Alba.
—¿Estás segura que no te molesta ir?
Pues sí, pero ya que. Resignada ya estoy y de dignidad ya carezco. Todo para que me dé igual ir a esa dichosa fiesta.
Mad se aplica labial y me mira para que le responda.
—¡Nooo! — sonrío tensa —. Ya hablamos con Zack, estamos más que bien. Somos como los viejos amigos que éramos antes. Todo bien. Todo normal. La vida es magnífica. Somos jóvenes. La noche es increíble. Iremos a una fiesta de un jugador de fútbol. Todo bien. Todo nor...
—¡Alba! Estás hiperventilando — ella abanica mi rostro y yo la ayudo —. Creo que será mejor que no vayamos.
—No, en verdad está todo bien. Estoy exagerando las cosas.
Me mira desconfiada.
Y yo también lo estaría porque en verdad le dije que estaba todo bien y todo normal entre Zack y yo para convencerla de ir. No me creyó por un buen tiempo hasta que saltó de alegría la bien perra, yo esperaba a que dijera que no le interesa Laio de ninguna forma. Pero de inmediato comenzó a pensar qué se pondría. A mí solo me tocó llorar internamente.
—En verdad, Mad. A ver, es obvio que me afecta solo un poco — en una escala de un poco a menos infinito —, pero tengo que afrontarlo como la mujer fuerte que soy.
Mi sonrisa tiembla. Ella no lo nota, por suerte.
—Hay que tener un código o una señal para darnos cuenta que alguna de las dos quiere abandonar la fiesta.
—Buena idea — pienso en algo — ¿Mover nuestros brazos?
—No, imagina que alguna quede ciega por un vapor toxico que alguien liberó.
—¿Crees que hagan eso?
—Nadie sabe cómo se divierten la gente adinerada.
—Oye, no me turbes con tus conspiraciones.
—¡Malba! — grita de repente.
—¿Quién?
—Son nuestros nombres juntos, esa será nuestra señal. Grita eso y yo iré a rescatarte.
—Ahhh. Okey, lo mismo haré si tú lo gritas.
Asentimos solemnes con nuestra promesa. Ella se mira en el espejo una vez más.
—¿Me veo bien?
Ma miedo verla así, porque, de hecho, nunca la vi de esta forma. Si nunca le importó lo que un chico pudiera opinar de ella y muy, pero muuy pocas veces la vi interesada por alguien.
—Claro que sí, mi versión pelirroja — varios ojos caerán sobre ella y en su vestido ajustado.
—¿No te maquillarás más?
—No, así estoy bien.
Mientras menos llame la atención, mejor. Pero, por lo general, yo no soy de esas personas donde los ojos de los demás te miran automáticamente al llegar a algún lugar. Si no fuese por Mad, creo que podría estar con un brócoli en la mitad de la garganta, muriéndome, y a nadie le importaría.
En imagen soy... ¿Cómo puedo describirlo? Soy de imagen silenciosa. ¿Algo común, quizá? Nada que pueda captar la atención de alguien o deslumbrar. La pluma al caer no hace ruido, pero, hablando en mi ignorancia matemática o física, supongo que a algo mínimamente pequeño debe mover o algo tan pequeño debe escuchar su impacto al caer. Por eso soy de pocas amistades y con muy pocos congenio, ni yo soy de soportar personas porque sí ni muchas personas son capaces de hallarme alguien interesante.
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La Luna No Brilla Sola
Roman pour AdolescentsAlba y Zack son de aquellas amistades que no recuerdan el día exacto en el que se conocieron. Alba y Zack son de aquellas personas que les encantan vivir al límite y siempre están haciendo travesuras. Alba y Zack son de aquellas personas que el tiem...