, tienes potencial, pierdes el control muy fácilmente, no cedes, no le temes a muchas cosas.