Su relación podría describirse como algo diferente a las demás, por una parte Jaeyoon decía odiar a Heeseung, odiar la vida que tenía pero aún así sabiendo que era libre de irse cuando quisiera no podía hacerlo, y no era porque Heeseung o Riki lo tuvieran encadenado el estaba ahí por su propia voluntad. Era como si fuera dependiente al pelinegro o si hubiera algo que le dijera que Heeseung iba a cambiar.
Por el lado de Heeseung; podía fingir no amarlo y decirse que todo era parte de su plan pero eso ni el mismo se lo creía, podía actuar, cambiar temporalmente. Sin embargo, esto llegaría a su fin saliendo a la luz su verdadera naturaleza. Y aunque le haya permitido a Jaeyoon irse cuando quisiera, los dos sabían que nunca dejaría que lo abandonara.
Era una relación donde las dos partes se hacían daño con sus acciones, donde se necesitaban, donde se odian, donde se aman, donde Jaeyoon no era nadie sin Heeseung y Heeseung no era nadie sin Jaeyoon.
Heeseung le había pedido que lo acompañara a su negocio mintiendole con que sería rápido y luego se irían, Jaeyoon aceptó a regañadientes, dejó al pequeño con Yunah y se fue en el auto junto a el.
Las luces rojas del lugar y la música a un nivel alto le dieron la bienvenida otra vez. Nunca pensó volver a poner un pie en este horrible y grotesco lugar, pero ahí estaba, caminando al lado de Heeseung y viendo todo con repudio; Sunoo le susurró algo al oído a Heeseung, este último asintiendo y haciendo una señal para sus hombres.
–Oh, me sorprende que sigas con vida aún–el pelirosa frente a él soltó una risa mientras estrechaba su mano con la de el–Hasta tienen un hijo ¡Lograste lo que muchas quisieron hacer! Tienes que pasarme los consejos–caminó hasta llegar a su oreja y en voz baja dijo:–Tienes que cuidarlo mucho, Heeseungie no es muy fiel que digamos–le giño un ojo con una sonrisa burlona en su cara.
La mandíbula del rubio se tensó ardiendo en rabia obviamente ¿Cómo es que ese enano estúpido se atrevía a decirle eso? No debía tener más de 14, más tarde le preguntaría al pelinegro. Volviendo al presente, el pelirosa los llevó a una sección que no había visto cuando vino la primera vez al horrible lugar al parecer era nueva, contaba con piscina como las de acuario gigantesca en las que metían a mujeres temblando del miedo y con poca ropa ocultando sus partes íntimas.
Eso no era lo más horrible, la parte más horrible era cuando los hombres que estaban sentados a su al rededor empezaban a gritar altas cantidades de dinero pero no por llevarse a la mujer que iba a ser lanzada adentro. Si no por la cantidad de pirañas que serían arrojadas con ella, empezó a lagrimear silenciosamente al ver como la sangre y el agua de la muchacha se mezclaban dando como resultado agua rojiza.
–Heeseung sácame de aquí–y de repente volvió al día en el que lo ahogó en aquella piscina, le empezó a rogar que lo sacara de ahí entre las fuertes risas de los hombres.
Heeseung asintió obligándolo a subir unas escaleras apartadas de todo el ajetreo de afuera.
Lo empujó hasta que quedó en el borde de una resbaladilla, al borde de caer en una honda piscina de color rojo oscuro.
–Lo siento amor–unió sus bocas en un beso lleno de pasión. Acercándolo más para meter su lengua en la cavidad bucal del rubio, al separarse mordió su labio inferior y lo empujó hacía la gran piscina.
Jaeyoon estaba sorprendido mirando hacia Heeseung que veía sin ninguna intención de ayudarlo ¿Cómo alguien que supuestamente te amaba podía empujarte hacia tu propia muerte? Impactó duramente con la espesa "agua" de la piscina, empezando a desesperarse cuando el aire empezó a escasear y no podía llegar a sentir el poco aire del lugar acariciar sus dedos ¿Moriría en una piscina olímpica llena de sangre?
Cuando logró salir a la superficie, sus pulmones inhalaron desesperadamente el aire que a duras penas había en el lugar. Escuchó la sangre moverse encontrándose con la vista de Heeseung sin nada que cubriera la parte superior de su cuerpo, frunció el ceño confundido por las acciones de Heeseung.
–¡Eres un maldito idiota! ¡Pude haberme ahogado!–le gritó cuando lo tuvo en frente, golpeando su pecho desnudo–No me vuelvas a traer a este lugar si vas a intentar ahogarme en estas cosas, Riki se va a quedar sin...–fue interrumpido por la mano de Heeseung tomándolo de la cintura y acercándolo más.
–Solo disfruta del momento cielo–mordió el lóbulo del rubio, haciendo temblar su estructura.
–¿Qué disfrute cuando casi me muero?–reclamó difícilmente tras sentir los labios del pelinegro besar la piel descubierta de su cuello.
¿Tenía ganas de hacerlo en una piscina con sangre de quien sabe cuantas personas?
Ignorando ese grandísimo detalle el rubio se dejó hacer disfrutando de las sensaciones que solo el pelinegro lograba, estaba fallandole a su palabra de "odio a Heeseung, jamás dejaré que me vuelva a dejar" con unos besos en su cuello.
Definitivamente su relación era de las más extrañas y destructivas, porque con un solo beso podían perdonar todo el daño que se hicieron.
A la mañana siguiente estaban más unidos que nunca riéndose cada vez que se veían a los ojos, abrazándose y besándose.
Algo que dejo completamente aturdido al castaño que los veía desde el comedor ya que nunca había presenciado a sus padres tratándose de esa forma tan melosa, creyó que ellos dos se odiaban a muerte y que no soportaban verse. Estaba notablemente incómodo con el cambio tan repentino de comportamiento incluso ambiente en la casa, aunque, lo único que conocia de su vínculo eran malos tratos nunca amor o algo parecido.
Sospechaba que era un disfraz de Heeseung para hacerles daño como siempre hacía cada que podía.
Miró con una mueca incómoda a sus progenitores que compartían un beso en vez de estar haciendo los panqueques de esa mañana, carraspeó intencionalmente en un intento de llamar la atención de los enamorados que sirvió porque se separaron enseguida soltando risas nerviosas.
–¿Están listos?–preguntó.
–¿Qué cosa?–el pelinegro lo miró como si tuviera tres cabezas.
–Los panqueques–pasó su vista de Heeseung a la sartén rápidamente.
–Ah se me había olvidado que estábamos haciendo el desayuno–habló nerviosamente el mayor haciendo que Riki alzara una ceja extrañado por el comportamiento del pelinegro.
Miró a su papá preguntándole con la mirada que le pasaba y este simplemente alzó los hombros restándole importancia al asunto.
–Gracias... creo–agradeció dudando sin saber si realmente debió hacerlo.
Ya en la mesa los miró como si fueran bichos raros al darse la comida en la boca como si Heeseung fuera un bebé, esto era demasiado extraño, incómodo, cursi, amoroso y un poquito asqueroso para el.
lo di todo. 😔✊
ESTÁS LEYENDO
𝗠𝗶𝗻𝗲 - 𝗵𝗲𝗲𝗷𝗮𝗸𝗲 ׄ ⪦̮
FanfictionDonde Jaeyoon lucha contra un cambiante Heeseung, sin saber que esperar. ☆ heejake. ☆ angst, romance, temas delicados. ☆ historia editada. azael 𖹭's enhypen.