Guido:
Negué con la cabeza, eso era imposible, nada de lo que Natalie dijera era cierto, salí de la villa, necesitaba aire, necesitaba respirar, esta situación con Natalie pudiera complicar todo.
Di un fuerte golpe a uno de los troncos del árbol, no me importaba sentir dolor en este momento, las cosas no se podían ser como se están dando. Reposé mis manos en el árbol, cerré los ojos queriendo controlar el humor que ya traía de la mañana y todo por culpa de Natelie. Di la media vuelta reposando mi cuerpo sobre el tronco, miré hacia el frente viendo a Natalie que venía con una sonrisa. Crucé los brazos y las piernas esperando que se acercara.
Natalie: ¿Molesto?
Negué con la cabeza, la miraba fijamente, no había nada que me hiciera cambiar de decisión… he pasado por una situación similar con Beida, las dudas, las preguntas que tenía en este momento era si era mío, reí desviando la mirada, claro que tenía que ser mío, al menos ella diría eso.
Natalie: Pensé que te alegraría.
Guido: Tú y yo sabemos que lo que has dicho delante de todos es mentira. ¿verdad?
Se acercó acortando demasiado la distancia, rosó su dedo índice sobre mis labios, se acercó aun mas rosando sus labios con los míos bajé mis manos tomándola de la cintura, rodeó sus manos en mi cuello.
Natalie: Sabes que es cierto.
Asentí con la cabeza, acariciaba su cabello suavemente, su sonrisa era de completo enamoramiento, pero solo por parte de ella.
Guido: Sabemos que no.
Se le iba borrando la sonrisa poco a poco, ¿a quien quería engañar? No estaba para estos juegos… mis labios rosaban la comisura de sus labios, la atraje hacia mi dejando un beso en sus labios, enredó sus dedos en mi cabello, su beso no era más que comprobar la realidad de sus palabras, se iba acalorando bajando una de sus manos hacia mi miembro acariciando. Me aparté de ella lentamente, abría sus ojos, la observaba detenidamente, rosé mis dedos sobre su mejilla.
Guido: Que te revise Dimitri.
Natalie: No, tengo cita con Siena, me gustaría que me acompañaras.
Guido: De acuerdo… me parece bien, hoy mismo vamos a ir. ¿Te parece?
Natalie: Todo sea por que estes tranquilo. Vamos a ser padres.
Sentía fuertes punzadas en mi corazón, si eso era cierta, tendría que acceder, pero si solo lo estaba inventando espero que tenga un buen motivo para hacerlo… No quería que pensara que las cosas pudieran seguir, se lo había dicho pero ella no lo estaba aceptando, así que siento que el tema del embarazo solo es para retenerme.
La atraje hacia mi abrazando, cerré los ojos con fuerza dejando un beso en su frente.
Guido: ¿Por que no me lo habías dicho?
Abrí los ojos cuando ella se apartó, levantó su mirada hacia mi acariciando mi pecho, su caricia no me producía ninguna reacción, las veces que hacíamos el amor era más por mis ganas de querer calmarlas no por que sienta algo por ella.
Natalie: Te fui a buscar esta mañana, pero estabas con esa…
Guido: Elena… llámala por su nombre.
Natalie: La tenías abrazado.
Guido: No es lo que parece, solo que se quemó y necesitaba atenderla.
Bajó la mirada negando con la cabeza…
Natalie: No parecía que la curabas.
Guido: Elena es así, es muy cariñosa, no hay nada de que preocuparse.