𝗠𝗶𝗻𝗲 - 𝗵𝗲𝗲𝗷𝗮𝗸𝗲 ׄ ⪦̮

grubby ꩟

Ya había pasado lo más fácil. Ahora venía lo difícil, sacarse de su cabeza esa sensación.

Estaba sentado en el asiento de copiloto solo con la camisa que la señora Seo le había hecho porque Heeseung se puso violento cuando quiso ponerselos, tenía miedo de la mano que se encontraba en la palanca en cualquier momento podía ponerla en sus muslos.

Si lo que Heeseung quería era inyectarle miedo, pues, lo consiguió con éxito.

Temblaba cuando lo veía, cuando lo rozaba, cuando hablaba, cuando lo miraba, cuando sonreía, cuando se movía. Cuando hacía cualquier cosa, el miedo se instalaba en todo su sistema.

Tenía que salir lo más pronto posible de este cautiverio, y lo iba a hacer apenas llegando a la mansión. Iba a correr como un guepardo, lo más rápido posible.

Así que cuando vio que las rejas se abrían para volver a meterlo en su jaula, sin pensarlo, abrió la puerta del copiloto y corrió.

Estaba sin pantalones, pero no le importó.

Podía escuchar a Heeseung correr detrás de el y gritar su nombre pero su voz se escuchaba nublada, Jaeyoon tenía que conseguirlo, tenía que huir.

Ya estaba lejos del pelinegro, sus gritos se escuchaban lejanos y entonces se permitió caminar para recuperar energías. Estaba cansado ya que nunca en su vida había corrido así de rápido, sonrió un poco, podía saborear la libertad.

Pero, para su mala suerte.

Chocó con el pecho de un hombre, este examinó su cara y cuando lo reconoció. Lo tomó de la muñeca y lo arrastró, casi igual como lo hizo Heeseung hace unas horas.

Se removió y forcejeó... Estaba tan cerca y tan lejos de su libertad, solo se resignó a ver la luna que brillaba más que nunca. Al menos, fantasear que salía de su cautiverio era válido, debía prepararse mentalmente para los horrores a los que se enfrentaría.

–Deberías de dejar de intentar escapar de mi angelito–lo tomó del cuello bruscamente–Al menos ya no vas a dormir en esa habitación asquerosa y vas a dormir en esta, que es mil veces más cómoda–lo soltó–Algunos días vas a tenerla solo para ti por cuestiones de trabajo–tocó la punta de su nariz suavemente.

Jaeyoon estaba muerto por dentro, miraba el fuego deterioraba la vida de la leña, así como Heeseung.

Heeseung era el fuego que le tiraron encima de la nada y Jaeyoon era la leña, que era consumida con el pasar del tiempo por el fuego hasta dejarla hecha cenizas; la leña no podía hacer nada, tenía el fuego encima y no había manera de quitárselo. Vivirá hasta que el fuego termine con su vida.

–Está bien–respondió sin ninguna emoción.

–Así me gusta ángel–sonrió y se fue, a lo que el suponía, era el baño de la habitación.

Podía sentir sus manos todavía quemando su piel y su aparato dentro de el, aunque le hubiera gustado si no lo obligara. Así sería más difícil enamorarse, ya debería irse preparando mentalmente cuando Heeseung lo mate en invierno.

El pelinegro siempre quería más de lo que Jaeyoon tenía para ofrecerle, no podía esperar a que el castaño estuviera listo. El tenía que apresurar las cosas, el tenía que hacer las cosas a su ritmo, él era Heeseung estaba trastornado ¿Qué esperaba de un hombre así? Rompió en llanto por imaginarse a una versión de Heeseung que nunca existió, un Heeseung que iba a mejorar por el cuando le demostrara en invierno que se enamoró de el

El Heeseung verdadero no era así.

Iba a vivir maltratado y obligado a hacer cosas que no quería, entonces, considerando sus opciones, la más bonita era morir.

Esperaría con ansías el día de su muerte.

Le dolía tener que dejar a sus seres queridos y a Layla, pero el no quería esa vida por más egoísta que fuera, el prefería morir y esperaba que respetaran su desición.

La desición que Heeseung lo empujó a tomar.

El camino más fácil.

perdón amigos, pero no puedo llorar solo.