CAPITULO-22

899 107 21
                                    

Angelo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Angelo.

Miro desde mi lugar con mis brazos cruzados como la droga es inyectada en el hombre que implora una dosis que le quite el sufrimiento, está pálido con sus labios agrietados y mirada vidriosa, está en abstinencia.

Sus ojos se cierran sintiendo el efecto de la droga recorrer sus venas, su cabeza se va hacia atrás, pero después su cuerpo empieza a convulsionar y las venas se le marcan por encima de la piel tomando un color negraceo igual que sus ojos, cae al piso en medio del temblor y empieza a botar espuma con sangre por la boca.

La droga es un nuevo químico letal que crea en la persona una gangrena que lo mata en cuestión de segundos.

Recorro el pasillo junto a mi bioquímico y escucho atento lo que se me informa, veo desde mi lugar a personas trabajando haciendo producción masiva de mi droga «Nemesis»

-¿Esas son las panelas que serán distribuidas al Mediterráneo?-Le pregunto a unos de mis hombres.

-Si, mi capo.

Le tiendo mi mano y me entrega un cuchillo. Lo clavo en uno de los bloques y saco polvo blanco, tomo una muestra y froto en mis dientes. Es de buena calidad.

Después de hacer mis supervisiones me voy a la mansión, cansado subo las escaleras y recorro el pasillo que me lleva a mi habitación, ya es de madrugada. Me adentro y la estancia está alumbrada por la luz de la lámpara que está en la mesa de noche, su iluminado es tenue, el foco de luz es rojo, cierro con cuidado para no despertar a la mujer que duerme solo en bragas en mi cama.

Con pasos lentos camino hasta colocarme a los pies de la cama y recorro su cuerpo esbelto con la mirada. Quito los botones de mi camisa para después deslizar la tela por mis brazos lanzándola al piso.

Rodeo la cama para acostarme a su lado. Miro su rostro dormido «se ve como un ángel cuando está así». Bajo rozando mi nariz en su mejilla mientras deslizo mi mano por su abdomen, bajo lento con castos besos hasta esconder mi cara en su cuello.

Escabullo mi mano entre su braga frotando la palma en sus labios carnosos y no me refiero a los de la boca, evidentemente.

Levanto mi cabeza colocándola frente a la suya y me encuentro con sus ojos.

-Hola-Deslizo mi dedo medio entre sus labios vaginales.

Bajo, cubriendo mis labios con los suyos, entierro mi lengua en su boca enroscandola con la suya. Nuestros labios se abren en un beso con intensidad y deseo. Corto con el beso dejándola con ganas de más y miro sus ojos cuando froto con suavidad haciéndola suspirar levemente.

-Me gusta ver esa carita disfrutando de lo que le ofrezco-Susurro en su boca-¿Quieres seguir sintiendo esto?. Mmm

Asiente en silencio mirando mis ojos. Bajo metiéndole mi lengua hasta el fondo de su garganta, rato después corto con el beso para mirarla.

IL MIO ANGELO OSCURO (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora