IL MIO ANGELO OSCURO (+21)

CAPITULO-2

«Pasado»

Naomi.

«No vuelvas más aquí»-Las últimas palabras de Posinato retumban en mi cabeza cuando miro por la ventanilla del avión. 

Ahora me tocará convivir con personas que jamás había visto. ¿Por qué pasó todo esto?

Jamás pensé que ese hombre que me dió la vida estuviera envuelto en un mundo tan oscuro, «Fue lo que me dijo Posinato» en mi cabeza no cabe esa posibilidad de que mi padre fuese un asesino, él era tan amoroso y cuidaba tanto de mamá y de mí, que no me lo imagino matando a otro ser a sangre fría.

Nunca terminamos de conocer a una persona por completo. Me quedaré con la imagen del padre amoroso que cuidaba a su hija con esmero.

Tomo mi mochila que es lo único que cargo cuando el avión avisa que llegamos a Rusia. Sin ánimos me bajo y busco entre la multitud sin saber a quién buscar porque realmente no se quien me espere aquí.

Un cartel llama mi atención «BIANCA VOLKOVA» hago una mueca de disgusto y me voy hacia la rubia que muestra el letrero por todo lo alto.

Me acerco a la mujer quien me mira con desagrado de arriba a abajo, mi aspecto no es el mejor, me hice un corte horroroso en mis cabellos y la ropa que cargo puesta es de hombre.

-¿Tu eres Bianca?-Baja el cartel y hace una mueca de desagrado.

-Ahora soy Naomi-Le digo con sequedad arreglando mi bolso en mi hombro.

Coloca una mano en su cintura a jarra.

-Hay que hacer un trabajo exhaustivo en ti, estás para echarte a los leones del Boss.

-¿Qué?-Arrugo las cejas.

Niega con ironía con la cabeza.

-Vamos-Me toma de un hombro con desagrado-Soy tu tía Larissa Volkova. Que asco me da ligar tía con mi nombre, me hace sentir vieja.

Tuerzo los ojos.

-Me llamarás Laris. ¿Está bien?

-Como sea.

Toma mi brazo cuando pasamos una calle y vamos en camino hacia una limusina.

Un hombre en traje negro nos tiene la puerta abierta. Lo abordamos.

-Mi papá y mi mamá fueron asesinados-Le informo y unas lágrimas se me escapan.

-Eso lo se-Lo dice con desdén-Y deja de llorar, no lo traerás de vuelta poniéndote como niña chiquita que perdió a sus padres.

Limpio mis lágrimas y trago grueso el nudo de mi garganta. No he podido llorar a mis padres cómo se debe.

Ella suspira colocandose unos lentes de sol de pasta blanca y mira hacia la ventanilla cuando habla.

-Mi padre murió hace dos años. Mi hermano no lo supo, desde que se fue a Italia por irse detrás de tu madre, mi padre lo sacó de su vida.

-¿Quién cuidará de mi?

Ella fija su atención en mí.

-No eres una niña. Tienes quince años y puedes hacerlo tú sola. 

-Pero…

-Si a lo que te refieres. ¿Es quien velará por ti en cuanto a resguardo? Seré yo y el jefe, obviamente. 

Arrugo las cejas.

-¿Jefe?

Ella resopla con aburrimiento y se quita los lentes.

-Niña no somos una familia normal. Para pertenecer a este mundo, a nuestro mundo debes ser fuerte.