Terzo:
Llegamos al hospital, me bajé a toda prisa, entré con desesperación en la puerta principal del hospital, todos me miraron con algo de miedo, levanté mi arma apuntando a las personas que estaban frente de mi.
- Aaaaaahhhh….
- Nos van a matar.
- Cúbranse…Doctor: Señor…
Di varios pasos hacia el doctor que me había dirigido la palabra, presioné con fuerza el arma en su pecho.
Terzo: UN MALDITO MÉDICO, TENGO A UN HERIDO Y LO NECESITO CON VIDA.
Doctor: Señor Tranquilícese, esto es un hospital.
Terzo: ME IMPORTA UNA MIERDA… HAGA LO QUE DIGO O TODOS LOS QUE ESTAN AQUÍ MORIRAN…
Una de las enfermeras levantó el auricular, pasé hacia la enfermera.
PUM!!!
- AAAHHHH….
- AHHHH…Las personas que estaban se iban cubriendo con lo que tenían otros corrían por todos lados, la pared quedó completamente manchada de sangre, miré al Doctor que estaba espantado de ver lo que había hecho.
Terzo: ¡¡AHORAAAAA!!!
Jalé al doctor del hombro empujando hacia afuera, él no hacía por resistirse, acabaría con su vida si no ayudaba a Azael, así que lo necesitaba… abrí la puerta viendo a Azael que estaba con mucha sangre.
Doctor: UNA CAMILLA, DOS ENFERMEROS Y EL DE TRAUMA.
Terzo: Así me gusta, usted y yo nos vamos a llevar muy bien. Lo necesito con vida.
El doctor, entró en la parte de atrás revisando a Azael, estaba atento lo que pudiera hacer, apartó su chamarra viendo que la herida estaba cerca del corazón…
Malditos Italianos, mil veces malditos, todos mis planes lo han echado a perder con esto… Azael no puede morir, sé todo lo de él con Elena, así que me es muy útil que esté con vida.
Los enfermeros y otro médico llegaron, el doctor bajó dando instrucciones. Los enfermeros asintieron entrando para bajar el cuerpo de Azael. Lo iban bajando con mucho cuidado, el médico le puso en transfusor, lo iban llevando dentro del hospital, sujeté al doctor del brazo…
Doctor: Tengo que entrar, es una herida de bala y necesita atención urgente, como se dio cuenta perdió mucha sangre.
Terzo: Entraré con usted para asegurarme que su vida esté en buenas manos.
Doctor: No puede señor, es un área restringida.
Terzo: HE DICHO QUE ENTRARÉ.
Puse el arma en su espalda empujándolo, él caminaba a paso apresurado, los de seguridad ya habían llegado en la entrada, pero el doctor levantó la mano evitando una confrontación.
Doctor: Todos a su lugar. Me encargo del hombre.
Sonreí viendo a las enfermeras que estaban llorando por su amiga, pasé frente a ella haciendo persignando. Reí con fuerza, que escucharan que no me importaba la vida de una menos, una más, así que todos los de aquí que piensen que acabaré con su vida.
El doctor empujó unas puertas, me miró cediendo el paso. Caminamos un poco más al ver que entraba en una sala, las enfermeras dentro se sorprendieron al verme con el arma en mano, se miraban entre si, tomé un cubre bocas poniendo, el doctor en cambio se iba vistiendo para asistir a la operación.
Todos con los nervios, pero la advertencia vendría cuando entre con ese doctor, aquí nadie manda más que yo. Así que si tenía que matar a cada uno de los que estaban dentro, lo haría. El doctor me miró.