36. Pareja del momento

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Arabella estaba en el balcón de su hotel fumando un porro y disfrutando del cálido clima, el viento golpeaba suavemente su rostro. Estaba más que relajada en ese momento.

Mientras exhalaba una nube de humo, un sonido repentino la saco de su total relajación: el toc toc de la puerta, un poco molesta aplastó el porro a medio consumir en el cenicero ee de la mesita.

Se levantó con parsimonia. Al abrir la puerta, se encontró con el recepcionista del hotel, un joven con una sonrisa impecable y un brillo curioso en los ojos.

-Señorita McCartney, como prometieron, le han enviado la revista de su última sesión de fotos. Después de tres días, pero aquí tiene-dijo el recepcionista, entregándole la publicación con una reverencia casi cómica.

Arabella asintió, agradeciendo con un leve gesto, y cerró la puerta tras ella. Caminó de regreso al balcón, donde se dejó caer en la cómoda silla de mimbre. Observó la portada de la revista,

Que mostraba una imagen de ella y Benjamin Harrington, su compañero en aquella sesión. Recordó perfectamente los momentos que compartieron frente a la cámara, con la complicidad de quienes se conocen desde hace años.

Era una sesión destinada a capturar la esencia de una relación romántica, aunque para Arabella, todo había sido pura actuación.

Con una mezcla de curiosidad y desgana, comenzó a hojear las páginas, hasta que se detuvo en la sección central. Allí, en letras grandes y llamativas, el titular anunciaba:

Arabella McCartney y Benjamin Harrington: la pareja del momento❞

Su corazón dio un vuelco y de inmediato sintió molestia, es decir. Harrington solo era su amigo, ni siquiera eran cercanos, y ahora salían con esto.

-¿La pareja del momento? ¡Hijos de perra! -murmuró con enfado.

Siguió leyendo, y cuanto más avanzaba en el artículo, más crecía su disgusto. La revista no solo insinuaba que entre ellos había algo más que una simple amistad.

-Esto se tiene que aclarar, pero ya.

Con decir esto se levantó de su silla y se dirigió al teléfono, llamó directamente a Nora y cuando contestó la mujer hablo felizmente.

-¡Hola, Arabella! ¿Cómo estás?

Pero antes de que Nora pudiera decir algo más, Arabella explotó:

-¿Cómo estoy? ¡¿Cómo crees que estoy, Nora?! ¡Estoy harta de que la gente se invente cosas! ¡Esa maldita revista dice que Harrington y yo somos "la pareja del momento"! ¡¿Cómo se te ocurrió permitir que publicaran eso?!

Nora, manteniendo su tono sereno, trató de calmarla.

-Arabella, entiendo que estés molesta, pero antes de que sigas, déjame decirte que yo no tengo nada que ver con ese titular. Yo solo me encargué de las fotos, y ya sabes cómo funciona esto. Los editores siempre buscan la manera de hacer que las cosas se vean más... interesantes.

Pero Arabella, aún enojada, no la dejó terminar.

-¡Interesantes! ¿Te parece interesante que estén difundiendo mentiras sobre mí? ¿Sabes lo que esto puede hacer a mi carrera? ¡Esto es una falta de respeto, Nora! !Apenas conozco a este maldito sujeto!

Nora suspiró, consciente de que debía manejar la situación con cuidado.

-Arabella, por favor, escúchame. Entiendo tu frustración, de verdad. Pero lo que dices no es justo. Yo tampoco..

Arabella resoplo y hablo seriamente.

-Vete a la mierda.

✎ᝰ..


Después de colgar el teléfono con Nora, Arabella se sintió un poco más tranquila. Sabía que no era tanto la culpa de Nora. Pero ya le había insultado.

Sin embargo, todavía necesitaba despejarse y concentrarse en algo que la ayudara a olvidarse de todo ese drama por un rato. Decidió que era el momento perfecto para visitar su nueva casa.

Esa casa donde iba a vivir con su madre e iba a tener treinta gatos.

Se puso un abrigo ligero, agarró sus llaves y salió del hotel en dirección a su casa. La mansión, situada en las afueras de la ciudad, era una obra maestra arquitectónica, con amplios jardines y una vista espectacular del horizonte urbano.

Al llegar, Arabella recorrió cada habitación, asegurándose de que todo estuviera en orden. Las paredes recién pintadas, el mármol en la entrada, las enormes ventanas que dejaban entrar la luz natural... todo estaba tal como lo había imaginado. Lo único que faltaba era amueblarla.

Miraba todo el lugar con el pensamiento de "A mamá le hubiera gustado"

Ya había encargado algunos de los muebles, y en unos días todo estaría listo para que pudiera mudarse definitivamente.

La idea de vivir en un lugar tan hermoso la llenaba de satisfacción.

Después de hacer un último recorrido por los jardines, Arabella decidió que era hora de ir al supermercado. Estos días, había estado anhelando un plato en particular que le recordaba a su hogar y su infancia. Y por supuesto a su madre

El scouse, un guiso tradicional de Liverpool que siempre había sido su favorito. La nostalgia de ese sabor la llevó a tomar la decisión de prepararlo esa misma siesta.

✎ᝰ..

Llego al hotel con las bolsas en mano, dejó las bolsas en la mesa, coloco música y se sujeto el cabello. Comenzó a lavar los vegetales y a pelar las papas.

Mientras el scouse se cocinaba a fuego lento, llenando la habitación con su delicioso aroma, Arabella se permitió un momento de paz.

Se sentó en la encimera, con la copa de vino en la mano, disfrutando del sonido suave del guiso burbujeando.

Pero justo cuando se sumergía en ese momento de tranquilidad, el sonido del teléfono rompió el silencio.

Lo tomó y espero a que no sesa Nora, pero la voz ni siquiera era femenina.

-Arabella, querida-canto Paul en broma.

Arabella rió levemente y contesto cantando igual.

-Paul, el toro.

-Que pesada eres, vine a invitarte a un evento y eres así conmigo-fingió estar molesto.

-Sí me invitas a un evento ya no te diré toro-se burlo y bebió su copa.

-Que interesada eres-la critico rodando los ojos-. Pero, ¿quieres? Puedo llevarte, estaremos los chicos y yo. Alguna actriz o bueno, ya sabes. Personas famosas, ¿vienes o no?

-Me parece perfecto, estaré allí.

✎ᝰ..

Toco alargar un poquito más la novela. 😭

Gracias por tu apoyo, te amo bebé.

John Lennon's Girl. [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora