John Lennon's Girl. [✓]

２６. Ice Cream

Las cuatro chicas habían ganado popularidad por su carisma y belleza.
Jane, Maureen, Arabella y Pattie. Las mujeres más jóvenes y ardientes de Reino Unido.

Hoy se juntaron para hacer un comercial de helados.

✎ᝰ..

Jane, Pattie y Arabella llegaron temprano al set de grabación, un fondo blanco con dibujos de helados pintadas en ellas. Mientras esperaban a Maureen, se acomodaron en una mesa y unas sillas. Los productores se acercaron y dieron algunas revistas.

—¿Has visto el último número de Vogue? —preguntó Jane, abriendo la revista y mostrando las coloridas páginas a sus amigas.

Pattie asintió, ajustándose las gafas de sol mientras se inclinaba para ver mejor.

—Sí, he oído que tiene una sesión fotográfica increíble de la nueva colección de Mary Quant.

—Amo a esa mujer.

—Amamos.

Corrigió Jane.

Las tres se rieron y comentaron los estilos, intercambiando opiniones sobre qué prendas les gustaría probar. Mientras tanto, Maureen Cox, conocida por su puntualidad, llegó corriendo, disculpándose por la tardanza.

—¡Lo siento, chicas! —exclamó Maureen, respirando un poco agitada—. El tráfico estaba imposible.

—Ya si quieres ven mañana.

Las demás rieron y Maureen le dio un suave golpe en el hombro a Jane.

—No te preocupes, Maureen—respondió Pattie con una sonrisa—. Estábamos entreteniéndonos con la revista. Mira esto, seguro que te encantará.

Maureen se unió a ellas, riendo y relajándose antes de que comenzara la grabación. El ambiente era alegre y lleno de camaradería, y las cuatro estaban ansiosas por comenzar a trabajar en el comercial.

  ✎ᝰ..

Los Beatles habían terminado un ensayo de media hora, estaban sentados y luego Ringo extendió su mano para tomar el control de la tv.

En cuando lo prendió una canción de helados comenzó a salir de ella, era el comercial de las chicas.

—¡Eh, miren esto! —exclamó Ringo, llamando la atención de los demás.

John, Paul y George se acercaron a la pantalla, intrigados. Las chicas se veían radiantes, riendo y posando con los helados de manera sugestiva, el comercial estaba claramente diseñado con un toque de doble sentido. Los Beatles no pudieron evitar sonreír al ver a las mujeres que conocían tan bien.

—Eres el pedazo de cereza, solo quédate encima de mi. Así no puedo ver a nadie más para mi, no.

—Consíguelo, dale la vuelta y echalo. Hazlo así, así.

—Luce tan bien y se ve tan dulce.

—Se ve lo suficientemente bien para comerlo.

Mientras el comercial pasaba, los chicos entendieron el significado. Claramente no hablaba de helados.

En un momento salió Arabella y Ringo miró de reojo a John que tenía el ceño fruncido.

Ringo, con su característico sentido del humor, no dejó pasar la oportunidad para bromear.

—¡Miren, es la amante de John! —dijo, riendo y dando un pequeño empujón a John.

John levantó una ceja y sonrió con picardía

—¡Ojalá!—bromeó, siguiendo el juego de Ringo.

George se unió a las risas, mientras Paul simplemente meneaba la cabeza, acostumbrado a las bromas entre amigos. El comercial continuó mostrando a las chicas en diferentes escenas, todas divertidas y un poco provocativas.

Cuando el comercial terminó, Ringo apagó la televisión y los cuatro volvieron a sentarse, aún riendo por la broma.

—Tienes que admitirlo, fue un buen comercial—dijo Paul, sonriendo—. Bella y las demás se ven increíbles.

—Definitivamente, esas chicas saben cómo hacerlo —añadió George—. Creo que necesitamos helados después de este ensayo.

—¡Helados para todos!—dijo Ringo, levantándose—. Vamos a por unos cuantos, como en el comercial.

Los Beatles se levantaron y salieron del estudio, bromeando y riendo, sabiendo que, a pesar de todo el trabajo duro, siempre encontraban tiempo para disfrutar de las pequeñas cosas y las buenas compañía.

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