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⊱|31|⊰

|Septiembre | 2008|

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El centro comercial era un hervidero de actividad un sábado por la tarde. Los pasillos estaban llenos de familias que paseaban, niños que corrían y risueñas conversaciones que llenaban el aire.

En medio de esta agitación, Liam se destacaba en su botarga de osito, rodeado de pequeños entusiastas. Los niños lo abrazaban y le pedían jugar con él, mientras los padres capturaban el momento con sus cámaras portátiles.

El disfraz era inmenso, pero Liam lo manejaba con destreza, haciendo reír a los niños y participando en sus juegos. Aunque el calor dentro del disfraz era sofocante, su entusiasmo parecía no conocerse límites.

Damon, desde su puesto de cajero en el Burger King, observaba a Liam con una sonrisa en el rostro.

Era fascinante ver cómo Liam, a pesar de estar envuelto en un disfraz tan incómodo, disfrutaba de su trabajo y de la alegría que traía a los niños.

Mientras atendía a los clientes, Damon no podía evitar pensar en una posible cita romántica para los dos. Imaginaba una cena en un restaurante elegante, lejos de las multitudes y el ruido del centro comercial, donde podrían hablar y disfrutar de una noche tranquila juntos. La idea de tener a Liam cerca en un ambiente más íntimo le daba a Damon una sensación de anticipación.

Sin embargo, su fantasía fue interrumpida por la aparición de una figura familiar.

Robbie, el antiguo amigo de Damon con quien había perdido contacto, se acercó a su puesto.

El encuentro fue inesperado y desagradable para Damon, quien había intentado alejarse de su pasado.

"Damon, no me llamaste..." dijo Robbie con una expresión de desdén.

Damon frunció el ceño y su cuerpo se tensó al instante.

No quería tener nada que ver con Robbie, ni con su pasado lleno de problemas. Su relación con él había sido complicada, y el hecho de que reapareciera en su vida no era nada menos que una molestia.

"Te lo diré de una vez... no quiero verte más..." respondió Damon, intentando mantener la calma. "No estoy interesado en la mierda que tengas que decir ahora. Ya no me junto con Jarvis, y no quiero saber nada de tí..."

Robbie, sin embargo, parecía disfrutar de la incomodidad que causaba.

Su sonrisa no era la de alguien enfadado, sino la de alguien que sabía que tenía algo que Damon quería oír.

"Relájate, Damon... Sé que ya no te importa nuestra pasada amistad..." dijo Robbie, acercándose un poco más. "Pero, tengo algo que podría interesarte..."

Damon levantó una ceja, sintiendo una mezcla de irritación e intriga.

A pesar de sus esfuerzos por ignorar a Robbie, algo en la actitud del hombre le hizo prestar atención.

"¿Qué quieres?" preguntó Damon, intentando que su tono fuera firme y autoritario.

Robbie se inclinó sobre el mostrador, como si estuviera a punto de revelar un secreto importante.

"Tengo más información sobre Liam..." dijo Robbie en voz baja. "Información que podría cambiar tu perspectiva..."

Damon no podía evitar sentir una chispa de preocupación y curiosidad.

¿Qué más podría haber sobre Liam que no supiera?

Las palabras de Robbie eran inquietantes, y aunque intentaba mantener la calma, el ceño fruncido y la tensión en su mandíbula delataban su frustración.