Elena:
Las puertas se abrieron, estaba mirando por ambos lados, varios médicos y enfermeros junto con otros del personal salían, me acerqué hacia una de las asistentes que estaba en una llamada, reposé mi cuerpo sobre el mostrador le sonreí, la chica levantó una ceja con la duda de que haría en este lugar.
Asistente: Señorita, no puede estar en esta ala.
Elena: busco al Doctor Gino Belfiore. Soy la abogado del Director Dimitri Fiorelli.
Asistente: Por supuesto, la segunda puerta…
Di un brinquito caminando hacia donde me habían dicho…
Elena: Veamos… segunda puerta… segunda puerta. Aquí es…
Abrí la puerta… Me quedé en medio del marco, Gino soltó a una de las chicas que tenía abrazado, me miró fijamente pasando hacia la doctora.
Gino: Elena.
Miré a la chica, recordando las palabras de Guido “Te recuerdo que trabaja en un hospital donde abundan las mujeres hermosas, las mujeres que solo están con un hombre sin compromiso”. La doctora se apartó extendiendo su mano…
Yanise: Yanise Martini. Soy Doctora general.
Entré mirando su mano de la doctora, que tuvo que bajarla al ver que no le había dado el gusto de tocarme, mi atención se fue hacia Gino que estaba serio, claro no se esperaba que fuera la que subiera y entrara.
Elena: Yanise… De los restaurantes Martini.
Yanise: Si. ¿Los conoces?
Elena: No, espero nunca conocerlos. Me dejas a solas con el Doctor Gino.
Sonrió asintiendo con la cabeza, miró hacia Gino, reposé mi cadera en el borde de mesa. La seguí con la mirada, hasta que vi que se cerró la puerta.
Elena: (sonriendo) ¿Es tu manera de decir que te gustaría algo formal?
Gino: No estaba haciendo nada malo.
Elena: Vaya…
Levanté una pierna viendo la manera de sentarme en el escritorio, lo logré reposando mis manos a los lados…
Elena: en verdad que tienen una manera de ver las cosas los hombres.
Se acercó con una sonrisa, me tomó de la cintura, cosa que de inmediato aparté sus manos de mi.
Gino: No estaba haciendo nada malo, es más quien debería estar así soy yo.
Elena: ¿Tú?
Gino: ¿Qué fue eso? “Elena es toda una mujer” ¿Te acostaste con Guido? Digo por que a mí siempre me dijiste que no podías… Que tus hijos por aquí y tus hijos por allí.
Lo empujé haciendo que se aparte de mi, ¿Cómo me podía decir eso?
Elena: ¿Cómo te atreves a decir eso?
Gino: La única vez que estuvimos apunto de hacer el amor, saliste corriendo de mi cama. Pero con Guido a la primera te metes a la suya…
(Escuchen: Zombie, Ran- D)
Levanté mi mano soltando una fuerte cachetada… se tambaleó dando pasos hacia atrás, levantó su mirada hacia mi demasiado enojado.
Elena: No voy a permitir que me hables de esa manera… No me lo hubiera esperado de ti, DE CUALQUIER OTRO SI LO HUBIERA HECHO PERO DE TI NUNCA…
Masajeaba su mejilla donde lo había golpeado, su mirada al menos la de él para nada me intimidaba, caminó apresurado, di varios pasos hacia atrás, chocando con la mesa. Me sujetó con fuerza miraba hacia los lados queriendo que me soltara.
