Elena:
Miraba todas las armas que estaban sobre una de las mesas, Sae y Elliot estaban armando algunas, me acerqué sigilosamente al ver que no eran las armas que siempre me había imaginado que existían, por el contrario, estas eran con el logo de los 'Ndrangheta… sostuve una, sonreí a Elliot que se veía super atento, levantó una ceja de advertencia que no se me ocurriera disparar, en mi mente no estaba eso para nada.
Elena: Es ligera.
Elliot: Para la facilidad si.
Elena: mmm, no pues para mi ni fácil ni ágil sería.
Sonrió negando con la cabeza…
PLAF!! PLAF!! PLAF!!
Di la media vuelta mirando a esos mangazos de hombres que venían, claro que mis ojitos se iban a uno en especial, platicaba armoniosamente con la Valen que terminó por empujarlo ante una broma que le había dicho.
Dimitri: MUY BIEN… MUY BIEN…
Sae y Elliot dejaron las armas sobre la mesa quedando de pie, cada uno tenía cosas por hacer, aquí venían las lecciones que para nada eran como me las hubiera imaginado, Daemon pasó su brazo sobre mi hombro atrayéndome muy cerquita de él, Guido con precaución pasó la mirada hacia nosotros, pero manteniendo la cordura, tampoco es que me quiera celar con el Daemon…
Daemon: (susurrando) hasta los ojos te brillan.
Elena: Tengo que aprovechar el regalo que me dio Dimitri. Además tú no te hagas que lo mismo hacen.
Daemon: Claro, nosotros estamos hechos para alimentarnos de nuestras mujeres.
Lo miré prestando atención a sus palabras, eso mismo me había mencionado Guido en un momento. Que las mujeres los alimentamos, pero ajá… ¿Cómo es eso? Es cierto que se habla mucho de su sistema diferente, pero en que consiste, sepa la bola.
Bajó su brazo cediendo el paso.
Dimitri: Tendremos que retomar las prácticas, tenemos una nueva integrante en el equipo, no es como nosotros.
Guido: Aún.
Mordí mi labio inferior al escuchar a mi hombre y con esa miradita me decía que en algún momento pudiera pasar a ser como ellos, cosa que veo demasiado lejano, pero que había esa posibilidad.
Dimitri: cierto, muy cierto, Elena aun no sabe lo que es la convivencia real con nosotros.
Elena: Espera… he estado conviviendo con ustedes.
Valentina: Claro, pero no como la asesina que pudieras ser.
Di un paso hacia atrás chocando con el cuerpo de Daemon, eso no era lo que quería, yo no quería quitar vidas, no, eso si que no lo haría, me mantendría al margen de eso.
Guido: Todos hemos pasado por cambios diferentes en nuestra vida, unos se han ido, otros nos hemos quedado, así que solo con la experiencia podremos formarnos. Eso te incluye Elena.
Elena: ¿Qué pasa que no quiera matar? No estoy hecha para eso.
Guido: ¿Cómo sabes?
Dimitri: Con Yanice, lo pensaste mucho, pero terminaste haciendo.
Rodé los ojos, solo recordar ese momento donde me obligaron me daba más coraje, Valentina caminaba frente a mi, se detuvo mirándome a los ojos, reposó sus manos en su cadera sonriendo de manera que mejor para que había dicho eso.
Valentina: Cuando tengas un enemigo de frente, o es su vida de él o la tuya. Conocerás cada paso en falso que ese enemigo ha hecho, no entrarás en blanco. Pero si quieres ser mejor la que acaben con ella, pues entonces solo se lo haces saber, no des batalla, no te defiendas, verás que tendrás una muerte rápida.