No sabe cuantas lágrimas brotaron de sus ojos, ni cuantas horas pasó sentado en el frío asfalto de un callejón con su llanto lastimero.
Pero aún así no había nadie capaz de acabar con el dolor que había entre sus piernas, ¿Le tenía que pasar esto para madurar finalmente?
Al llegar a su descuidado notó la ausencia de sus padres como siempre, tal vez volverían la semana que viene o dos días después eran impredecibles. A pasos lentos por el punzante dolor de su parte baja entró a la habitación donde se encontraba su hermanita sentada en las tablas de madera del suelo viendo el único canal que había ahí, se sintió mal al no poder hacer nada para cambiar la situación. Yunah merecía ver algo mejor que las crudas noticias que pasaban por ese canal.
La pelinegra corrió a abrazar sus piernas ya que no llegaba con emoción siempre estaba feliz de ver a su hermano mayor, a su guerrero de armadura fuerte que siempre estaba ahí para protegerla de todo los monstruos que querían hacerle daño. El ver a Heeseung como la única persona capaz de protegerla surgía por las acciones de sus padres que la atemorizaban y casi siempre, antes de que la golpearan, Heeseung la ponía detrás de el listo para recibir una paliza por el atrevimiento.
–¿Cómo te fue hermanito?–cuestionó la pequeña viendo con sus grandes ojos oscuros a su hermano.
–Me fue... Bien–sonrió aunque no tuviera las fuerzas para hacerlo, todo por no preocupar a su hermanita–Tuve algo de suerte, pude conseguirte un pan–se sentó en la orilla de su cama con mucho esfuerzo–Toma, no tienes que compartirlo esta vez–extendió su brazo esperando a que la niña se acercara.
Sintió su cuerpo ser llenado de cariño al sentir los pequeños labios de su hermana hacer contacto con su mejilla, si, valía la pena arriesgarse tanto para recibir la hermosa sonrisa de ella.
La observó sentarse en el lugar donde se encontraba inicialmente con el pan en sus manos. La lava círculo por sus venas al imaginarse escenarios en los que, la inocencia de Yunah era profanada de la peor manera más inhumana y asquerosa; su pobre flor de lis magullada, pisoteada, dañada por los pies de un hombre con otras intenciones.
Su pobre alma manchada no estaba enterada de todo el daño que le harían más adelante por diferentes personas que de alguna forma, confío en ellas.
Sentía sus grandes manos jalar su cadera hacia abajo y hacia arriba, recorrer sus piel, taparle la boca; sus labios besando su espalda desnuda, su boca, sus hombros y su miembro rompiendo sus adentros.
¿Es porque era una buena persona? Siempre recibía malos tratos, comentarios y experiencias solamente porque fue optimista ante una situación realmente mala por querer proteger la sonrisa de su hermanita menor.
¿Tenía que volverse mala persona?
El rubio despertó desconcertado al no sentir la figura del más alto a su lado en la cama que compartían, Heeseung aprovechaba los momentos que tenía junto a el porque eran limitados y de muy poca duración.
Escuchó su voz desgarrada a través de las paredes no logrando entender lo que decía podía distinguir que estaba tintada de un sentimiento profundo, fuerte algo que interrumpió el sueño de los dos. Bajó cuidadosamente los desgastados escalones de madera para no despertar a los que aún se encontraban en los brazos de Morfeo, entró a la oficina del pelinegro encontrando algo que no se imaginó ver.
Aunque odiara a Heeseung todavía quedaba algo de amor por el, así que se acercó a el y tomó asiento en el suelo.
–¿Qué haces? Son las 3 de la mañana–soltó bajó los efectos del sueño aún.
Su reclamo se mezcló con el aire que circulaba en la oficina siendo totalmente ignorado. Heeseung pasó a murmurar en voz baja sin dejar de acomodar fotos viejas en el suelo, el rubio hizo una mueca confundida al no entender porque organizaba las fotos a esta hora tan desesperado entonces, una vez más, decidió hablar de nuevo pero endulzando su tono y cambiando sus palabras.
–Heeseungie son las 3 de la mañana mi amor, puedes hacer eso más tarde sin hacerle un daño a tu salud–cambió su expresión confundida a una de ojitos de cachorrito para tratar de convencer al pelinegro–Vamos a dormir con Riki cielito–abrazó su brazo.
Al terminar la oración pudo oír sollozos desgarradores que lo alertaron, sabía que el padre de su hijo lo necesitaba aunque le haya hecho daño y lo odiara. Olvidando todo lo que le hizo, lo abrazó y susurró a su oído palabras dulces llenas de cariño que podían actuar como una bandita en el dañado corazón de Heeseung se mantuvo ahí, abrazándolo, hasta que el cuerpo contrario dejó de estremecerse.
Le apartó delicadamente los mechones que entorpecían la vista del mayor para dedicarle una mirada comprensiva y melosa la que sabía que necesitaba en este momento. Mañana le preguntaría que fue todo eso, Heeseung tenía muchos secretos sin contarle.
Jaeyoon no sabía que hacer con Heeseung.
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𝗠𝗶𝗻𝗲 - 𝗵𝗲𝗲𝗷𝗮𝗸𝗲 ׄ ⪦̮
FanfictionDonde Jaeyoon lucha contra un cambiante Heeseung, sin saber que esperar. ☆ heejake. ☆ angst, romance, temas delicados. ☆ historia editada. azael 𖹭's enhypen.