Capítulo 37

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Cuando veo quien es su cómplice no lo puedo creer.

—joder no lo puedo creer, no adivinan quien es el que la ayudo. - las chicas me miran sin entender.

Muevo mis dedos para confirmar bien.

Isa— quien es Alexa habla de una vez.

— Es nuestro amigo, el polaco.

Isa— no me jodas enserio, maldito pensar que le tenia un poco de cariño. - escucho un gruñido a mis espaladas.

Nico— así que le tenias cariño pues voy a disfrutar matándolo, donde se mueve?

— En los bajos mundos Matteo lo tiene que conocer.

Matteo— lo conozco muy bien es el mejor de los bajos mundos, un sicario que se mueve por plata no le importa nada solo los ceros en su cuenta.

Isa— el segundo mejor, siempre fui la numero uno solo le deje el puesto por lastima, lo que nos diferenciaba era que a mi me importa a quien mataba.

Nico— Matteo búscalo y llévamelo al almacén, ese es mío.

Isa— una mierda no me vas a sacar el placer de hacerlo sufrir, así que o me dejas participar o lo encuentro antes. - él sonríe, se le acerca a su oído.

No sé lo que le dice ya que no escucho, pero isabella le sonríe y se pone colorada, Matteo se va y nosotras nos quedamos a terminar con esta rubia que está todavía viva pero no por mucho, isabella se le acerca a la mujer comienza a rodearla mirándola y pasándole su navaja haciéndole cortes precisos.

Isa— sabes a mi me gusta muy poco lastimar a las personas, pero contigo lo estoy disfrutando mucho no te haces una idea.

Ella comienza a tocarle las costillas hasta que encuentra en punto justo, pone la punta de su cuchillo.

Isa— sabes que si haces una incisión aquí te puedo perforar un pulmón y te vas a ir quedando sin aire de apoco, vas a sentir como el aire se va de tus pulmones.

Rubia— por favor no lo hagas yo les dije lo que pude, ya esta dejarme ir me arrepiento de lo que hice por favor. - yo suelto una carcajada.

— Que lastimas lo hubieses pensado antes sabes, no solo mataste a nuestra hermana sino a su bebe así que, ya hace lo Isa que sufra la perra. - isa le pega un golpe en la aparte de atrás del mango de la daga y esta se inserta clavándose.

Ella saca la daga y un chorro de sangre sale, nos quedamos mirándola como de apoco el aire la abandona, la mujer parece un pez fuera del agua intentando que un poco de aire llegue a sus pulmones.

Las tres nos paramos enfrente de ella mirándola, intentando respirar.

Alda— cuanto dicen que tarda en morir?

— Yo creo que un minuto o dos.

Isa— creo que un poco más, aunque se desmaya antes de que pase.

La miramos y se desmaya por la falta de oxígeno, veo como Aldana toma la daga de isabella y le raja el cuello de un corte.

Alda— Ya se desmayó no es divertido. - sentimos que suena el celular de Nico.

Nico— ya lo encontraron vámonos. - las tres salimos.

Nos subimos en el mismo auto que vinimos y salimos detrás de los chicos hasta llegar a un almacén, entramos y en el medio de ella esta El polaco y a su alrededor una mesa con distintas armas y aparatos de tortura, nos acercamos hasta el y nos paramos en frente.

Elpola— chicas que bueno que están qui, pueden soltarme. - las tres nos reímos.

Isa— sabes te tenia cariño, fueron tantos años y ahora vas a morir por mis manos. - en la mira sin entender.

Elpola— porque rosa si no me meto contigo o entiendo.

— Si que lo hiciste, mataste a una de nosotras, ya sabes lo que les asa cuando se meten con cualquiera de nosotras.

Elpola— que nunca me metería con ustedes no soy tan estúpido para eso. - me ríos.

— Pues lo fuiste, siempre tan ambicioso y por nunca chequear tus victimas esto es lo que pasa.

Alda— pero tranquilo te explicamos mejor, Le muestra la foto de la mujer. — la conoces? - el niega.

Isa— perfecto quieres jugar juguemos. - ella se acerca a la mesa mirando todo con detalle toma unas pinzas y una batería. — qué te parece si te damos energía para que se te prendan las luces.

Ella toma cada pinza y se la pone en sus dedos, veo como Nico se acerca.

Nico— mejor usa esto le va a llegar bien. - le entierra dos varillas en cada una de sus piernas.

Isa— gracias, mi amor siempre tan atento.

En cada varilla pone las pinzas, enchufa la batería comenzando a dar electricidad.

Elpola— ahhh mierda para para, si la conozco.

¿Isa— bien viste funciona, bueno ella que te mano a hacer? - el no habla e isa le vuelve dar corriente.

Elpola— me envió a poner una bomba a un auto nada más, me pago bien y lo hice.

Alda— correcto viste que no es muy difícil, bueno en esa camioneta iba Florencia con su pareja. - el niega.

Elpola— no puede ser, perdónenme, chicas yo no sabia sino nunca lo hubiese hecho lo juro.

¡Isa— que pena que me valga una mierda tu arrepentimiento, ella está muerta y no va a volver porque ustedes pidan perdón sabes! - ella grita.

Veo como Nico le toca el hombro dándole consuelo y él va a la mesa y toma un alicate, se acerca a el y le toma la mano, comienza a cortarle los dedos uno por uno, mientras Isabella saca su daga haciéndole cortes profundos, los dos están tan sincronizados que los demás los vemos como ellos se complementan en la tortura, uno corta el otro quema los dedos para que no se desangre, estoy tan sumida en ellos viéndolos que no presto atención a nada más.

Siento una mano en mi cintura miro por encima de mi hombro y veo a Fede a mi lado, se acerca a mi oído.

Fede— estas bien muñeca? - yo le asiento.

— Si amor tranquilo, estoy muy cómoda.

Miro como Nico comienza a levantarle la piel va despellejándolo de apoco, el ruido de un celular me saca de mi concentración, veo como Fede habla por celular se acerca a mi lado.

Fede— amor nuestro hijo te requiere, espe me dijo que no deja de llorar y se le acabo la leche que le dejaron. - le asiento.

Me acerco lentamente a isabella ella me mira llena de sangre.

— Hay dos personitas que tienen abre así que termina de una vez que los bebes necesitan comer. - ella asiente.

De un movimiento le corta el cuello dejándolo desangrarse de apoco, todos nos vamos tranquilos, aunque no vamos a revivirlos con esto, pero por lo menos su muerte fue vengada, llegamos a casa y antes de cualquier cosa nos damos un baño cuando salgo mi bebe me esta esperando, lo tomo y le doy de comer él se prende a mi pecho con mucha hambre, me quedo mirándolo y acariciándolo por un buen rato hasta que se queda dormido.

Lo acuesto en su cuna, veo a fede mirándome él se acerca a mí y me abraza y vuelvo a derrumbarme una vez más, lloro en sus brazos el me lleva a la cama sin dejar de abrazarme y me quedo dormida en sus brazos.

Abogadas de los Mafiosos HackerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora