Elena:
Cerré los ojos al sentir este maravilloso beso en mi frente, luego otro en la punta de mi nariz y por último uno en mis labios.
Un beso lleno de ternura no dejando de ser perfecto y lleno de pasión, mis labios recorrían los suyos sin detenernos, nos apartamos queriendo tomar los dos un buen de aliento, nos hacía tanta falta, vi hacia el cristal el brillo tan hermoso de nuestros ojos ya no estaba.
Lo miré de reojo, estaba tranquilo, ya no tan acezante. Me removí de su lado sentándome en la cama, él me miró sin apartar sus ojos de mis se…nos que los iba acariciando apretando un poco en forma de juego.
Elena: ¿Un hijo?
Ya no veía mis pechos, ahora me estaba mirando a mí. No me decía un “Me equivoqué” “No eso quise decir” por el contrario, bajó su mano reposando su codo en la cama, asintió con la cabeza, tragué saliva al confirmar su respuesta de sus palabras.
Guido: Uno de nosotros dos.
Elena: Tengo 5 hijos.
Guido: Yo, dos.
Elena: Alexandra a penas tiene 5 meses.
Guido: el nuestro estará recién nacido, ¿No quieres?
Tragué saliva, no era algo que fueran paquetes de palomitas, era un bebé lo que me estaba pidiendo.
Guido: Siendo honestos solo serían realmente 3 hijos los que tienes, Alexander es un embarazo, los gemelos es otro embarazo y Alexandra en otro embarazo, tienes a Kenji por regalo de Dios, y tienes dos más.
Sonreí asintiendo con la cabeza, viendo de ese lado se escuchaba muy alentador, crucé mis piernas recostándome boca abajo sobre la cama, mis manos sostenían mi rostro.
Elena: Un hijo, no, ammm, no me esperaba que quisieras.
Guido: Eres mi esposa, la madre de mis dos hijos y de los 5 tuyos, un mafiosito más no nos cae mal.
Reí negando con la cabeza, sus dedos rosaban la silueta de mi espalda, sacudí mi cuerpo al erizarme tan deliciosamente.
Elena: Bastian se va a molestar.
Rodó los ojos apartando sus dedos sobre de mi, sujeté su mano haciendo que me mirara, llevé su mano hacia mi boca mordiendo su dedo de en medio, una ligera sonrisa se pudo lograr dibujar, metí todo su dedo en mi boca…
Elena: Bastian no es malo, lo quiero, es el hermano que nunca tuve. Lo quiero mucho y más por estar casado con mi mejor amiga.
Guido: Eso lo entiendo, pero hay cosas que no apruebo y no aprobaré, el que se quiera meter en tu vida y seguir manejando es lo que no tolero.
Asentí con la cabeza, entendía perfectamente a Guido así como al mismo Bastian, cada uno tenía su razón a su manera.
Elena: Aunque no lo creas, entiendo a Bastian, él me vio crecer como profesional, como persona y como mujer, al estar casada con uno de sus mejores amigos no fue fácil, pero perderlo, lo dejó con ese vacío en el corazón cuando pierdes a alguien que quieres, Bastian juró cuidarme y protegerme de que nada me pasara, tanto que esa parte es la que siento que le cuesta mucho trabajo de soltar y pensar que no está cumpliendo su promesa a…
Guido: Alexander… dilo Elena, no me molesta que menciones el nombre del que es el padre de tus hijos, nunca pienses que debas callar su nombre. Alexander fue un excelente ser humano, te cuidó, decidió dedicarse en cuerpo y alma a ti, eso se lo agradezco, por que hizo una mujer fuerte, dependiente y sobre todo una madre ejemplar.