07. Oh Sweet Arabella

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Arabella estaba estresada por las tareas, su madre estaba estresada por el doble trabajo que tenía. Aunque a Arabella no le gustaba tenían que depender del dinero del tío James.

Aunque le dijo a su madre para dejar el modejale para ahorrar más, la mujer se nego y siguió apoyando a su hija en eso
¿Acaso existía una mejor madre que ella?

La joven se metió a trabajar de mesera en un café, que para su sorpresa Pete iba muy seguido. Aveces solo, pero aveces venía con los Quarrymen.

✎ᝰ..

La joven se acomodo el pelo mientras esperaba a nuevos clientes que atender, en su lugar de trabajo se encontraba algunos cuadernos y libros. Aún no lograba escapar de las garras del estudio.

La puerta se abrió y ella levantó la vista para ver a John y Pete.

—En este lugar perfectamente podría venir mi tía Mimi.

—John, este café es lo mejor que le pudo haber pasado a Liverpool.

—Es muy de señora.

Pete rodo los ojos y se acercó al mostrador.

—Hola—le guiño el ojo.

Arabella le sonrió y luego miró a John, este al verla le guiño el ojo.

—Entonces vendré más seguido—bromeo y pidieron el menú.

Ambos fueron a unas mesas y metieron sus cabezas en el menú, aveces viendo a la adolescente estudiar.

—Ese delantal le queda perfecto.

—Ni que lo digas.

—Te dije que te iba a gustar este lugar.

—No me dijiste que ella trabajaba aquí.

Arabella se puso al lado de ellos con una bandeja en mano.

—¿Van a pedir algo?

Pete asintió y pidió un café con media lunas, mientras que John estaba indeciso.

Arabella se fue con el pedido de Pete y se lo dio al chef, ella volvió con su tarea mientras debes en cuando miraba en la mesa de John.

Después de un rato la joven llevó el pedido de Pete y John la detuvo antes de que se vaya.

—Voy a pedir un té con galletas por favor.

Arabella asintió y llevo el pedido de John, pronto lo dejo en su mesa dejando que disfruten de su tarde.

Llegaba la tarde y raramente ambos seguían en el café, hablando de sus temas y de algunas canciones nuevas.

Luego de unas horas ambos pagaron la cuenta y se fueron a sus respectivos hogares, Arabella estaba preparando su mochila para irse a casa. Tomo su mochila y cuando salió sintió unas manos tocarle la cintura.

Se dio la vuelta y le dio una bofetada sin pensarlo.

—Puta madre, soy yo—se quejo John—. Pegas fuerte.

—!Perdón! ¿Estas bien?

—Sí, pero no vuelvas a pegarme.

—¿Que haces aquí?

—Vine por ti, vamos. Después se hace más oscuro.

John tomo la mochila de Arabella y ambos comenzaron a caminar, ninguno hablaba pero John podía notar que Arabella estaba estresada y quizás molesta.

—¿Estas enojada conmigo?

—Estoy enojada con todo el mundo.

—¿Y eso porque?

—¿No es obvio? No tengo tiempo para nada, mudarse de un día para otro—rodo los ojos—. Y comenzar en una nueva escuela, tengo deberes que completar y estoy harta.

—No es tan malo.

Arabella paro en seco cuando lo escucho decir eso.

—!¿No es tan malo?!

—Arabella, no grites—la calmo—. Deja de quejarte, te quejas por todo.

—Me haces querer pegarte de nuevo.

John rodo los ojos y comenzaron a caminar de nuevo en silencio, hasta que John comenzó a cantar.

Oh Arabella beautiful and cruel, she gets angry at everything. She looks like an angel with a devil character, she is blonde and bad. Oh my sweet and cruel Arabella.

—Eso ni rima.

—Pero es la verdad—se inclino y dejo un beso en su mejilla—. Aparte eres una mentirosa.

—¿Por qué lo dices?—se cruzo de brazos.

—No tienes 15—se burlo—. Tienes 14, mentirosa.

—¿Quien te lo dijo? ¿Paul?

—No, fue tu madre—sonrió—. Es agradable, quiere a tu mamá mientras esté contigo, ¿entendido? Cuídala. Nunca sabes cuando se irá.

✎ᝰ..

Eran las siete de la tarde mientras que Arabella se preparaba para salir, por fin tenía día libre. Cuando salió al jardín, en la entrada pudo ver a Miriam y a John.

—Hola bella dama—John la saludo y se acercó a ella—. Yo la voy a cuidar, no se preocupe señorita Miriam.

Miriam sonrió y asintió.

—!Cuídense!

Ambos salieron de la casa de Arabella y comenzaron a caminar por el vecindario.

—Le hablé a mi madre sobre ti.

—¿Tu madre?

—Sí, le caes bien—sonrió—. Quiere conocerte, ¿sabes? Ella me enseñó todo lo que se de música, es increíble.

—Me alegró que tu madre te haya educado muy bien desde niño.

—Oh no, para nada—John se detuvo y prendió su cigarrillo—. Apenas la conozco, yo viví toda mi vida con mi tía Mimi y mi tío George.

—¿Tu tía? Pensé que vivías con tu madre, es lo lógico.

—Bueno, pasaron cosas y pues vivo con ella—le tendió el cigarrillo a la joven y ella lo tomo—. Mimi es estricta y siempre dice "!John, tus gafas!" Odio usar mis gafas, me hacen ver como un ñoño.

La rubio le paso el cigarrillo y rió por las palabras de John.

—Pero es buena, creo que en el fondo me quiere.

John Lennon's Girl. [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora