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El centro comercial estaba completamente vacío, con las luces de neón parpadeando débilmente sobre las tiendas cerradas y los pocos coches estacionados en la oscuridad.

Liam, después de un divertido día usando su botarga de osito, bajó el volumen de la música en su teléfono y miró a Damon, que acababa de salir de su turno de trabajo.

Estaba agotado, más de lo habitual. Damon traía en una mano las llaves del auto, y en la otra un sobre blanco, el pago de su jornada, pero su expresión decía más que cualquier palabra.

Cuando subieron al auto, Damon dejó caer su cabeza en el volante, un suspiro largo y profundo escapando de sus labios.

El silencio que siguió fue espeso, cargado de una tensión que Liam podía sentir en el aire.

Sabía que Damon estaba lidiando con mucho estrés últimamente: el trabajo, las responsabilidades en casa, y esa extraña migraña que no lo había dejado en paz durante días. A veces, parecía que todo eso iba a aplastarlo.

Liam sacó su teléfono y miró la hora: las once de la noche. El estacionamiento estaba casi desierto, y las pocas luces restantes sólo acentuaban lo solitario del lugar.

Liam suspiró y miró a Damon, aún con la cabeza sobre el volante, los hombros caídos y la respiración pesada.

"Ey..." dijo suavemente, mientras extendía la mano para acariciar la espalda de Damon. "Ven aquí..."

Sin esperar respuesta, Liam lo envolvió en un abrazo desde el asiento del copiloto, inclinándose hacia él.

Damon suspiró nuevamente, pero esta vez el peso en sus hombros pareció disminuir un poco. Lentamente, levantó la cabeza del volante y bostezó, frotándose los ojos antes de murmurar:

"Lo siento, Liam. Estoy tan cansado...''

"No tienes que disculparte" respondió Liam con una sonrisa comprensiva. "Has estado trabajando como loco estos últimos días"

Damon giró la cabeza hacia él, con una sonrisa cansada, pero sincera. Su mano encontró la de Liam, y la apretó suavemente.

"También siento no tener energías para cocinar esta noche" dijo Damon con una mueca. "Podríamos simplemente recalentar la comida de hace dos días"

Liam lo miró con ternura, entendiendo que Damon estaba haciendo todo lo posible por mantener su rutina, pero el agotamiento era evidente.

Aun así, su deseo de cuidar de Liam no se apagaba.

"Está bien" respondió Liam, acercándose para darle un beso suave en los labios. "No me importa, podemos comer lo que sea. Solo quiero que descanses"

Damon suspiró, nuevamente con una mezcla de alivio y agotamiento, y cuando intentó besar a Liam de vuelta, fue interrumpido por otro bostezo.

"Tal vez deberíamos esperar hasta llegar a casa para seguir con los besos" dijo Damon junto una sonrisa perezosa. "No quiero quedarme dormido en medio de uno."

Liam sonrió, aunque su preocupación crecía.

Damon estaba tan agotado que apenas podía mantenerse despierto.

Mientras Damon encendía el auto y comenzaba a conducir hacia casa, Liam no dejó de vigilarlo de reojo.

Las calles estaban oscuras y tranquilas, pero eso solo aumentaba la sensación de irrealidad que lo envolvía todo.

ᡃ§ɧαʈʈeɽeᶑᡃ ≠ •°ᵈⁱᵃᵐ°•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora