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⊱|29|⊰

Era un día como cualquier otro para Damon. El centro comercial bullía de vida, con gente yendo y viniendo, buscando escapar del calor sofocante del exterior dentro de las tiendas con aire acondicionado.

El ruido de las conversaciones y las máquinas de los locales de comida rápida creaban una mezcla constante de sonidos de fondo que, con el tiempo, se volvían casi imperceptibles para quienes trabajaban allí.

Damon, con su gorra negra de Burger King y su camiseta ajustada, estaba detrás del mostrador, sirviendo pedidos con su acostumbrada eficiencia y frialdad.

El trabajo de cajero era monótono, pero Damon lo prefería así. No necesitaba pensar demasiado, y le permitía mantener una rutina constante, lejos de problemas y complicaciones.

Pero ese día, esa monotonía sería interrumpida.

Al levantar la vista después de atender a una familia con niños gritones, Damon se encontró cara a cara con alguien que no esperaba ver.

Ahí estaba Robbie, su viejo amigo de tiempos que prefería no recordar.

Robbie parecía relajado, con las manos en los bolsillos de su chaqueta desgastada y una sonrisa ladeada en el rostro.

Damon sintió cómo se le tensaba el cuerpo.

Su primera reacción fue de sorpresa, luego, un latente malestar comenzó a instalarse en su estómago.

Hacía mucho tiempo que había cortado lazos con él y con su grupo de amigos silenciosamente, y no tenía ninguna intención de volver a ese mundo.

"Robbie..." dijo Damon, casi en un susurro, tratando de sonar neutral.

"Vaya, no esperaba verte por aquí" respondió entusiasmado, pero su tono indicaba lo contrario. "Aunque, en realidad, sabía que tú y Liam trabajaban en este centro comercial. He pasado por aquí varias veces, me gusta infiltrarme en el cine sin pagar..."

Damon frunció el ceño, molesto por el comentario casual de Robbie.

No quería saber nada de su viejo amigo, ni mucho menos de las tácticas que usaba para evadir pagar en el cine.

"¿Qué es lo que quieres?" preguntó, con el ceño todavía más fruncido y cruzando los brazos sobre el mostrador.

Robbie dió un paso adelante, pero su semblante no cambió. Aún mantenía esa expresión de calma, como si todo esto fuera sólo un encuentro casual entre amigos de antaño.

Sin embargo, Damon conocía a Robbie lo suficiente como para sospechar de sus intenciones.

"Tranquilo, sólo quería pasar a verte. Hace tiempo que no hablamos..." mencionó, con una media sonrisa que no llegó a sus ojos. "Y, bueno, también quería saber cómo te va con Liam. Escuché que están bastante... cercanos..."

El nombre de Liam en los labios de Robbie hizo que el malestar de Damon creciera.

Había algo en la manera en que Robbie lo mencionaba, una insinuación velada que no le gustó en absoluto.

"Estamos bien, los dos convivimos juntos ahora..." respondió Damon, manteniendo su tono lo más neutral posible.

No quería darle a Robbie el placer de saber que lo había descolocado.

Robbie asintió, como si estuviera evaluando la respuesta de Damon. Luego, con un tono casi casual, preguntó:

"¿Todavía vas a fiestas?" era una pregunta cargada de significado.