Guido:
Miraba fijamente la pantalla donde estaba Bastian y Elena, no tenía ganas de apartar la mirada de ellos, observaba la manera de abrazarla, negué con la cabeza sorprendido de la manera que le habló defendiendo lo que tenía que ser, que como bien dice Bastian la manera de habernos casado no era el correcto pero Elena no se dejó derrumbar en ningún momento.
La miré de reojo al ver a Willow reposar en un lado mío, sonrió viendo la misma imagen que yo.
Willow: Siempre lo he dicho Elenita es una Sol.
Guido: Lo es. Me sentía un poco mal por hacer las cosas sin enterarla.
Sonrió rodando los ojos apretó mi mano, acaricié sus dedos con mi dedo pulgar, ella dejó un beso en mi mejilla mirándome fijamente.
Willow: Elena es grandiosa, pero no creo que te hayas sentido nada mal, sino, se lo hubieras hecho saber, pero la querían en tu cama… ya sea siendo o no tu esposa.
Guido: No la toqué hasta después de firmar su contrato.
La solté mirando a Dimitri que estaba con los químicos empezando a homogenizarlos. Bajé la tapa de la portátil. Me levanté respirando profundamente. Dimitri sin levantar la mirada más que juntando los químicos para la próxima producción.
Dimitri: Ya tienes la aceptación de Bastian.
Reí pasando de sus palabras, caminé hacia la puerta.
Willow: ¿Te vas?
Dimitri: Mmmm, va por la pollita.
Guido: No, tengo que hacer esta remesa.
Levantó la mirada Dimitri dejando ver a lo que me refería. Los dos sonrieron al ver a lo que me refería.
Willow: Tenemos el fin de semana para entrenar a Elena, el lunes es el viaje.
Dimitri: Con Bastian y Renata aquí es complicado.
Guido: No la dejarán.
Dimitri: Eres el esposo, solo di que tienes ganas de hacer el amor todo el día con ella. Verás que no se opondrán.
Guido: Así lo hacen ustedes…
Dejé los activos caminando hacia la puerta, pasé mi mano abriéndose la puerta, salí dejando cerrarse la puerta. Apresuraba el paso, claro que quería saber que Elena estuviera bien y que no la hagan sentir mal por todo lo que se habían dicho y la manera tan imprudente de golpear a Bastian, eso si era de preocuparse. Vi salir del despacho a Bastian, él me miró cediendo el paso a Elena, su pequeña sonrisa divertida se fue directo hacia mi.
Bastian: Están casados, no de la manera que hubiera preferido, debiste acudir a mi como el hermano mayor de Elena y entonces debí decir si o no para entregar su mano.
Suspiré conteniéndome de las palabras de Bastian, que más pudiera contestarle. Elena parecía disfrutarlo.
Bastian: En serio no tengo que decirte que tiene como esposa a Elena, la aprecio mucho, la vi crecer siendo toda una profesional y emocionalmente.
Dio un paso hacia mi, Elena se removió acercándose un poco más…
Bastian: Le pones una sola mano encima, la haces sufrir… la lastimas o haces algo en su contra, quizá me mates a la primera, pero te daré batalla y sabes muy bien por que lo digo, no estoy dispuesto a que lastimen a los míos.
Guido: No tienes que preocuparte, seré quien atienda muy bien a mi esposa.
Bastian: Sharon y Roberto deben estar enterados.