CAPITULO-19

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Angelo

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Angelo.

Me voy a mi habitación y cierro la puerta al entrar. Me quito el saco dejándolo a un lado, lo mismo hago con mi camisa dejando mi pecho al descubierto. Me siento en mi cama con dosel.

Apoyo mis codos en mis rodillas. Esto es una mierda, tener en una misma casa a mis padres junto a Naomi, es una bomba que en cualquier momento llegará a un punto donde estallará.

«Debo alejar a mis padres. A Domenecio para ser más específico...»

Tantas mujeres en el mundo y me vine a encaprichar con ella. Tengo que matarla, lo sé, pero lo repito esa mujer me es más útil viva que muerta.

Tengo a mis padres bajo mi techo por seguridad, desde una vez que hicieron un atentado en su propia casa tomé la decisión de traermelos. Mi mansión es una fortaleza, fue diseñada por mí para mi total protección, nadie excepto mis hombres pueden entrar aquí, pero tengo que hacer algo para que mis padres no tengan nada que ver con la doncella, de lo contrario, todo se me vendrá abajo si descubre mis verdaderas intenciones.

Le hago creer que tiene poder sobre mí para que baje la guardia, Naomi es el mismo diablo hecha mujer, es astuta, cree mover cada pieza a su conveniencia, pero que equivocada está. Angelo Rossi siempre gana, siempre.

Me levanto con teléfono en mano y le pido a Cillo que tenga todo preparado para esta noche. Aquí se hace lo que yo demande y hay cosas en las cuales no pienso ceder.

Giro mi cabeza hacia la puerta cuando la abren. Es Erin.

Me molesto.

-Angelo. ¿Podemos hablar?

Tiene un corto vestido en color blanco con unas sandalias altas. Sus cabellos rubios están sueltos, perfectamente arreglado sobre sus hombros y sus labios llevan un pintalabios rojo carmesí.

Tuerzo los ojos y dejo el aparato a un lado. No estoy para dramas absurdos.

-¡Te dije que te fueras!

Me siento en la cama y me quito los zapatos.

En silencio cierra la puerta y se termina de adentrar. Sus tacones suenan con sus pasos. Se coloca frente a mi.

-Angelo no puedes simplemente pretender que me vaya a París y que yo me quede de brazos cruzados-Levanto mi cabeza para mirarla-Todo esto se te saldrá de las manos. Esa mujer no me inspira confianza.

Me tumbo hacia atrás y coloco mis brazos bajo mi cabeza.

-Y no deberías confiarte de ella. Es una demente y una asesina-Le advierto mirándola-A duras penas logro controlarla. Así que vete si quieres vivir.

Arruga las cejas y después empieza a caminar de un lado a otro. Luego se calma y me mira.

-No voy a dejar que tengas un hijo con ella, ni con nadie más que no sea yo...

IL MIO ANGELO OSCURO (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora