30 de septiembre de 1976.
Un día que Arabella había esperado con tanto anhelo, pero en ese preciso momento, el nerviosismo la invadía.
Se encontraba en la pequeña habitación del hotel, frente al espejo, luchando con la sensación de que el vestido de novia no le quedaba como había imaginado.
Las manos temblorosas y el nudo en la garganta hacían que todo pareciera peor de lo que realmente era.
Jane y Pattie, sus mejores amigas y damas de honor, la observaban desde cerca.
Al ver la angustia reflejada en el rostro de Arabella, se acercaron rápidamente para consolarla.
—¡No llores, Arabella!—dijo Pattie, sujetando sus manos suavemente—. Si lloras, arruinarás todo tu maquillaje, y la boda es en unas pocas horas. ¡Vamos, respira!
Arabella respiró profundamente, pero las emociones la tenían al borde de las lágrimas. Se miró al espejo, incapaz de verse como la novia radiante que todos decían que era. Jane, siempre más directa, dio un paso al frente con una sonrisa calmada y segura.
—No seas tonta, Arabella—dijo Jane con firmeza pero cariño—. El vestido te queda perfecto. Mírate. ¡Estás preciosa!
Arabella intentó contener las lágrimas mientras sus amigas ajustaban algunos detalles del vestido.
Se miró de nuevo en el espejo, esta vez con más calma, y aunque su corazón seguía acelerado, empezó a ver lo que ellas veían.
Suspiró, asintiendo lentamente, al borde de las lágrimas, pero esta vez de alivio y gratitud.
—Gracias... de verdad—murmuró Arabella, agradecida por el apoyo de sus amigas en ese momento tan importante.
Con las manos de Jane y Pattie en sus hombros, se sintió más fuerte.
En solo unas horas caminaría hacia el altar, y aunque el vestido ya no era una preocupación, sabía que tendría el apoyo de sus amigas, pase lo que pase.
✎ᝰ..
Al cruzar el umbral de la iglesia, una suave melodía de órgano comenzó a llenar el aire.
Era una melodía delicada y solemne, que parecía envolver a todos los presentes en un ambiente de profunda emoción.
Los invitados, que esperaban en silencio, se giraron al unísono cuando Arabella y Paul comenzaron a caminar por el pasillo.
Los susurros de admiración recorrieron los bancos mientras ella avanzaba, luciendo radiante en su vestido de novia.
Arabella levantó la vista y, al fondo del altar, vio a Anthony, su futuro esposo.
Él estaba allí, de pie, intentando mantener la compostura, pero al verla, sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.
Con torpeza, se quitó las gafas y trató de secarse los ojos con la mano temblorosa, sin poder evitar que la emoción lo dominara.
Luego, las volvió a colocar en su rostro, pero sus dedos aún temblaban mientras intentaba ajustarlas.
Paul, notando la mirada de Anthony, sonrió levemente. A medida que llegaron al altar, Arabella soltó suavemente el brazo de su primo.
Paul la miró una última vez, su mirada llena de orgullo y cariño, y luego, con un suave apretón en su mano, la dejó al lado de Anthony.
Con una reverencia casi imperceptible, Paul se retiró al final del pasillo y fue a tomar asiento junto al resto de la familia.
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John Lennon's Girl. [✓]
Fanfiction"No eres bueno para mi" pensó Arabella, una adolescente de 14 años que estaba perdidamente enamorada de John Lennon, el cantante y mejor amigo de su primo.