𝐀𝐒𝐀𝐋𝐓𝐎 𝐀 𝐆𝐔𝐀𝐑𝐃𝐈𝐀𝐍𝐄𝐒 𝐃𝐄𝐒𝐏𝐑𝐎𝐓𝐄𝐆𝐈𝐃𝐎𝐒

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Atravesamos una puerta situada al fondo de la sala y salimos a un porche trasero con vista a un jardín que no parece tener fin rodeado por altos pinos bañados en nieve. Rowena, que estuvo todos estos minutos anteriores sin más que un vestido veraniego y zapatos bajos, no se inmuta cuando la brisa congelada nos envuelve de a poco.

—Debo confesar, ahora que tengo la oportunidad y la privacidad, que es un honor tenerlos en mi cabaña —nos dice, apoyando los antebrazos sobre la baranda de madera del porche—. Marjorie estuvo aquí hace unos años para resolver ciertos asuntos y me prometió que algún día conocería a sus sucesores. —Se vuelve hacia nosotros sonriente—. Y aquí están.

—Conoces a mis abuelos —afirmo.

—Marjorie y Nick eran fabulosos, chica. Eran guardianes que supieron girar su vínculo heredado a uno sentimental y propio. Hicieron que ser guardianes de Shungit tomase un sabor diferente. Por primera vez en décadas, el pueblo se unió gracias a su labor, disfrutó de ser una familia inmensa conectada por una misma energía madre.

—Eran puros —murmura Pierre.

—Y tan puros... —Niega lentamente con la cabeza—. Estuve ansiosa porque la vida me presentara a los elegidos para la actual generación de guardianes. Aunque no imaginé que la razón de encuentro sería una muchacha sedienta de poder prohibido.

—¿Por qué no puedes darle la información al grupo restante? —quiero saber—. ¿Qué hay de malo en que lo sepan? Ellos son nuestros aliados, los que batallarán junto a nosotros.

—Porque si Sterling, una pueblerina más, logró convertirse en un Dragón de los Elementos, imagínense cuántos otros querrán alcanzar el mismo poder. —Señala con un dedo hacia la puerta por la que salimos—. Cualquiera de ellos podría revelar su lado ambicioso y usar la información que ahora va a serles útil en su contra más adelante.

—No buscan hacerle daño a Shungit, no harían algo así —la contradice Pierre.

—Les recomiendo mantenerse con los ojos bien abiertos y hacer uso de su intuición. Los conflictos en el pueblo dragón aparecen cuando menos te lo esperas, y de quien menos te lo esperas. Los dragones son traicioneros por naturaleza, no confíen en ninguno más que en ustedes mismos.

Mantener los ojos abiertos...

Pierre me mira de reojo y vuelve a centrarse en Rowena.

—¿Y bien? ¿Cómo nace un Dragón de los Elementos en la actualidad si el poder antiguo está protegido y mayormente extinto? ¿Cuál es el truco?

—Matar a quien conserva en su sangre una pizca de pasado. —Inhala una bocanada de aire y se aleja de la baranda para mirarnos a la cara—. Sterling debió matar a un ex guardián para extraer la esencia de los dragones antiguos y así adentrarse en un túnel directo a los elementos. Debió haber escogido el fuego por conveniencia, como ya mencioné.

Los pelos se me ponen de punta y una extraña oleada vibra en mi interior.

—¿Qué...? ¿Matar... a un... ex guardián? —balbuceo con los ojos abiertos de par en par. ¿Qué guardián puede seguir vivo hasta estas épocas? La abuela Marjorie y el abuelo Nick ya eran lo bastante adultos como para que otros anteriores guardianes sigan con vida cuando nos heredaron el Ónix.

¿Cómo es eso posible?

—La violencia expande al poder, lo intensifica con oscuridad, por eso los Dragones de los Elementos originales no mataban ni extraían energía y Sterling sí. Se sometió a un proceso sangriento para obtener poder antiguo, arrasador, y la Obsidiana pasó a ser dependiente de esa energía. Vive por y para esa energía.

EFÍMERO PRAGMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora