IL MIO ANGELO OSCURO (+21)

CAPITULO-3

«Pasado»

Naomi.

Desde mi lugar veo al hombre fornido que camina con seguridad junto a una mujer a su lado. Ya no tiene el bigote con el que lo recuerdo, ahora su cara la adorna una barba en forma de candado. Me levanto de dónde estoy sentada y meto una pastilla de chicle en mi boca. Calzo mi cartera en mi hombro y me acerco para un encuentro más cercano.

-¡Positano Salvatore!-Me detengo a su espalda con una sonrisa ladeada.

Estoy en la sala de espera de la delegación de la ciudad de Sicilia.

El anunciado se gira al escuchar su nombre.

-¿Quién eres?

Este está como el vino viejo, mientras más añejo mejor se pone.

Me quito mis lentes de sol y él solo me mira con extrañeza.

-Esos ojos…-Susurra con ensimismo.

-Naomi Hoffman. ¿Me has olvidado?

Descompone su cara y me hace un escrutinio con su mirada, recorriendo con sus ojos mi cuerpo. Cargo un jean rasgado en corte alto en mis caderas y un top tipo corset en color negro con unas sandalias altas. Mi melena negra cae a cada lado de mis hombros como un manto.

De seguro ya ni me reconocerá, la última vez que me vio fue cuando me llevó al aeropuerto y me había hecho un corte horrendo en los cabellos, aunque mi anomalía de mis ojos me distingue de los demás, haciéndome única e inolvidable.

Le dice algo a la mujer que está a su lado para después acercarse a mi.

-Esos ojos los puedo distinguir aunque pasen los años que pasen. ¿Qué haces aquí?.

-Vine por venganza, mi Cheryl.

Me mira con seriedad y me toma de un brazo arrastrándome hacia el ascensor de la comisaría.

-¡Oye!-Quito su agarre cuando las puertas se cierran.

Saco la navaja que está escondida en mi corset y apretando el botón saco el filo. Lo encaro con rabia llevando la hojilla a su cuello.

-No me vuelvas a tocar así, la próxima que lo hagas te corto las manos a sangre viva-Le advierto.

Alza las manos en señal de rendición. Cautelosa guardo la navaja en mi cartera y miro al frente arreglando mi bolso en mi hombro tratando de calmarme.

No me gusta que me toquen y menos de la forma que lo hizo.

-¿Qué haces aquí Naomi?-Se calma-Te dije que no volvieras.

Las puertas se abren y salgo con él hacia su oficina. Todo está igual a como lo recuerdo.

-Que nadie me moleste-Demanda a su secretaria. Supongo.

Me abre la puerta y me adentro hacia la estancia. Me siento y él hace lo mismo rodeando su escritorio.

-¿No sabes que aquí corres peligro?-Me reprocha.

-Lo dudo-Coloco mi cartera sobre la mesa-A según meses después que me fui se encontró una niña amordazada y violada en un abismo. ¿No?. Bajo el nombre de Bianca Volkova.

Tumba su espalda hacia su asiento.

-Mataron a esa niña pensando que eras tú. No tuve más que afirmar tal cosa, de lo contrario, te seguirían buscando por debajo de las piedras. La gente de Domenecio tomó venganza con toda tu familia. Aquí no tienes a nadie.

-Era mi prima-Le resto importancia a lo que me dice-No merecía morir como lo hizo.

-Pero ellos no lo sabían-Pasa una mano por su cara y me mira-No puedes estar aquí Naomi.