Kaila y Claire

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Por la noche, Osis decidió hacer un anuncio importante para todo el mundo, así que después de la cena, antes de que todos se fueran a sus habitaciones, les dijo que tenía algo que anunciar.

Les contó los cambios que habrían a partir de ese momento respecto a las clase de historia humana, se cerrarían las puertas para no hacer más esa clase, había murmullos por todos los rincones del comedor.

— ¡Silencio! — gritó Osis, todo el mundo se calló. — Bien, a lo que iba, las clases de historia quedan oficialmente eliminadas del plan de estudio. La señorita Davis y yo lo hemos hablado y hemos quedado que es mejor así por el bien de todos. Aunque eso no quita, que la señorita Davis no os pueda dejar material de su mundo, para que conozcáis un poco lo que piensa la gente de nosotros. No voy a dar más explicaciones al respecto.

Claire pensó que tendría que ir a la ciudad a por más material audiovisual, además de libros.

—Desde este momento, Claire Davis será una estudiante más, aprenderá todo sobre nosotros, lo que podemos hacer, como vivimos. Así que cuando la veáis en clase, no os contengáis, sed vosotros mismos. — dijo sin más. Claire se sorprendió ante ese anuncio, no habían hablado nada de eso.
—Tranquila, estaré a tu lado, vigilaré que nadie se propase y use sus poderes contra a ti. — dijo Kaila.
—Gracias, creo.— dijo con el ceño fruncido.

El día siguiente Kaila fue a buscar a Claire, llamó a la puerta del dormitorio pero no contestó nadie, volvió a llamar y nada.
Pensó en donde podía estar, recordó que le dijo que le gustaba mucho leer, así que fue a la biblioteca. Era la única persona que estaba ahí, sonrió y se acercó a ella.

Claire estaba muy concentrada leyendo un libro sobre los dioses nórdicos, quería conocer un poco más sobre la familia de Kaila y sobre ella ante todo.
No se dio cuenta que alguien se sentaba delante de ella, pero vio movimiento de reojo, así que miró para ver quién era. Al ver que era la guerrera, sonrió, puso el punto en la página que estaba leyendo y cerró el libro.

—Hola.
—Buenos días. — dijo Kaila, estaba contenta, vio el título del libro que estaba leyendo. — Vaya, ¿estás estudiando la vida de mi familia?
—Ah, bueno, tengo interés.
—Ya lo veo. — ver a Claire queriendo aprender más de ella, la hizo muy feliz.
— ¿Me buscabas? — preguntó Claire.
—Sí, quería saber si te apetecía verme en mi clase.
— ¿Eres profesora? — preguntó Claire impresionada, era toda una guerrera, no tenía mucho sentido que fuera profesora. — ¿qué enseñas?
—Técnicas de combate, soy la profesora de lucha.
—Ah, ahora tiene sentido... — dijo en un susurro.
— ¿Qué?, ¿vienes?
—Claro, pero estaré alejada del peligro.
—Claire, no va a pasar nada. — estiró la mano para acariciar la de Claire que estaba en la mesa. — Confía en mí, no permitiré que te ocurra nada. — Claire miró sus manos y después la cara, estaba seria.
—Confío en ti. — no supo de donde salió esa confianza, hacía muy poco que se conocían, pero no le importaba, la voz de su interior le decía que debía hacerlo.
—Pues vamos, no quiero llegar tarde. — se levantaron y Claire cogió el libro, antes de salir de la biblioteca firmó para llevárselo y se fueron.

Llegaron a un patio enorme, Claire no sabía que tuvieran un campo de fútbol en el castillo, miró a Kaila.

— ¿Y este campo?
— ¿Crees que tu mundo son los único que hacen deporte?
—Emm, si. — Kaila se rio ante la respuesta de desconcierto. — ¿qué deporte jugáis?
—Pues creo que es un tipo de baloncesto de tu mundo, aunque es muy diferente; nosotros lo llamamos Enerball. Solo pueden jugar los grupos que tienen poderes de ataque, los dioses, los magos y las hadas. — lo explicó mientras usaba su magia para crear un holograma del juego. — Cada jugador tiene tres círculos alrededor, dos a la altura de los hombros y uno encima de la cabeza, aparecen cuando va empezar el juego, están separados del cuerpo, así tienes más margen de maniobra. Los círculos dan puntos, los jugadores crean una bola de energía para poder lanzar en el interior de los círculos.
—Por eso se llama Enerball. — dijo Claire entendiendo un poco el sistema.
—Sí. Además todo eso ocurre en el aire, quiero decir que vuelan, no se hace en el suelo.
— ¿Por qué?
—Es más difícil, sobre todo para los magos, siempre tendrán una mano ocupada para mantener el vuelo, tanto si usan escoba o plataforma mágica. Además volando corres más que en tierra, puedes ir de una punta a otra sin ser visto.
—Vaya, parece interesante. — dijo Claire.
—Las peleas son para distraer al oponente, es el único modo de que no se acerquen a ti y puedas marcar y sumar puntos; además de que te da la ventaja de acercarte y marcar tú. Los círculos de los hombros son dos puntos y el de la cabeza tres. El equipo que más puntos consiga, gana.
—Pues sí que se parece al baloncesto. Aunque con espectáculo.
—Sí, todos pueden usar la magia que quieran contra sus oponentes, pero hay una norma al respecto. Usar poca potencia para no matar.
—Mmm, tiene sentido, es solo un juego y todos son amigos. ¿No? — preguntó Claire.
—Sí, aunque hace unos cien años en un partido, un dios se pasó con su ataque que acabó matando a su oponente, era un hada. Desde entonces en todos los partidos nos tomamos un minuto de silencio por él, aunque ninguno de nosotros lo conoció.
—Oh, incluso aquí hay accidentes, aunque lo de honrar al hada está muy bien. Los humanos hacemos lo mismo cuando perdemos a alguien.

AriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora