a baby? ꩟

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Ya tenía un mes recibiendo "buenos tratos" por parte de Heeseung pero su parte razonable todavía no confiaba del todo. Era sospechoso ya que de un día para otro, despertó siendo meloso con el y hasta lo dejaba salir al patio completamente solo.

Aunque Heeseung le ha estado metiendo en la cabeza de forma sutil la idea de tener un bebé ¿Un bebé que no iba a poder salir casi?

En la soledad del jardín que el pelinegro ordenó hacer para el, se ponía a pensar en aquello que llevaba siendo tema de conversación hace unos días. No le parecía mala idea pero aún así, creía que no era el mejor ambiente para tenerlo pero, había un solo problema, Jaeyoon no estaba enamorado de Heeseung.

– Si tan solo nos hubiesemos conocido en otras circunstancias, estaría considerando que nacieras –tocó delicadamente una flor que descansaba en las enredaderas, era tan hermosa y pequeña– Pero, tu padre ha dañado los lazos de una manera irreparable –arrancó la flor sin ningún tipo de delicadeza, arrebatandole la vida a la pobre flor.

Este asunto de paternidad le daba dolor de cabeza.

Por otro lado, un pelinegro lo veía mecerse en la mecedora que se encontraba ahí y no pudo evitar imaginarlo meciendo a un bebé ahí, sonrió, la idea de formar una familia con su ángel lo ponía feliz. Era consiente del daño psicológico y físico que había hecho pero estaba tratando de arreglar lo que destruyó con sus manos.

Jaeyoon había adoptado un comportamiento un tanto... alarmante, ya no replicaba a lo que decía el pelinegro, no intentaba escapar y ya no hablaba tan seguido. Pero lo que más lo asustaba, era su inteligencia, pasaba horas escribiendo en la soledad de la biblioteca.

Por eso, necesitaba urgentemente a ese niño que iba a devolverle la humanidad a su ángel de cabellos tan brillantes como el sol.

Jaeyoon salía de su baño con una toalla a la altura de su cadera y con otra se secaba el pelo, Heeseung estaba viendo distraídamente la televisión y en ocasiones desviaba su vista al torso descubierto del rubio

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Jaeyoon salía de su baño con una toalla a la altura de su cadera y con otra se secaba el pelo, Heeseung estaba viendo distraídamente la televisión y en ocasiones desviaba su vista al torso descubierto del rubio.

Ansiaba poder tocar esa piel acaramelada una vez más pero esta vez que ellos dos quisieran, no solamente Heeseung.

– Jaeyoon –llamó, recibiendo un "mhm" como respuesta– La primera vez que te ví en esa parada de buses, no pude dejar de pensar en ti los días siguientes. Era doloroso no tenerte conmigo y contaba los días para poder estar tan cerca de ti como lo estoy ahora –miró la espalda desnuda del rubio– No posees una belleza estereotipica porque tú ya tienes la tuya, tu propia belleza, diferente a las demás y eso hace que destaques. Me encanta tu belleza, es algo que nunca había visto en ninguna otra persona –

El rojo se había apoderado de la cara del rubio que seguía peinando su cabello mientras se veía al espejo reprimiendo una sonrisa tímida. Aunque odiara a Heeseung no podía negar que le encantaba cuando se dedicaba a hablar por horas de lo hechizado que estaba.

– A la mierda todo –murmuró el rubio antes de sentarse a horcajadas en el regazo del pelinegro.

Se miraron a los ojos en los que juraron ver los más hermosos y luego juntaron sus labios en un beso mezclado con miles de sentimientos que estaban siendo liberados.

Heeseung posó sus manos en la cintura del contrario, mientras que Jaeyoon tomaba entre sus manos el rostro de Heeseung para profundizar el beso que estaban compartiendo.

Cuando se separaron por falta de aire juntaron sus frentes y el pelinegro susurró una promesa en los labios del rubio, Jaeyoon empezó a desvestir a Heeseung entre besos y caricias sin ninguna otra intención más que demostrar amor. Al estar completamente despojados de cualquier prenda, el rubio termino debajo del pelinegro y ahí se fundieron las dos almas.

Dos almas que se deseaban a pesar del daño que le pudo haber hecho la otra, dos almas que estaban disfrutando el momento, dos almas haciendo el amor.

Sus respiraciones y otros sonidos llenaron la habitación. Estaban disfrutando el momento, la sensación de amarse al 100% quemando sus pieles brillantes por el sudor.

Y cuando menos lo esperaban, llegó el final, se miraron y compartieron sonrisas cómplices nadie más sabía de  lo que había pasado esa noche en esa habitación; solo ellos y la luna.

El rubio permitió dormir abrazado al pelinegro, a pesar de estar bañados en sudor.

– Te amo –susurró el rubio antes de caer rendido en los brazos de Heeseung.














perdonen si no se se entiende, es que no se escribir esas partes. 😓

𝗠𝗶𝗻𝗲 - 𝗵𝗲𝗲𝗷𝗮𝗸𝗲 ׄ  ⪦̮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora