La mujer rubia de pelos rizados me miraba con cara de pocos amigos.
“Aquí todos los del club tienen una simpatía característica”.
— Su nombre, por favor.
— Anastasia — me contestó secamente —¿Esto es por el asesinato de Simón? —supuse que Héctor ya se lo había contado a todos.
— Sí, por eso voy a hacerle varias preguntas y me gustaría que fuera lo más sincera posible —revisé mis apuntes — ¿El último debate en el que estuvo Simón, fue con el libro “Cumbres borrascosas”? —aunque Héctor ya me lo había dicho, necesitaba asegurarme de que decía la verdad.
— Sí.
— ¿Hubo alguna disputa en el debate?
— Sí, Héctor no compartía el mismo criterio que Simón respecto a uno de los personajes — se acarició el pelo — y él empezó a llevarle la contraria, como siempre. Héctor no se lo tomó muy bien.
— Aquel día... ¿Todos devolvísteis los libros antes de iros a
casa? — si su respuesta era afirmativa, significaría que la persona que mató a Simón sabía donde encontrar el libro.— Sí, una vez que termina el debate, tenemos que devolverlos.
“Lo que suponía”.
— ¿A qué horas os marchásteis de la biblioteca?
— Mi prometido y yo nos quedamos los últimos para poder hablar con Samuel, y nos fuimos sobre las nueve y media o diez menos cuarto —miró ligeramente hacia arriba para hacer memoria.
— Perdón... ¿has dicho tu prometido?
— Ajam... Michael, nos casaremos dentro de unos meses —sonaba ilusionada y su rostro se iluminó.
Por descarte, Michael tenía que ser el señor con perilla.
— Felicidades —sonreí y ella asintió — ¿Alguien más tiene llaves de la biblioteca? —no quería hablar de ñoñerías, quería ir directa al grano.
— Pues... Ahora que lo dices... —miró al suelo —Héctor tiene unas.
“Bingo”.
— Muchas gracias, puedes irte —Anastasia se levantó y se fue con los demás.
Ya solo me quedaban dos por interrogar.
— ¿Cómo ha ido? —Samuel apareció al cabo de unos minutos y se apoyó en la mesa mirándome.
— ¿Le diste una copia de las llaves de la biblioteca a Héctor? —me puse de pie frente a él.
— Sí, su mujer no lo soporta y a veces lo echa de casa, así que le dije que podía venirse aquí —se cruzó de brazos sonriendo de lado.
Su sonrisa me hipnotizaba y cuando me miraba notaba mariposas en el estómago.
— La verdad es que yo tampoco lo soportaría —reí leve mirando hacia abajo.
— ¿Por qué me lo has preguntado? —vi como se levantaba y se ponía frente a mí, a pocos centímetros el uno del otro.
— Porque encontré un libro debajo de la cama de Simón, el mismo libro que estuvieron debatiendo la última vez que fue al club —alcé la visita para mirarle a los ojos —y cuando encontré a Taylor, llevaba otro libro en la mochila.
— ¿Crees que están relacionados? —sus ojos eran profundos y más aún cuando no llevaba las gafas. Se le notaban las lentillas al parpadear. De vez en cuando notaba como bajaba la mirada a mis labios y yo evitaba el contacto visual. Estaba nerviosa, pero a la vez esa sensación me gustaba.
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📖 𝐄𝐥 𝐔𝐥𝐭𝐢𝐦𝐨 𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 📖
Mystery / ThrillerEn el pintoresco pueblo de Snow Valley, los amantes de la literatura se reúnen cada semana en la acogedora biblioteca local para discutir sus libros favoritos. Pero cuando uno de sus miembros es encontrado muerto en extrañas circunstancias, el tono...