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⊱|27|⊰

|Agosto | 2008|

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Las siguientes semanas fueron un período de transformación para Liam y Damon. La promesa de mejorar juntos había nacido de una noche oscura, pero desde entonces había comenzado a florecer en algo más profundo y significativo.

Damon, siempre paciente y comprensivo, había compartido con Liam su sueño de escapar de la rutina y del entorno tóxico que había influido en sus vidas, proponiendo una escapada a la bahía. Liam, sorprendido y emocionado por la idea, se comprometió a poner todo su empeño en su trabajo y a evitar las tentaciones que solían desviarlo de su camino.

El cambio en Liam era notable. Había dejado de salir de fiesta todas las noches y había reducido drásticamente su consumo de alcohol.
Damon valoraba cada pequeño esfuerzo, viendo cómo Liam se iba reconstruyendo poco a poco, dejando atrás sus antiguos hábitos.

Para mantener su vínculo y asegurar que ambos estuvieran alineados en su camino hacia una vida más saludable, adoptaron una nueva costumbre que apodaron "terapia": cada noche, antes de dormir, se besaban sin parar, encontrando en ese simple acto una conexión íntima y reconfortante.

Sin embargo, a medida que los días pasaban, Damon comenzó a notar algo que lo desconcertaba.

Aunque Liam estaba comprometido a mejorar, su deseo físico parecía estar despertando de una manera insaciable. Los besos que compartían, que al principio eran suaves y dulces, comenzaron a volverse más intensos, más urgentes.

Liam no podía negar la atracción que sentía por Damon, pero al mismo tiempo, luchaba con sus propios sentimientos contradictorios.

Para Liam, la atracción hacia Damon era un campo de batalla. Aunque se estaba enamorando de él, le resultaba complicado aceptar la idea de estar con otro hombre, algo que iba en contra de lo que siempre había considerado su identidad.

Y sin embargo, cada noche, cuando sus labios se encontraban, Liam sentía cómo sus reservas se derretían un poco más, dejando lugar a un deseo que no podía ignorar.

Un día en particular, mientras estaban en la cama, esa tensión llegó a un punto álgido.

Habían pasado la tarde juntos, riendo y disfrutando de la compañía del otro, pero cuando la noche cayó, el ambiente cambió.

Se acostaron en la cama, ambos sin camisa, sintiendo el calor de la piel del otro mientras el estéreo en la mesita de noche reproducía una canción de Deftones.

El ritmo pesado y las letras apasionadas llenaban la habitación, creando una atmósfera cargada de energía.

Liam aumentó el volumen, dejándose llevar por la música, que lo envolvía como una ola. Las manos de Damon recorrieron su torso, acariciando su pecho y abdomen con una mezcla de ternura y deseo.

Liam respondió al toque de Damon con la misma intensidad, besándolo profundamente, sintiendo cómo sus cuerpos comenzaban a sincronizarse con la música.

Pero entonces, en medio de ese fervor, Damon tomó una decisión que cambiaría el curso de la noche.

Con cuidado, le quitó los pantalones a Liam, liberando su entrepierna. Damon, en un gesto cargado de amor y deseo, se inclinó hacia abajo para besar esa parte tan íntima de Liam, buscando llevar su conexión a un nivel más profundo.