IL MIO ANGELO OSCURO.
(Venganza Destructiva)
Bianca Volkova tenía tan solo 15 años cuando fue testigo del brutal asesinato de sus padres a manos del don de la familia Rossi, una poderosa mafia italiana. Destruida y sola, huye a Rusia, donde se sumer...
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Angelo.
Dos días en cautiverio que pasaron a cuatro. Ya hoy si o si debemos marcharnos, los suministros se agotaron y Cillo se ha tomado el atrevimiento de reprimendarme, diciendo que de haber sabido que la doncella nos traería retraso no la hubiese dejado aquí conmigo.
Ya es hora de volver, mis hombres están quemando Italia en busca de mi paradero y yo, pues, aquí estoy, con la doncella desnuda sentada en mis piernas dándome la espalda mientras le marco el cuello con mis dientes y con la succión de mis labios. Con una mano manoseo sus tetas que caben a la perfección en mi palma mientras con la otra deslizo mi dedo medio por la raja de su coño para después hundirlo en su cavidad cerrada.
La luz matutina se filtra por los vidrios de los costados y desde aquí se puede escuchar el cantar de las aves. Sus gemidos suaves y sutiles se deslizan por mi oído como una dulce y excitante melodía que despierta mis demonios, mis más perversos demonios.
Su cuerpo blancuzco está marcado por mi demostrándole así, que con o sin su consentimiento, ella a partir de ahora tiene dueño, y ese dueño soy yo.
-Un dedo es lo que entra en tu cuerpo Naomi-Susurro en su oreja-¿Cómo hará mi monstruosidad para entrar en ti?. Mmm. Te romperá, te hará sangrar y te generará dolor... Y me gusta todo eso que causará en ti.
No deja de rozar la raja de sus nalgas en mi dura erección mientras yo deslizo mi dedo en su cueva estrecha, pero muy húmeda.
-¿Quién le hace creer que me entregaré a usted, mi ángel?. 20 años llevo esperando por aquel hombre que sea digno de poseerme. No vine a Italia a ser la carne del primero que se me atraviese en el camino.
Esta mujer es más que una cara y cuerpo bonito, es astuta, inteligente y ambiciosa, utilizará cada pieza a su favor, porque sabe cómo hacerlo. Puse a toda Italia en fuego solo para poder obtener la cabeza de Giovanni y así disfrutar a plenitud de su boca. ¿Que me pedirá a cambio de su tesoro?
«Sangre, mucha sangre»
Es tán parecida a mi, que podría asegurar que soy yo en otro cuerpo. Su maldad es como un imán que me atrae a ella sin mucho esfuerzo.
Apoyo mi mentón en su hombro y la miro con ensimismo cuando lleva su cabeza hacia atrás arqueando su espalda llegando al orgasmo que le causan mis dedos al frotar su centro.
Después gira su cara para tomar mi boca y a su vez, se voltea, abriéndose en mi regazo pegando sus tetas a mi pecho.
Posa una mano en mi mejilla y su otra mano recorre mis pectorales para después tomar mi erección y agitarla con premura.
-Me gusta sentirlo en mi mano, mi ángel.
Arquea una sonrisa siniestra en mis labios mirándome.
-Y en mi boca.
Llevo una mano a su nuca besándola con vehemencia, sus labios suaves y carnosos se amoldan a los míos, al mismo ritmo y compás, su lengua se enrosca con la mía, recorre mi boca como yo la hago con la suya. Muerde mi labio rompiéndome levemente y después sin apartar su mirada de la mía desliza su lengua limpiando la sangre.