IL MIO ANGELO OSCURO.
(Venganza Destructiva)
A los 15 años, Bianca Volkova fue testigo del brutal asesinato de sus padres a manos del don de la familia Rossi, una poderosa mafia italiana. Devastada y sola, huye a Rusia, donde se sumerge en un mundo...
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Austin Todd.
(Coronel de la fuerza de narcóticos especiales)
No dejo de mirar a la mujer que mueve su cuerpo de un lado a otro con sus ojos cerrados mientras sus manos recorren su silueta por encima del vestido.
«Es hermosa»
Su cabellera negra cae a cada lado de sus hombros, su cuerpo es esbelto y sus tetas perfectas, nada exageradas. No lleva brasier, menos bragas.
Dice no ser una trabajadora del lugar, pero lo más seguro fue que vino en busca de alguien a quien llevarse a la cama, porque el vestido que carga corto atado a cada lado de su silueta por unas trenzas muestra mucha piel y por encima de la tela se ven marcadas los picos de sus tetas. No lleva nada debajo, lo único que cubre su cuerpo es esa diminuta tela en cuero rojo.
«Podemos echar un polvo en el carro o en el baño»
Por un momento entro en razón y fijo mi atención hacia el lugar que es reservado para las personas con peso y poder, miro al capo de los Rossi en compañía de su hermano, ambos están sentados con el perímetro custodiado por sus hombres.
Angelo Rossi no quita la atención de la mujer que baila sola con los ojos cerrados moviéndose al ritmo de la melodía electrónica.
Joder, vine a trabajar no a distraerme, pero esta mujer me la pone difícil.
Tomo un sorbo de mi licor obviando a las personas a su alrededor. La piel me pica, alzo un brazo y huelo, después pongo mi atención al frente, para ser más claro hacia la mujer que me mira desde su lugar, no me aparta la mirada cuando se mueve, la polla se tensa, tengo que bajar una mano con disimulo acomodandola por encima de la tela. Minutos después me da la espalda en busca del pasillo de los baños.
Giro mi atención hacia el aparcado buscando mi objetivo, pero no está, alzo mi cabeza mirando a mi alrededor «Se fue» tanto él, como su hermano.
No soy de desviarme de mis objetivos, pero solo por hoy me permitiré relajarme un poco, lo necesito, tanto desvelos e investigaciones me están pasando factura y necesito liberación de lo contrario, me dará un colapso mental.
Saco dinero de mi bolsillo y terminando de vaciar el trago en mi garganta, dejo el cristal en la barra y me voy metiéndome entre la multitud recorriendo el camino que deja la mujer con vestido rojo atras, pero me detengo a una distancia prudencial cuando veo al consejero del capo de los Rossi custodiando la zona, miro a mi alrededor y veo en cada punto uno de sus hombres custodiando.
Me alejo para que no noten mi presencia, la estancia está poco iluminada y es fácil camuflajearme con la multitud. La música es alta y huele a cigarrillo junto a marihuana, se ven como jóvenes ingieren pastillas de éxtasis para después bajarla con licor, también se pueden ver hombres y mujeres inhalando cocaína.
