42. Decisión importante

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Verano de 1975.

El calor en Italia era sofocante, pero la belleza del país hacía que todo valiera la pena. Anthony, ya un director consagrado, había viajado a la Toscana para rodar su última película. Como en tantas otras ocasiones, Arabella lo acompañaba, aunque esta vez no era parte del elenco.

Su carrera como actriz había ido en ascenso, pero en esta ocasión prefería mantenerse al margen y disfrutar del idílico entorno.

Llevaban más de cinco años juntos, viviendo una relación intensa y llena de momentos apasionados.

Sin embargo, había un tema que constantemente generaba tensión entre ellos: el matrimonio.

Anthony había expresado más de una vez su deseo de casarse y formar una familia con Arabella.

Era un hombre de ideas claras, soñaba con un hogar junto a la mujer que amaba, hijos que correrían por el jardín, y una vida estable y amorosa.

Pero cada vez que mencionaba el tema, Arabella encontraba la manera de esquivarlo, cambiando de tema o posponiendo la conversación para otro momento.

Una tarde calurosa, después de un largo día de rodaje, estaban sentados en una terraza con vistas a los viñedos.

El viento cálido acariciaba sus rostros y, mientras bebían vino, Anthony sintió que era el momento de hablar una vez más sobre sus planes.

Se inclinó hacia ella, mirándola con la intensidad que siempre la había cautivado.

—Arabella, llevamos mucho tiempo juntos. Sabes lo que siento por ti. Quiero que nos casemos, que empecemos una vida juntos, de verdad—dijo Anthony, con el corazón en la mano.

Arabella, con una suave sonrisa, desvió la mirada hacia el horizonte, observando cómo el sol se escondía tras las colinas.

Siempre había amado a Anthony, pero la idea del matrimonio no la entusiasmaba. Ella era una mujer independiente, con una carrera que seguía en ascenso, y la vida que llevaba le daba una sensación de libertad que no quería perder.

Además, el matrimonio no formaba parte de sus sueños; para ella, estar con Anthony era suficiente, sin necesidad de formalidades.

—Amor, no necesitamos un anillo o una ceremonia para estar juntos. Somos felices así, ¿no?—respondió con dulzura, tocando su mano suavemente.

Anthony suspiró, intentando disimular su frustración.

Había escuchado esas palabras antes, y aunque amaba a Arabella profundamente, no podía evitar sentir que algo le faltaba.

Para él, el matrimonio era una forma de sellar su amor, de hacer un compromiso ante el mundo, pero ella no compartía ese mismo sentimiento.

—No es solo el matrimonio, Arabella. Quiero formar una familia contigo, construir algo más grande que nosotros —insistió Anthony, con una leve desesperación en su voz.

Arabella, siempre esquiva en este tema, volvió a sonreír, aunque sus ojos mostraban una cierta tristeza.

Sabía que Anthony estaba decidido, pero ella no podía prometer algo que no sentía. El amor que sentía por él era inmenso, pero no estaba preparada para dar ese paso.

John Lennon's Girl. [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora