Introducción

164 17 0
                                    

En un lugar de Canadá, donde no hay civilización, hay un castillo con una barrera mágica que lo protege. Además de ser invisible al ojo humano, está en un hermoso valle, rodeado de altas y nevadas montañas, bosques verdes y un río de agua cristalina con un alto salto formando una gran cascada.

El castillo es tétrico, todo él de piedra y en las torres habían gárgolas de aspecto escalofriante, que protegen los secretos del interior de los muros.

En nuestro mundo viven criaturas mágicas y místicas, se hacen pasar por humanos, es el modo que tienen de vivir en paz y sin ser descubiertos por personas curiosas.
Los adultos envían a sus hijos al castillo para aprender a controlar sus poderes y vivir en armonía con los lugareños.

Hay vampiros, hadas, magos, valquirias, dioses, licántropos, hasta los menos poderosos: sirenas, elfos...
Todos ellos conviven bajo un escudo protector que los protege de otras criaturas que son malvadas y no se encuentran en el mundo humano, sino en el mundo mágico, un mundo lleno de caos y destrucción.

Hace miles de años, había cuatro clanes poderosos del mundo mágico: magos, vampiros, licántropos y dioses.
Un ser poderoso y maligno, llamado Gerok, decidió atacar a esos clanes e incluso a los más pequeños como el clan de las hadas; hasta dejarlos completamente indefensos y casi en extinción. Tenía bajo sus órdenes a todo un ejército de criaturas fantásticas y malvadas, desde monstruos mitológicos hasta seres que solo puedes ver en películas, o en dibujos e incluso en libros.

Pero uno de los ancianos del clan de los magos, hizo un pacto de paz con todos los clanes y se marcharon todos a vivir en harmonía al mundo humano.
Se esparcieron por el mundo haciendo lo mejor que podían hacer, esconderse, actuar como humanos, vivir como ellos.
Los cuatro clanes construyeron el castillo para entrenar a sus futuros descendientes y para protegerlos, los magos y dioses, crearon una barrera protectora, que les protegería de cualquier ataque enemigo.

El castillo existe desde hace unos cuantos milenios, todos los que han vivido y estudiado ahí, han estado a salvo. Pero ahora todo ha cambiado, el mundo mágico, que actualmente se le llama mundo oscuro, ha empezado a tener contacto con el otro mundo. El castillo ya no es un lugar seguro, los nuevos estudiantes ya no están a salvo. Nadie sabe lo que les espera; mientras tanto hacen sus vidas como si no pasara nada.

Osis es un mago poderoso y el director del castillo. Los ancianos de los clanes, decidieron que fuera él quien protegiera a sus hijos, además lo tenían en una alta estima por ser uno de los constructores del castillo.
Toda la comunidad mágica lo aprecia mucho, hasta los alumnos le tienen mucho respeto.

Osis es un hombre amable, agradable y buena persona. Era alto con poco pelo en los lados y en la nuca, tenía una barba larga bien peinada. Siempre vestía con túnicas largas, llenas de estrellas doradas. Todo el mundo pensaba que era el mismísimo Merlín, el gran mago que en la edad media se marchó del mundo mágico y se convirtió en el mago del conocido reino de Camelot.

Podía ver el futuro, entre otras habilidades, pero ultimamente sus visiones no daban muchas pistas de lo que podría pasar, solo podía ver muertos, no llegaba a saber cómo acabaron así ni por quién. ¡Era frustrante!, sabía que algo malo se acercaba pero no podía ver nada. Solo veía a sus alumnos muertos, pero nada más.

Sabían que Gerok aparecería tarde o temprano, sabían que pronto se haría realidad la profecía.

Una diosa criada entre humanos,
Una diosa guerrera,
Entre las dos destruirán al ser maligno,
La paz reinara de nuevo y para siempre.

Osis no sabía cuándo se haría realidad, así que para proteger a sus alumnos, habló con el dios Odín para que le ayudara a mantener el castillo a salvo. Odín al enterarse de la situación se preocupó muchísimo, conocía bien las visiones de Osis, así que tenían que poner remedio, impidiendo que se cumplieran. Envió un gran ejército de Valquirias dirigidas por su hija mayor Kaila; ella iba a tener una tapadera en el castillo para que nadie sospechara, se convirtió en la profesora del arte de la lucha. Mientras que sus guerreras estaban colocadas estratégicamente por todo el castillo, sus órdenes eran proteger a los alumnos y al profesorado sin que nadie las viera.

Llegó el día en que abrían las puertas del castillo para el nuevo año de los estudiantes, ellos no sospechaban nada y era lo mejor... por el momento.

AriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora