𝗠𝗶𝗻𝗲 - 𝗵𝗲𝗲𝗷𝗮𝗸𝗲 ׄ ⪦̮

idiot ꩟

Al ver a la rizada ponerse en posición, el suspiró, ahí atrás estaba su objetivo ¿Por qué no lo dejaba irse y ya?

– ¿Sabes qué? Me voy a sentar a ver como Heeseung pelea –se sentó en el primer peldaño de la escalera.

Danielle lo vió con una ceja alzada y bufó molesta, no se esperaba esto pero al percatarse de la mano del rubio acariciar su vientre, lo entendió todo, por eso no iba a enfrentarse a ella.

Por otro lado, Heeseung peleaba fuertemente contra el italiano que poco a poco se cansaba al no tener tanta energía como el pelinegro. El italiano lo podía ver, Heeseung estaba molesto pero no parecía ser por qué habían secuestrado a su rubiecito ¿Estaba enojado con el mismo? Su expresión era una mezcla entre pena y enojo.

Pero por estar distraído pensando en eso, Heeseung le dió un fuerte golpe en la cabeza que terminó con su vida.

Así de fácil.

– Sé que Haerin se va a enojar, pero lo mejor es dejarlos ir. El no está en condiciones de pasar por esto –miró con una expresión indescifrable a Heeseung – Sus amigos están en esa puerta de allá –les señaló la puerta– Y tú, no olvides venir a arreglar los asuntos sin resolver que tienes con Haerin –advirtió mientras se desvanecía en el pasillo.

– No digas nada –lo miró enojado, pasando por su lado para ir a la puerta que la rizada había indicado.

Por primera vez en tantos años, Heeseung se sintió pequeño, intimidado y una decepción. Los ojos de su ángel le habían dicho tantas cosas en tan poco segundos, sentía a Jaeyoon cerca pero tan lejos a la vez.

En su cara se instaló una mueca llena de sus emociones mezcladas.

Más tarde, nadie quiso decir nada cuando la "pareja" se metió al estudio el mayor porque sabían lo que se venía.

– Es increíble –empezó el rubio con una expresión de decepción– ¿Qué mierda estabas haciendo todos esos días? ¿Drogandote y cogiendo con rubias? Si yo soy tu mayor obsesión –pronunció con un tono de burla– ¿Por qué mierda me dejaste de último? –reclamó.

Jaeyoon tenía toda la razón y el lo sabía, no sabía como contraatacar a eso no tenía como defenderse o una excusa porque se estuvo hundiendo en alcohol, sustancias y fiestas esa semana. Desde que Jaeyoon fue secuestrado, le dieron la noticia pero su cerebro fue tan estúpido que no fue enseguida.

Se sentía muy mal por haber decepcionado de esta forma a su angelito y a pesar de no estar muy en este mundo, entendía todo.

– Y una cosa más –lo apuntó con su dedo índice en el pecho repetidas veces– Arregla tus mierdas con toda esa gente a la que les debes cosas o dejaste negocios a la mitad porque, óyeme bien –subió un poco el tono de su voz– Mi hijo no puede crecer en estos ambientes y con el miedo constante de ser secuestrado en cualquier momento –concluyó, dejando a Heeseung estupefacto.

¿Un hijo?

Y antes de que Jaeyoon saliera lo tomó el brazo jalandolo de vuelta al interior al estudio.

– ¿Cuántas semanas o meses llevas? –logró preguntarle con su lengua enredada.

– 1 mes –miró los ojos de Bambi del pelinegro, esos ojos que nunca había visto en el que lo miraban curioso– Báñate, apestas a alcohol –escupió con desagrado y salió finalmente del estudio.

Heeseung estaba feliz, muy feliz, estaba funcionando todo a pesar de que cada vez se revelaba más y se imponía.

Pero pronto, lo podría controlar.

prepárense amigues. 🥺