Capítulo 37- La puerta se abre.

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Verum duerme profundamente al lado de su esposa, aún ignorando el sonido de ese corazón latir sin cesar, el sonido se hace más profundo y las imágenes que le llegan a la mente son bizarras, demonios en todas partes, cuerpos mutsntes y deformes cambiando de forma, los pasos de un señor en un sendero oscuro, se hacerca a él sonido cada vez más, la oscuridad comienza a disiparse y el sonido retumba cada vez más. Ese señor apolla la mano encima de una superficie viscosa y tivia, palpita fuertemente, está muy cerca para definir la forma del cuerpo palpitante, su tamaño es gigantesco. Sin duda esta viviendo la memoria de su antesesor, le atormenta en sus sueños, pero va más allá de una maldición.

Verum despierta mojado de sudor,se sienta en su cama y después de reflexionar un rato se va de la habitación, se dirige al baño y se sumerge en la piscina de aguas termales para refrescar su mente y expirar el estrés.

Cuando sale de las profundidades del agua con su cabello mojado obstaculizando sus ojos puede ver alguien que se hacerca a él, se aparta su melena hidratada acomodandose el pelo hacia atrás, su boca busca aliento y el rosio del pelo gotea en sus labios, su piel está cubierta de un rosio impregnado en sus poros erizados, su cuerpo y aliento resonden a la imagen presente delante de sus ojos.

Megan se adentra a la piscina con su cuerpo desnudo, camina lentamente, no le quita la mirada ni por un segundo, ambos cuerpos se magnetisan entre sí, sus genitales responden, el contacto visual se agudiza y sus nervios electrisantes recorren todos el interior debajo de la piel probocando un cosquilleo alarmante.

Ella lo besa apasionadamente con sus brazos alrededor de sus hombros y después le dedica una mirada curiosa y compasiva, pregunta qué le sucede solo con la mirada.

-creo que intenta decirme algo, tuve un sueño muy estraño en el que me mostraba algo extraño, era él antes de convertirse en el brujo, fue escalofriante.

-¿Y qué crees que trata de decirte?

-que acabé con el mal de raíz.

-suena peligroso.

-no te pondré en peligro.

-no me refería a mí. No debes de luchar solo, recuerdas, me tienes a mí.

El rostro de Verum expresa preocupación y negación con la propuesta de Megan. Sus expresiones son prácticamente invisibles pero con el paso del tiempo y la intimidad Megan a logrado leer sus expresiones más discretas.

-si esa cosa convirtió a un emperador en ese ser con el que combatimos imagínate la magnitud del peligro, que te sucediera eso a tí es impensable, estamos hablando de un poder más allá de los límites. -el apollo de Megan afirma cada vez más su posición de esposa protectora.

-me preocupa mucho más que los cielos te rapten, ya lo intentaron una vez justo al frente de mis naríz.

-no te preocupes por eso, yo te prometo que no creuzare esa puerta, mí cielo está acá al frente. -seyo estás palabras con otro beso apasionado, le recordó ese beso robado que Verum tomo de ella en este mismo lugar, está vez terminará lo que comenzó aquella vez, el fuego que arde por dentro saldrá siempre que lo dese, está noche la pasión evaporará la piscina.

El beso desata una noche movida dentro de las aguas, la habitación priva los ecos de gemidos y el chapoteo.

Megan prefiere ignorar por completo el hecho de que una puerta está abierta justo al frente de ellos dentro de la piscina, lo estubo ahí todo el tiempo pero solo ella lo podía persivir.

Verum vaga por el castillo y las praderas solo sumergido en al preocupación de sus pensamientos, en las memorias ajenas del brujo loco, una nevulosa turvia invade su calma y la ansiedad lo corrcome, ya ambos hablaron con Curiosos atraves del espejo pero no los pudo ayudar, ni siquiera los ojos de este puede hallar el paradero de ese ser.

La dama de la Parca Donde viven las historias. Descúbrelo ahora